Según Vallejos, la exportación de alimentos es una “maldición” para la Argentina

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Tras la marcha atrás del Gobierno con el cepo al maíz, la diputada ultra K hizo un polémica análisis sobre la principal fuente de divisas de la Argentina. Indignación de la oposición.


Es un hecho que la Argentina se encuentra en los los países más competitivos del mundo en la producción de alimentos, o al menos en ciertos alimentos como los productos básicos del sector agropecuario. Y de esa cualidad deriva que la principal fuente de divisas del país tiene origen en el campo. A tal punto que la soja se venda a 520 dólares la tonelada, una bendición para el Gobierno en tiempos de crisis.

Pese a esta realidad, desde el kirchnerismo duro hay quienes sostienen que esa actividad que tanto favorece a las arcas del país, se trata de una “desgracia”, sí desgracia. Así lo expresó Fernanda Vallejos, economista y diputada nacional por el Frente de Todos.

La legisladora explicó que se refiere al impacto que tienen en el ámbito local los movimientos de los precios internacionales de esos productos. “Tenemos la maldición de exportar alimentos, de modo que los precios internos son tensionados por la dinámica internacional. Es imperioso desacoplar precios internacionales y domésticos, ya que los domésticos deben regirse por la capacidad de compra (en pesos) de los argentinos”, señaló Vallejos en su cuenta de Twitter.

“La Argentina tiene una desgracia, que a veces se piensa que es una bendición”, sostuvo en relación a la posibilidad de exportar alimentos. Reconoció que “en algún punto lo es, porque en situaciones de crisis como las que vivimos, donde el comercio internacional se desploma, mal que bien la demanda por alimentos siempre se mantiene, es lo último que cualquier sociedad abandona, lo último que se deja es de comer. Siempre hay demanda de los productos que la Argentina le vende al resto del mundo”.

“La maldición de todo esto es que los precios de los productos indispensables que tenemos que consumir los argentinos terminan muy tensionados por la dinámica de lo que ocurre con el comercio internacional. Allí hay una serie de medidas a adoptar para desacoplar la evolución de los precios internacionales de los precios domésticos”. Estos últimos, consideró la diputada, “deben regirse por la capacidad de compra de los argentinos”.

Sus declaraciones se conocieron en medio del retroceso del gobierno en la decisión de prohibir las exportaciones de maíz, dictada el 31 de diciembre pasado como una vía para asegurar el abastecimiento del mercado interno y evitar subas de precios. Tras fuertes reclamos del sector agropecuario, que llegaron incluso a un cese de comercialización impulsado por la Mesa de Enlace, el Gobierno finalmente desistió ayer de la prohibición de exportar. Negoció con la cadena de valor del maíz reemplazar las restricciones para exportar por un monitoreo del saldo exportable que tiene el sector.

El repudio de la oposición a las declaraciones de Vallejos en las redes sociales.