Obediencia De Vido

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El Fiscal Diego Luciani pidió 12 años de prisión para Cristina porque probó que fue la jefa de la asociación ilícita que se dedicó durante 12 años a saquear al estado. Para Julio de Vido, solicitó 10 años de cárcel por ser uno de los organizadores de ese hecho criminal. Hay que poner bajo la lupa al ex ministro de Planificación porque en cualquier momento prende el ventilador y trata de demostrar que su rol en la cleptocracia K fue solo en cumplimiento de la obediencia debida a Néstor y Cristina. Obediencia De Vido, sería en este caso.

De Vido odia al macrismo, por supuesto. Pero tiene un gran resentimiento hacia gran parte de sus compañeros. Empezando por Alberto y Cristina. De Vido está indignado y con un tuit castigó una vez más al presidente decorativo de la Nación. Alberto emitió un tuit apenas se leyó el pedido de pena para Cristina. Arrancaba diciendo que “hoy es un día muy ingrato” y expresaba su solidaridad y afecto por Cristina. De Vido posteó la nota completa de presidencia y contragolpeó con otro tuit: “Señor Presidente, su nota es extemporánea. Si fuera cierto lo que usted manifiesta, nunca hubiera designado a Marcela Losardo como ministra de Justicia. Su nota es como el título de (Osvaldo) Soriano: triste, solitaria y final”.

De Vido lo tiene alquilado a Alberto. Le moja la oreja a cada rato. Pero con Cristina no se anima tanto. Tiene presente aquel sincericidio de la reina del Calafate cuando dijo: “Hay que tenerle miedo a Dios y un poquito a mi”

Para fustigar a Cristina, está la esposa de Julio. Es que Alessandra Minniccelli la conoce desde muy chica y la consideraba una hermana mayor. Pero ahora no la puede ni ver. Es que una vez que De Vido quedó detenido en un calabozo de la cárcel de Marcos Paz, Cristina no la llamó más. Minnicelli si se permite embestir contra Cristina. El 30 de mayo de 2019, en una entrevista televisiva con Luis Novaresio denunció que “Néstor no le hubiera soltado la mano a De Vido como lo hizo Cristina”.

Antes había asegurado que “dejaron solo a De Vido, como a un piojoso” y Cristina “me falló, tuvo un gesto inhumano conmigo”.

Los De Vido tienen motivos para estar asustados y con bronca. El Partido Justicialista los borró de su nómina de afiliados y el bloque de diputados, en su momento lo desaforó para permitir que fuera derechito a prisión. Pero como si esto fuera poco, hay que decir que si los jueces aceptan el pedido del fiscal Luciani, el arquitecto De Vido sumará condenas por 19 años y medio de prisión. Ya fue condenado a 5 años y medio por el siniestro de la estación Once que fue corrupción seguida de muerte y a 4 años por la compra de material ferroviario chatarra a España y Portugal. Las penas se unifican y totalizan casi 20 años. Hoy tiene 72 años. ¿Deberá llevar tobillera electrónica el resto de su vida en la detención domiciliaria?

En la cárcel un peronista ortodoxo y derechoso como De Vido se hizo muy amigo de Fernando Esteche, uno de los más violentos dirigentes de estos tiempos como fundador de Quebracho. Esteche le hizo conocer la literatura de Almudena Grandes y juntos armaron un espacio político radicalizado y nacionalista tal como le prometieron a Horacio Gonzáles cuando los visitó en el penal muy poco antes de morir.

De Vido también atiende con frecuencia a Santiaguito Cafiero. Lo considera un oportunista sin sustento. Hace poco, cuando la cancillería exigió en la OEA la liberación de los presos políticos en Nicaragua, don Julio les salió al cruce: “Y los presos políticos de aquí? Debe ser que el canciller espera todavía que la justicia argentina se autodepure. Para hablar de los demás, sobre todo si son países soberanos, hay que tener el culo muy limpio”. Y cerró su Tuit en mayúsculas con una sola palabra: “Alcahuetes”.

Varias veces le dijo con dureza a Alberto que “Milagro Sala y Ricardo Jaime” son presos políticos pese a que ella fue condenada y a que Jaime confesó haber sido corrupto. De Vido mismo en su perfil de Twitter pone que es un “perseguido por el régimen macrista”.

Julio Miguel De Vido es socio fundador del kirchnerismo. Siempre fue verticalista de las órdenes de Néstor que alguna vez llegó a humillarlo con un cachetazo o al ordenarle que le fuera a comprar cigarrillos. El maltrato para todos y todas siempre fue una constante en el matrimonio Kirchner.

Tiene una gran coincidencia con Cristina. Ambos odian a José López y fomentan la teoría que los 9 millones del falso monasterio fueron coimas que les dieron empresarios macristas. Pero públicamente, De Vido habló maravillas de Josesito y lo definió como su mano derecha.

Es cierto que nunca se llevaron bien. López y Jaime reportaban directamente a Néstor. Lo puenteaban y le llevaban los bolsos llenos de dólares sucios directamente a Olivos.

José López ya es una especie de chivo expiatorio de los K. Pero en su declaración ante la justicia dijo con toda claridad que ese dinero se lo había entregado el secretario de Cristina y que tenía miedo de que ella lo mandara a matar porque era muy vengativa. Eso dijo López.

Don Julio Corleone es tan pianta votos y su imagen negativa es tan grande, que no lo quisieron poner ni en las listas. De hecho, De Vido fue candidato en Buenos Aires apoyando a un fascista peligroso que por supuesto sacó muy pocos votos.

De Vido tuvo el respaldo de Nicolás Maduro, otro fascista de izquierda peligroso. Y él agradeció esa lealtad inquebrantable que viene de los tiempos de Hugo Chávez cuando en complicidad con Néstor Kirchner robaron montañas de dinero. El garante de esas operaciones ilegales fue Julio de Vido. El propio Claudio Uberti confesó ante la justicia que un avión trajo desde Caracas y en efectivo, 25 millones de dólares de coima para Néstor, el chavista patagónico.

Don Julio, hoy está en su mansión berlusconiana de Puerto Panal. Tiene una fortuna que no puede explicar. Es un barrio cerrado de chacras en donde no casualmente también tienen casa Máximo Kirchner, Fabián de Sousa y el Bochi Sanfelice. No fue magia, fue mafia.

Juan Grabois propuso que Cristina abandonara a los ladrones. Y Julio De Vido se puso el sayo y le respondió con dureza: “Chorro de pobres. Andá a confesarle tus pecados a Francisco, vigilante, basura.”

A confesión de partes, relevo de pruebas. Una vida al servicio de la cleptocracia kirchnerista. Obediencia De Vido.

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre