El jefe de Gobierno porteño habló ante la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina. Pidió un “consenso amplio” para el año próximo pero sin el kirchnerismo, la izquierda ni las posiciones “extremas”.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, participó esta mañana de la tercera edición del AmCham Summit, organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina, y allí hizo énfasis en generar un “consenso amplio” entre las distintas fuerzas políticas, con miras a 2023, cuando serán las elecciones presidenciales.
Sin embargo, desde el Alvear Icon de Puerto Madero, puso algunas condiciones sobre ese acuerdo mayoritario: descartó la posibilidad de incorporar al kirchnerismo y a la izquierda, aunque también pidió evitar las posiciones “extremas” y apostó al “centro”.
“Con lo que alcanza para ganar una elección en la Argentina, no alcanza para las transformaciones. Con 50% más 1% se gana una elección, pero no se transforma. Tenemos que buscar 70% de apoyo, 70% es figurativo. No es 50% y tampoco es 100%, la unanimidad no existe. Yo con el kirchnerismo y con la izquierda no me voy a poner de acuerdo nunca con la visión de país”, sintetizó el mandatario de Pro, que todavía no confirmó públicamente su candidatura para la Casa Rosada, pero que trabaja para ello tras bambalinas.
“Tenemos que seguir sumando y que buscar un consenso más amplio. Es importante mantener un equilibrio de composiciones de centro, no extremas”, planteó Rodríguez Larreta, en lo que sonó como una referencia indirecta al espacio del diputado nacional Javier Milei, después de haberse resistido incluso a que el liberal ingrese a Juntos por el Cambio (JxC).
“Si llegamos desde la grieta insultando a todo el resto, no hay posibilidad de convocarlos a un gobierno de unidad. Por eso importa la manera en que uno llega”, justificó, en medio de las críticas que el referente de Libertad Avanza le hace ahora en un tono más moderado, pero que el año pasado incluyeron hasta insultos como “zurdo de mierda” o “gusano asqueroso”.
Convencido de que es necesario el apoyo tanto de los políticos, como de la población, Rodríguez Larreta confesó que mira a Alemania como modelo a seguir. Y como parte de su idea, llamó a formar un gobierno “de coalición y no de transacciones”, y aseguró: “Si uno está convencido como yo, no se puede esperar a diciembre de 2023, hay que trabajarlo desde hoy”.
En tanto, se comprometió a sostener la unidad de Juntos por el Cambio y a trabajar por un plan que logre consenso. “El otro camino nos conduce al fracaso, probemos algo distinto, hagamos lo que hicieron otros”, propuso.
El mandatario capitalino también retomó las palabras que vertió en abril, en el Hotel Llao Llao, cuando dijo que el próximo gobierno “no va a tener 100 días, sino 100 horas para dar señales claras y contundentes”, y volvió a insistir sobre esas transformaciones inmediatas que fueron entendidas por sus detractores como un posible “plan de shock”.
“La Argentina ha tenido ejemplos exitosos de estabilización que bajaron la inflación. Tenemos que hacerlo y rápido. Ya no tenemos más 100 días. En el próximo gobierno son 100 horas, hay que trazar el rumbo muy rápido, con un plan consensuado”, dijo hoy el jefe de Gobierno porteño.