El ministro de gobierno porteño y uno de los candidatos del PRO para las elecciones en la Ciudad, avaló la dura reacción de la oposición en la escandalosa sesión de este jueves.
Con la bancada de Juntos por el Cambio enfurecida y a los gritos en contra de la presidencia ejercida por Cecilia Moreau, se levantó la accidentada sesión en la Cámara de Diputados en la que iban a votarse una batería de proyectos.
Luego del escándalo, desde la oposición denunciaron otro intento de atropello por parte del oficialismo y su fuerte reacción en el recinto provocó que se cayera la insólita sesión.
En ese sentido se expresó Jorge Macri, quien respaldó la postura de los dirigentes de su espacio. “No podemos vivir poniendo la otra mejilla. Hay límites que no podemos permitir que se crucen y se rompan. Debemos tener mucha firmeza, no solo en términos institucionales, sino también para garantizar el orden social porque no me imagino una Argentina fácil hacia adelante“, advirtió en El diario de Leuco por LN+.
“Si hoy están con este nivel de complejidad siendo gobierno, imagínense si la gente nos da la posibilidad de gobernar, vamos a tener que tener mucha cohesión y decisión para defender a la mayoría de gente silenciosa que quiere vivir en paz“, analizó el funcionario de Horacio Rodríguez Larreta.
“Cuando la institución está en juego, hay que levantar la voz y defender la Patria”, sentenció el exintendente de Vicente López.
El escándalo
La sesión, sin embargo, no estuvo caída desde el principio sino que llegó una hora después de su habilitación. Luego de que el oficialismo consiguiera un ajustadísimo quórum de 129 diputados, los integrantes de Juntos por el Cambio bajaron al recinto con la única intención de levantar la sesión, que consideran viciada y “nula” por haber empezado 1 hora y 35 minutos después del horario pautado, muy por encima de la media hora que consuetudinariamente se acepta como margen tolerable de demora.
Apenas bajaron al recinto, y luego de que Moreau anunciara la decisión de votar el temario de inmediato y a mano alzada aplazando las cuestiones de privilegio armaron un “scrum” alrededor del atril de la presidencia, donde se sentó Moreau, y empezaron a vociferar y llamar “violentos” a los oficialistas que les salían al cruce desde el sector derecho del auditorio.
La oposición apelaba a retrasar indefinidamente la sesión con innumerables discursos de protesta durante las cuestiones de privilegio.
Fernando Iglesias, Waldo Wolff, Silvia Lospennato eran algunos de los diputados que iban y venían en ese torbellino de pulsiones desatadas. Karina Banfi y Maximiliano Ferraro eran dos de los más desencajados, haciendo gesticulaciones permanentes y golpeando las bancas con sus palmas con fuerza para hacer oír su descontento.
