El Gobierno justificó la no injerencia de Argentina en los casos de Nicaragua, Venezuela y Cuba

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Fue un tenso debate en la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados. El oficialismo también defendió el accionar del embajador Bielsa a favor de Jones Huala, quien pidió su libertad condicional en Chile.


Después de la aprobación de 116 DNU por parte del oficialismo, Juntos por el Cambio dio un portazo en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, y se enfrentaron en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados por la posición de la Cancillería argentina de no injerencia en las cuestiones internas de Nicaragua, Venezuela y Cuba, que fueron condenados por la Organización de Estados Americanos (OEA) por presuntas violaciones a los derechos humanos y políticos.

El debate arrancó por el radical Facundo Suárez Lastra, vicepresidente de la comisión, quien reclamó la presencia del nuevo canciller argentino, Santiago Cafiero, según informa La Nación. “Creemos que hay una mala apreciación de la idea de no intervención en los asuntos extranjeros, fundamento sobre el cual se ha expresado la Argentina en algunos organismos internacionales donde hubo un voto mayoritario de condena hacia la violación de derechos humanos en estos países. En Nicaragua hubo cinco candidatos presidenciales que fueron encarcelados en pleno proceso electoral”. Y consideró: “Esto perjudica el prestigio de la Argentina y vemos con preocupación bajo el principio de no injerencia se gesta un peligrosísimo principio de indiferencia”.

Por su parte, el sector oficialista, encabezado por el presidente de la comisión, Eduardo Valdés, criticó al titular de la OEA, Luis Almagro. “Yo siento orgullo por la política exterior argentina”. “Respecto a la injerencia o la no injerencia en asuntos de otros países, yo tengo muchas diferencias sobre cómo se comporta el secretario general de la OEA. Porque la verdad esa OEA de Almagro nada dijo sobre la destitución que sufrió (la expresidenta) Dilma Rousseff en Brasil; tampoco dijo nada cuando se persiguió judicialmente a quien era el candidato natural a la presidencia, Lula Da Silva, ni cuando se persiguió a (el expresidente de Ecuador) Rafael Correa”, expresó Valdés.

El debate se trasladó a la problemática por los ataques de sectores que se reivindican mapuches en la Patagonia. En ese sentido, la oposición cuestionó el accionar del embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, por haber concurrido a la audiencia en la que Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), luego de que este pidiera su libertad condicional en el país trasandino.

“Me encantan que se involucren los embajadores, más si son embajadores políticos. Lo hizo Diego Guelar, cuando era embajador en Estados Unidos cuando defendió a Víctor Saldaño, condenado a muerte por asesinato. No es distinto (a la situación de Huala), salvo que uno sea blanco y otro sea mapuche, tal vez sea eso lo que moleste”, afirmó.

A raíz de esto, Luis Di Giacomo, de Juntos Somos Río Negro, no compartió la decisión y aseguró: “No son casos comparables. En el caso de Saldaño se trataba de un delincuente condenado a muerte, y la defensa argentina no fue para sacarlo de la cárcel, sino para reivindicar nuestra postura contra la pena de muerte. La actitud del embajador Bielsa es claramente política de acompañamiento a un grupo que se dice mapuche, que desconoce el Estado argentino y que busca apropiarse de territorios en donde no siembran una sola planta, no crían una sola gallina, sino que son marginales que destruyen”, dijo indignado.

Por su lado, Carlos Heller, del oficialismo, también defendió la postura argentina y desafió a la oposición a que condene, también, el bloqueo de Estados Unidos sobre Cuba desde hace 60 años. “Sigo creyendo en el principio de no intervención, es la más sabia de las posturas en política internacional”.

A modo de respuesta, la radical Karina Banfi manifestó“No se puede admitir el principio de indiferencia en materia de derechos humanos. Es inadmisible en un país como el nuestro, nosotros que nos autopercibimos como defensores absolutos de los derechos humanos. No seamos cómplices con el silencio de la humillación que sufren los pueblos de Nicaragua, de Cuba, de Venezuela, donde la gente muere, es detenida y debe migrar”.

Información de La Nación.