Fito Páez se despertó en Cuba

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Las fuertes declaraciones de Fito Páez en contra de la dictadura cubana generaron un gran impacto. Entre otras cosas dijo: “Pasaron 64 años, basta de culpar al bloqueo norteamericano. Hay que buscar una manera más inteligente para que no siga muriendo gente de hambre y en el mar”.

Aclaro que de hambre mueren por la hecatombe económica a la que la gerontocracia marxista sometió a los ciudadanos y en el mar, porque el océano se los traga cuando pretenden huir como sea de la falta de libertad, las cárceles y la tortura.

Cuando se conocieron las palabras de Fito Páez se abrió un fuerte debate en las redes. Hubo de todo. El empresario Marcos Galperín, dueño de Mercado Libre escribió en Twitter: “Se despierta un zombie…” Muchos de sus fans admitían “más vale tarde que nunca” y los estalinistas del dogmatismo y el negacionismo lo acusaron de traidor. Atilio Borón, chupamedias de cuanta dictadura comunista exista, en un video le exigió a Fito que se rectificara y que lo suyo era un exabrupto imperdonable de un irresponsable. Y le pregunto:¿Cómo hubieras reaccionado vos si por 64 días no hubieras podido conseguir una pieza para tu teclado electrónico? Te hubieras vuelto loco y hubieses armado un escándalo por todo el mundo…

Como si esto fuera poco, Borón le dice que no se deje manipular por las discográficas ni por la mafia de Miami.

¿Qué pasó? El cineasta cubano Juan Pin Vilar filmó un documental llamado “La Habana de Fito”. El régimen suspendió tres veces la presentación de la película sin dar explicaciones, por supuesto. Frente a los reclamos, sin ningún tipo de anuncio y de golpe, emitieron el documental por televisión pero le censuraron dos partes, por supuesto sin avisar ni consultar al realizador ni al protagonista. Es un mecanismo habitual de esta dictadura y de todas las dictaduras. Pero al parecer, Fito se dio cuenta solamente cuando le tocó a él sufrir semejante humillación y recorte de su libertad de pensamiento y de creación.

Cortaron dos reflexiones que hizo Fito. Una sobre el extraño y sospechoso accidente aéreo en el que murió Camilo Cienfuegos, uno de los lugartenientes de Fidel Castro. Y la otra sobre el fusilamiento de 9 balseros en 2003 que pretendían huir de esa isla convertida en una cárcel criminal. Fito se manifestó en contra de la pena de muerte y sobre lo de Cienfuegos dijo que no se puede repetir el relato oficial sin pruebas empíricas. “Hay que investigar eso”, les dijo a un grupo de jóvenes.

Los militares que manejan el gobierno a sangre y fuego resolvieron volar esas partes. Lo ejecutó el Ministerio de Cultura. Porque ellos son los dueños de la verdad. Y dijeron que Fito era un amigo de Cuba y que había sido manipulado en su pensamiento por el cineasta disidente. A eso le llaman progresismo.

Fito se enojó más todavía. Dijo que se sentía amigo del pueblo cubano, pero no del gobierno y que era faltarle el respeto pensar que alguien pueda manipularlo en sus ideas: “Ellos no representan al pueblo y yo no le tengo que pedir permiso a nadie”

La tiranía recordó que hay una ley en Cuba que no permite hablar en contra de los que mandan. A eso le llaman hombre nuevo y socialismo.

Fito, que hasta ahora no había dicho una sola palabra para defender a los cubanos en general y a los artistas en particular que son perseguidos con brutalidad dijo que “A veces los sistemas fracasan y uno queda atrapado en una enredadera. No vale la pena una sola vida humana para que nadie sostenga una idea en favor de su propia vanidad”.

No es solo vanidad. Es sangre derramada, pueblo hambreado y pisoteado, torturas, presos políticos y un silencio cómplice de muchísimos artistas que, como Fito hasta hace unas horas, no habían abierto la boca. Se callaron demasiado tiempo ante la evidencia. No le creyeron ni a Pablo Milanés ni a Joaquín Sabina a los que nadie puede acusar de ser de derecha. El fanatismo y la comodidad los convirtieron en la brigada cultural de un totalitarismo fascista de izquierda con la remera del Che Guevara. Todos los artistas que militan a Cristina son cómplices de esas dictaduras.

Algunas personas que hace mucho tiempo vienen criticando en todos los foros a la dictadura castrista y al chavismo, y a Daniel Ortega y a Putin y a Irán, utilizaron diminutivos para chicanear a Rodolfo Páez que ya tienen 60 años. Fitito le dicen en las redes, en lugar de Fito. Nada es para siempre podría cantar un artista que marcó un par de generaciones en la Argentina, pero que sigue apoyando al cuarto gobierno kirchnerista que respalda a ese tipo de autoritarismos criminales. ¿Se acuerda cuando dijo que los porteños le daban asco solo porque habían votado una opción que no era la de sus amores? ¿Revisará esta idea también? Sería bueno preguntarle qué piensa del gobierno argentino que protege al régimen cubano que lo acaba de censurar? Es el país que Cristina ama y en el que se refugia con su hija Florencia en cabañas VIP cuando siente que se le viene la noche.

Hay una Cuba que no termina de nacer y otra, que no termina de morir. Hay una Cuba maravillosa que resiste a la dictadura y canta con alegría por la patria, la vida y la libertad. Hay otra Cuba jurásica, represiva, sofocante que hambrea y persigue a su pueblo y que sigue insistiendo con su consigna criminal de “Patria o muerte”.

El presidente cubano, Miguel Díaz Canel fue elegido a dedo por Raúl Castro y es el encargado de mantener con mano de hierro a la casta corrupta y burócrata que se apropió de un país al que Estados Unidos tiene entre los que amparan y auspician al terrorismo.

¿Los progres argentinos que se niegan a ver la realidad, no se preguntan porque el pueblo venezolano o cubano, se escapa de esos países? ¿O creerán que son todos agentes de la CIA?

La Cuba que está pariendo la democracia tiene un himno que los arenga. Es emocionante ver a estos jóvenes, de adentro y afuera de Cuba, cantar con bronca y mucha ilusión estas estrofas: “No más mentiras/ Mi pueblo pide más libertad, no más doctrinas/ Ya no gritamos patria o muerte/ sino patria y vida. /Y empezar a construir lo que soñamos/ lo que destruyeron con sus manos/ que no siga corriendo la sangre/ por querer pensar diferente/¿Quién les dijo que Cuba es de ustedes?/ Si mi Cuba es de toda mi gente/.

La nueva juventud rebelde entona estas canciones a viva voz por las calles y se arma de coraje para enfrentar a esos déspotas armados con fusiles rusos y formados en el marxismo.

La fuerza bruta de la dictadura castiga con asesinatos, presos, torturas, palos, abusos sexuales, la homofobia que confina y persigue a los gays o las coimas que hay que pagar para conseguir una ambulancia o un pedazo de carne. Todo está degradado en Cuba. Los jerarcas militares sometieron a un pueblo extraordinario, creativo, alegre y solidario. Los vigilan hasta en la puerta de sus casas. Armaron un sistema de delación que quiebra hasta los mínimos lazos de amistad entre los vecinos. Pero el Movimiento San Isidro le pone el pecho a las prohibiciones y aprietes.

La letra del himno de la resistencia, lo dice todo con mucha claridad.

  • El pueblo se cansó de estar aguantando/ un nuevo amanecer estamos esperando.
  • Ya se acabó, ya se acabó/ no tenemos miedo/ se acabó el engaño/ 62 años haciendo daño.
  • Publicidad de un paraíso en Varadero/ mientras las madres lloran a sus hijos que se fueron.
  • Ya se acabó. Ellos luchan por la patria, la vida y la libertad.

Son artistas populares, son voceros de la gente y no alquilan a los tiranosaurios. Ya se acabó, es mucho más que una expresión de deseo. Ojalá Fito Páez haya comprendido esto de verdad. Patria y Vida.

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre