El intendente del pueblo de Avellaneda, donde se encuentra la sede de la cerealera, marcó diferencias con la propuesta del gobernador santafesino que apunta a una intervención sin expropiación.
Los directores de Vicentin retomaron este lunes las actividades en la sede de la ciudad santafesina de Avellaneda, cumpliendo así la resolución del juez del concurso Fabián Lorenzini, quien el viernes pasado les devolvió la administración de la cerealera y asignó a los interventores designados por el gobierno nacional el rol de “veedores controladores” por un lapso de 60 días.
Sin embargo, las negociaciones continúan para intentar llegar a un acuerdo en el marco de la propuesta del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, la cual evita la expropiación pero propone una intervención sin participación de la compañía hasta el final del concurso de acreedores. El proyecto obtuvo el visto bueno de Alberto Fernández.
“Hubo un avance desde el día del anuncio hasta ahora. Todo el camino que hemos recorrido no ha sido en vano. Hay muchas reuniones y mucha gente trabajando para solucionar este problema en el marco del diálogo que era lo que nosotros decíamos desde el inicio”, explicó el dirigente radical en Palabra de Leuco, por TN.
Y detalló: “El plan Perotti tiene algunas cosas positivas y otras no tanto por las cuales seguimos discutiendo. Falta la participación de la empresa dentro del concurso de acreedores, porque en esta propuesta se pide que la empresa se aparte totalmente hasta que termine el concurso. Entendemos que la empresa tiene que estar presente porque conoce el negocio, la que puede mantener el desarrollo de toda la compañía, de todas las unidades hasta que el problema se solucione. Estamos mucho más cerca respecto a lo que fue el primer día”.
Sobre el banderazo del 20 de junio en distintos sectores del país, el jefe comunal aseguró que “la gente se expresó a favor del capital emprendedor de la comunidad, que en el interior tarda décadas en formarse”. “Es irremplazable, si uno destruye ese capital emprendedor que es el que nos da desarrollo en la actualidad, va a tardar no menos de 20, 30 años poder construirse nuevamente. Ese es el gran miedo que tiene el pueblo, hay por lo menos cuatro industrias en la región que fueron hechas por Vicentin y que hoy dan trabajo a miles de personas. Eso da miedo, la imposibilidad de invertir en el futuro en otras cosas”, cerró.