Quién es quién en la estafa por los sobreprecios en los alimentos de Desarrollo Social

1523

Por Carlos Claá

En menos de dos días, el caso de los sobreprecios en la compra de alimentos entró en ebullición, requirió de la explicación del ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo, y del presidente Alberto Fernández y se llevó puestos 15 funcionarios.

Si se tienen en cuenta los precios de referencia que el mismo Estado brinda, se habrían pagado de más $ 164 millones en la compra de cinco toneladas de arroz, aceite, fideo, lentejas y azúcar. 

El martes, antes de que una oleada de funcionarios de Desarrollo dejara sus puestos, el gobierno revocó las licitaciones de azúcar y aceite, pero las demás quedaron firmes, aún con los evidentes sobreprecios que pueden encontrarse.

El primer funcionario al que se le pidió el alejamiento de la cartera fue Gonzalo Calvo, un hombre que ya había pasado por Desarrollo Social en la época en la que Alicia Kirchner era ministra y que luego pasó con más pena que gloria por un cargo municipal. Fue secretario de Seguridad, lugar del que fue eyectado por una denuncia de corrupción que incluyó una cámara oculta de la cual el flamante ex funionario todavía reniega: “Me va a acompañar toda la vida”, dice protestando.

Detrás de él, otros 14 funcionarios que le respondían políticamente dieron un paso al costado, provocando la primera oleada de funcionarios que se alejan del Gobierno.

Podrían no ser los únicos: quien quedó en la cuerda floja es Cecilia María Lavot, una abogada ultra K, que fue apoderada de Kolina (la agrupación que lidera Alicia Kirchner) y que trabaja en Desarrollo como directora de Compras y Suministros. Fue la encargada de aprobar el negocio turbio que hasta el ministro Arroyo debió confirmar.

Del otro lado, del de los empresarios, el mayor beneficiado se llama Víctor Lusardi, es dueño de varias empresas que confluyen en el Grupo L y obtuvo gran parte de la licitación fraudulenta. No es una cara nueva para la política: hizo negocios con los sucesivos gobiernos y tiene múltiples causas por desmanejos tanto en el kirchnerismo como en el macrismo. Logró ser el favorecido, una vez más.

Los sobreprecios en alimentos dieron lugar a la búsqueda pormenorizada en otras presuntas estafas provocadas desde el Estado. Así aparecieron otros presuntos negociados de diferentes reparticiones públicas con alcohol en gel y con repelentes, entre otros.

En épocas de emergencia es cuando más se puede prestar la situación para cualquier hecho de corrupción. Con los organismos de control distendidos u ocupados en otros menesteres, se arma el terreno propicio para que los hechos de corrupción aparezcan.