La patria está en peligro

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Feliz día de la patria y la libertad. Esa libertad, es la que nos obliga a denunciar que hoy, la patria está en peligro. Porque el autoritarismo chavista, avanza todos los días a paso redoblado y tambor batiente, mientras gran parte de los argentinos está ocupado, preocupado y aterrado por la pandemia criminal. Si “el pueblo quiere saber de que se trata”, debe saber que todas y cada una de las medidas que se tomaron y se van a tomar en la justicia son para colonizarla, para ponerle la camiseta de Cristina y para que todos los corruptos de estado queden en libertad lo más rápido posible y para que los jueces, fiscales y periodistas que se animaron a investigarlos la pasen lo peor posible. Ejemplos sobran. Y los venimos marcando desde el principio. Pero en los últimos tiempos, hay una orden de Cristina de pisar el acelerador a fondo. Saben que el virus es una gigantesca cortina de humo que les permite hacer casi cualquier cosa. Y aparecen situaciones insólitas por lo groseras. En Tigre se amenaza con cárcel de 6 meses a dos años a aquellos que quieran protestar porque quieren volver a trabajar y en Mar del Plata y en muchos otros lugares, las perchas de los comerciantes son un grito de necesidad. La pandemia es inédita. Y muchas de las cosas que permite, también. Amenazas de represión a los que quieren trabajar y absoluta libertad y cuidados a los que van al Obelisco a pedir más y más planes porque no quieren trabajar. El sistema clientelar es tan poderoso que se ha convertido en un mecanismo capaz de poner en jaque a los gobiernos no peronistas y de actuar de dique de contención del cristinismo y sus aliados peronistas.

Por eso no me asombra el cartel que el gobierno de los Fernández puso en todas las calles, contrabandeando propaganda proselitista e ideología detrás de medidas para atender la emergencia. Dicen que el 50% de los salarios los paga el gobierno nacional. Primero, ese dinero no le llega a todos. Segundo, es lo menos que puede hacer un estado que te cierra las puertas de las fábricas y comercios y te prohíbe trabajar pero te sigue cobrando impuestos. Y tercero, ese dinero no es de Cristina ni de Alberto. Es dinero de todos los argentinos. Parece que hoy dieron marcha atrás y van a cambiar la palabra “gobierno” por la palabra “estado”. Pero el daño ya está hecho. Y cuarto, encima la diputada Fernanda Vallejos, avisa que tal vez dentro de un tiempo, a cambio de esa ayuda, les van a pedir parte de las acciones de las empresas.

La patria está en peligro. Estamos atrapados sin salida. Es un círculo vicioso y confiscatorio. Cristinismo del siglo XXI. Chavismo santacruceño y pingüino. Un nuevo régimen contrario a la República.

Pero eso no es todo.

La reforma judicial en ciernes y el consejo de presuntos notables, se preparan para impulsar el aumento de miembros de la Corte Suprema con jueces adictos para terminar de un sablazo con la justicia independiente.

Todo el aparato del estado está en función de construir auto amnistía e impunidad para Cristina, todos y todas y para edificar el modelo que describió Gabriel Mariotto con lujo de detalles. Por un momento me hizo acordar a Carlos Menem. ¿Se acuerdan cuando confesó que si decía lo que realmente iba a hacer, hubiera perdido las elecciones? Salariazo y revolución productiva terminaron siendo Ladronazos y desocupación improductiva. Mariotto en otro sincericidio confesó que sin la simulación de moderado de Alberto, no hubieran ganado las elecciones. Pero exigió que se acabe la moderación. Axel Kicillof dice que se acabó la normalidad y Mariotto pide que se acabe la moderación. No andan con vueltas los muchachos. Mariotto, vice gobernador de Daniel Scioli en una de las gestiones más desastrosas que haya tenido jamás la provincia, quiere estatizar las empresas de servicios, el comercio exterior y que se ponga en marcha la ley de medios que intentó, controlar y censurar a los medios y los periodistas independientes.

La frutilla de la torta de Mariotto fue la siguiente: “No podemos permitir que la concentración mediática nos imponga la agenda. No podemos perder la pulseada contra quienes nos acusan de tener una propuesta de expropiación comunista, marxista”

Lo de Mariotto no fue un exabrupto. Fue un programa de gobierno. Un anticipo de lo que viene. Por eso en este 25 de mayo le digo que la patria está en peligro. Ayuda recordar que cuando la luz, el gas o los teléfonos, estaban en manos del estado, no había luz ni gas, ni teléfonos y los niveles de ineficiencia y corrupción superaban todos los límites. Esas empresas en lugar de invertir para mejorar los servicios y llegar agua y cloacas a todos los argentinos más pobres, se convertían en cotos de caza del peronismo para meter la mano en los bolsillos de los demás y para llenar de militantes la nómina de empleados. Nacionalizar el comercio exterior, con la Junta Nacional de Granos por ejemplo, como la que propuso Juan Grabois, implica que el gobierno les saque toda su producción a los sacrificados productores y que sean los Fernández los que decidan, cuánto vale su esfuerzo y si hay algún saldo, que se pueda exportar. Reparten el dinero, la innovación y el sudor ajeno. Y eso hace que la producción baje los brazos y que los productores se vayan a otros países o tengan que caer en las sombras de las coimas a los funcionarios. Una degradación absoluta. Populismo de cuarta. Autocracia jurásica.

Imaginan a estos funcionarios manejando las empresas de luz, gas, teléfono, internet y televisión. La utilizarán para cumplir el sueño de controlar a todos los ciudadanos y llevarán su ineficiencia a todos los lugares de la patria. 

 Hay que pensar en el papelón que hizo este gobierno autodenominado como “de los científicos”. Quieren manejar lo que no le corresponde al estado y viven metiendo la pata en el manejo del estado. Primero deberían hacer bien lo que les corresponde y después pensar en meterse en la actividad privada que es el motor del progreso y el crecimiento.

No pudieron hacer bien ni un simple cálculo matemático. Ni una planilla de Excel. Mandaron fruta en las cifras que Alberto mostró con sus famosas filminas. Chile se quejó, pero el descomunal error de cálculo fue en la medición de todos los países. Y no es que le erraron por un milímetro. Dieron cifras insólitas e incomprensibles. Y el presidente las repitió como si fueran verdades reveladas con la didáctica del profesor que dicta cátedra. Fue tan grande la metida de pata que tuvieron que sacar un comunicado reconociendo la equivocación. Lo firmó el ministerio de Salud, del cada vez más ausente, Ginés González García. Creo que no alcanza con reconocer el disparate. Alguien se tiene que hacer cargo y renunciar. Debe rodar alguna cabeza. Porque el presidente no puede permitir que le hayan hecho decir una barbaridad semejante sin que haya consecuencias.

Pero en esa conferencia de prensa nefasta por lo imprecisa y por la politización oportunista que le metió Axel Kicillof, el jefe del estado también tuvo otros tropiezos graves. El furcio de decir “Skanska” en lugar de Scania fue directamente para sumar a las obras completas de Sigmund Freud. Un acto fallido demoledor porque Skanska fue el primer gran caso de corrupción del gobierno de Néstor Kirchner e involucró a Julio de  Vido mientras el actual presidente era Jefe de Gabinete. Pero lo más inquietante fue cuando Alberto, se convirtió en juez de las angustias de gran parte de los argentinos. “Dejen de sembrar angustias”, le enrostró a los periodistas y completó: “¿Es angustiante salvarse? Angustiante es enfermarse. Angustiante es que el estado te abandone”

En las  redes sociales hubo una explosión de memes. Uno de los más creativos fue el que preguntó que aplicación hay que bajar para que nos permitan tener angustia. Y otro le contestó: “Angusti. AR”.

Hoy se cumplen 210 años de aquel 25 de mayo.

No hay futuro sin una democracia moderna, con división de poderes, libertad absoluta, federalismo en serio y con igualdad de oportunidad para todos sin corruptos ni golpistas. Podemos y debemos apoyarnos en las ideas y pasiones de aquel 25 que fue el más glorioso de nuestra historia. Es que parimos la patria. Con mucho esfuerzo y sacrificio, dimos a luz como pueblo. Dejamos de ser colonia para pelear por nuestra verdadera independencia.

No podemos permitir que pongan a esa patria en peligro.

Julia Prilutzky Farny dijo que la patria es el primer misterio inapelable y que se ama una tierra como propia y se quiere volver a sus entrañas…Allí donde partir es imposible/ donde permanecer es necesario/Donde nunca se está del todo solo / donde cualquier umbral es la morada/ Allí donde se quiere arar y dar un hijo/ Allí donde se quiere morir… allí está la patria.

Manuel Belgrano, que fue un gran patriota de verdad, lo definió así: “La patria es el sentimiento de libertad que es capaz de transformar en héroes a los ciudadanos más simples”.

 A esta epopeya estamos convocados todos los días. Ayer, hoy y siempre. Para que el sol del 25 siga asomando para todos. Y esa construcción colectiva llamada patria nos llene de orgullo y bizarría como esa bandera que a San Lorenzo se dirigió inmortal. Después de haber cruzado el continente, exclamando a su paso, libertad.

Editorial de Alfredo Leudo en Le doy Mi Palabra por Radio Mitre.