La presidenta del PRO habló con estudiantes de periodismo y criticó la falta de un plan del Gobierno para combatir el coronavirus. “Vamos a estar 15 días más encerrados y vamos a seguir contagiados”, señaló.
En una comunicación virtual con estudiantes de Periodismo de Editorial Perfil, la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich criticó el endurecimiento de la cuarentena que se extenderá desde el 1 al 17 de julio próximo, al destacar que no hay estrategias claras del Gobierno para combatir la pandemia.
La referente de Juntos por el Cambio se mostró preocupada por la falta de testeos y alertó sobre la masiva cantidad de negocios afectados y el aumento del desempleo por efecto del aislamiento: “Vamos a estar 15 días más encerrados y vamos a seguir contagiados. Mientras tanto se caen muchas cosas en la Argentina. Se caen muchos negocios, se caen muchos trabajos, cierran muchas empresas”, indicó.
Además se refirió a las denuncias sobre el presunto espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri y cuestionó la falta de coordinación entre Sabrina Frederic y Sergio Berni por el combate al narcotráfico en la actualidad. “No se esta haciendo nada”, sentenció la ex funcionaria.
Entrevista:
—En relación a la cuarentena, usted dijo que se confinaba a la gente pero no al virus. ¿Cuál es la propuesta de Juntos por el Cambio para combatir el virus?
—Hay que encontrar al paciente cero y, a partir de ahí, es como una especie de ramo de uvas, donde van cayendo todas las personas que están alrededor de esa persona contagiada y así se genera el confinamiento del virus. Tenemos la experiencia del Barrio 31, donde se generó un seguimiento de cada uno de los contagios y se logró parar el avance del virus, se confinó el virus. Esa es la estrategia. El aislamiento por sí mismo no alcanza, quedarse en casa no genera la desaparición del virus. La desaparición del virus la genera el hecho de poder realizar una trazabilidad de los casos y que no se siga expandiendo el virus. Sin dudas, quedarse en casa hace que haya menos gente con posibilidad de contagio pero no es un remedio, es simplemente correr la vara. Y el problema es que nosotros hemos ido corriendo la vara para adelante, con pocos testeos y con poca capacidad trazabilidad. El problema de tener un bajo nivel de testeo es que hay mucho asintomático andando por la calle. Entonces, para poder acompañar la cuarentena, no estar contra la cuarentena, hay que tener una estrategia de seguimiento. Porque si no vamos a estar 15 días encerrados, después a los 15 días salimos y nos volvemos a contagiar.
—¿Usted cree que Alberto Fernández no ha tenido una estrategia contra la pandemia?
—Lo dijo el ministro Ginés González García. Él mencionó que se ocuparon mucho del sistema de salud, pero se ocuparon poco de hacer la trazabilidad y el seguimiento de los casos y de los contactos estrechos para trabajar sobre ello. Entonces, me parece que ellos mismo lo han dicho. Quizás fue bueno haber entrado a la cuarentena temprano, pero, en ese momento, casi no había testeos y no había seguimiento. La gente bajaba de los aeropuertos y se iba a sus casas, algunos cumplían la cuarentena, pero otros no. Creo que el reconocimiento de Ginés implica que ahora, que vamos a vivir seguramente un mayor confinamiento, tenemos que saber qué cosas distintas van a hacer de las que se hicieron estos tres meses para bajar la curva. La incertidumbre es muy negativa. Ya vamos tres meses de confinamiento y uno tiene que saber el diagnóstico de lo que pasó, porque en los próximos días que va a haber encerramiento total, para que salgamos de eso con la esperanza de que la curva baja.
—¿Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta se enamoraron de la cuarentena?
—No creo que sea la misma situación. Me parece que la cuarentena tenía dos propósitos concretos: tratar de ir confinando el virus e ir generando una mejora del sistema sanitario. Esto se alargó mucho y ahora la situación se complica mucho más. Estamos, de nuevo, en un punto difícil porque ahora hay más casos y va a haber más casos de acuerdo lo que dicen. La vuelta atrás no es tan fácil como al principio. Esto nos lleva a una situación donde evidentemente van a ir a una etapa más dura y esa etapa va a implicar un compromiso más grande del Gobierno de ayudar a todos los que van a tener que ir para atrás. Acá, la curva nunca bajó, siempre subió, a veces más aplanada otras veces menos aplanada, pero siempre subió. Nunca vino el famoso pico. Entonces ya van noventa días y a la espera de un mes y medio más, dos meses más. Mientras tanto se caen muchas cosas en la Argentina. Se caen muchos negocios, se caen muchos trabajos, cierran muchas empresas. Eso es lo que no termino de comprender. Sin dudas que la Ciudad ha hecho un esfuerzo mayor por una trazabilidad del virus. En cambio, me parece que, en muchos centros de la provincia de Buenos Aires, no en todos, ha habido mucha circulación de gente.
—¿Usted cree que hubo espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri?
—La verdad que no conozco la causa más que lo que están planteando los que las vieron. Larreta la vio y dijo que no le pareció seria. Yo no pertenecí a la AFI, pero considero que es necesario pensar que las acciones que está llevando el juez deberían tener un tratamiento distinto, porque toda la inteligencia se hace pública y eso para un país es poco serio. Si hubo alguien que fue responsable e hizo un emprendimiento privado adentro de la AFI no lo sé, no lo conozco, no lo puedo decir. Considero por las veces que a mí me ha tocado trabajar, sobre todo en el narcotráfico, todo lo que se hizo con la AFI siempre fue con las órdenes de un juez. Es la característica con la que se trabajó siempre. Veremos cómo avanza esto, cuánto tiene de show y cuánto de verdad. Me ha tocado muchas causas donde había muchas cosas inventadas que después se resolvieron que eran inventadas, así que lo que digan ahora me importa poco. Me importa cuando esto tenga un grado de desarrollo que muestre si esto ocurrió o no ocurrió, en ese momento podré dar una versión seria del tema. Pero si ustedes me preguntan cómo era nuestro gobierno, les diría que era institucionalista, constitucionalista, dejamos trabajar a la justicia en paz, nunca trabajamos de otra manera, esos son nuestros principios y los llevamos adelante en la gestión.
—¿Cómo cree que se está desempeñando en su rol la ministra Sabrina Frederick?
—Es difícil evaluarla, porque es un momento especial. En un primer momento de la cuarentena los criminales se quedaron en sus casas, ahora están desatados. A mí me gustaría antes de evaluarla, ver estadísticas. Todavía, no vi ninguna publicación de datos ni de homicidios ni de robos como para poder tener una evaluación, que no sea absolutamente subjetiva, en relación con los temas que nosotros habíamos llevado adelante. Hubo una primera etapa de suspensión de muchas de las herramientas que para nosotros eran muy importantes tener y servían para generar un control del delito. Que el ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, diga que no están trabajando en equipo con la ministra de seguridad de la Nación, me parece que es algo que no es positivo. Además, la sensación que me transmiten nuestros concejales de toda la provincia de Buenos Aires sobre el narcotráfico es que no se hizo más nada, se abandonó. Pero es algo que lo pongo en el nivel de subjetividad porque no tengo estadísticas no tengo números como para poder hacer una evaluación más certera o profunda.
—Muchas personas encuentran coincidencias entre usted y Sergio Berni. ¿Usted se ve reflejada en ese análisis?
—Me parece que lo que tiene de coincidencia es que es una persona de acción, que se pone al frente de las cosas que tiene que conducir. Hoy en día es importante el contacto y la realidad de la sociedad. No es como hace veinte años, ahora la presencia del ministro tiene mucha importancia. Pero me parece que Berni pertenece a un proyecto distinto al nuestro y sus formas de actuar y de pensar no sé si están dentro de lo que es la filosofía general del kirchnerismo. Uno tiene una duda respecto a su convivencia en ese espacio político.
—¿Hace alguna autocrítica del gobierno de Juntos por el cambio?
—Hay una cuestión de carácter estructural que Argentina tiene que superar, y es que la gobernabilidad no puede ser solamente adueñada por un partido. Que el kirchnerismo o peronismo, de acuerdo con el momento histórico, se le da todas las herramientas de gobierno y a quien no es de este partido se le niegan. Pensemos que el peronismo ha tenido mayoría en el Senado desde 1983, han participado y condicionado de todas las leyes en nuestro país hasta ahora. En segundo lugar, el tiempo debería haber sido al revés, más decisión en los primeros dos años y no después de la elección de 2017. En tercer lugar, esa condición nos llevó a generar un tiempo en el que no se realizaron ciertos cambios y cuando se quisieron realizar, llegaron tarde. Eso impactó fuerte sobre todo en los sectores medios que son nuestra base electoral. Nosotros deberíamos haber apuntado mucho a la contención, a una lógica de movilidad social. No una permanencia adentro de un sistema de política social que congela las expectativas de quien lo tiene, sino a una de movilidad para ir hacia el mundo laboral de la formación.
—¿Hay algún comentario final que le gustaría realizar para cerrar la entrevista?
—Agradecerle a la Escuela de Perfil, a todos los alumnos que están acá, y simplemente desearles suerte en sus carreras periodísticas, que puedan desarrollarse. Seguramente, van a tocar momentos interesantes de la vida política y social de la argentina y bueno la mejor de la suerte.
Fuente: Perfil