Trascendió una imagen del diseño que cuenta con la figura de Ramón Carrillo, tildado como “simpatizante del nazismo” según una institución dedicada a documentar las víctimas del holocausto y los criminales de guerra. La embajadora de Israel en Argentina también repudió la posible designación del sanitarista.
Aunque el presidente Alberto Fernández negó que se esté trabajando en la fabricación de un nuevo billete de $5000 para aliviar la presión de la emisión monetaria en tiempos de pandemia, la operatoria oficial parece contradecir sus palabras ya que a través de actas reservadas del Banco Central, se registran intercambios entre despachos públicos y fuentes al tanto de la producción de dinero en el país.
La versión tomó mayor magnitud al trascender un boceto con la imagen de Cecilia Grierson, primera médica de la Argentina; y Ramón Carrillo, primer ministro de Salud de Juan Perón, quien fue admirador del nazismo, lo que provocó varios repudios.
Uno de los mayores reclamos vino desde el Centro Wiesenthal, institución dedicada a documentar las víctimas del holocausto y los criminales de guerra nazis. En las últimas horas envió un duro comunicado en rechazo de que la figura de Ramón Carrillo aparezca en un eventual billete por considerarlo ” un admirador de Hitler “.
“Carillo, además de ser un admirador de Hitler, creó el concepto del ´soldado ideal´ para rechazar a los reclutas que él consideraba como ´rarezas´ raciales y de género. También proporcionó refugio al fugitivo danés, médico del campo de Buchenwald, Carl Peter Vaernet, permitiéndole continuar con los experimentos con homosexuales para ´curarlos´”, dice el texto de la institución respecto del sanitarista.
En la misma línea, la embajadora de Israel en Argentina Galit Ronen, no ocultó su malestar por la iniciativa, que aún no está confirmada. “Cuando decimos ´Nunca más’ refiriendo al Holocausto, no hace sentido conmemorar alguien que, por lo menos, fue un simpatizante con esta ideología”, sentenció de manera contundente
Según informa La Nación, el nuevo papel está muy avanzado: ya se adquirió el papel y las tintas en un costo de aproximadamente nueve millones de dólares. Costará casi $6 por unidad, está terminado su diseño, definidas cuáles son sus medidas de seguridad y el cronograma de entrega.
La primera partida debería estar en manos del organismo que conduce Miguel Pesce a mediados de junio. Luego, el timón de la entidad monetaria definirá si lo pone en la calle y contradice al mandatario.