El Gobierno tiene en mente declarar la educación como servicio esencial y la ex gobernadora afirmó que hará lo posible para que se apruebe. La advertencia al sindicalista que le hizo 63 paros en su gestión.
El Gobierno nacional confirmó que evalúa declarar la educación como un servicio esencial, algo que estaba incluido en el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 que firmó el presidente Javier Milei a los pocos días de asumir, pero que fue suspendido por la Justicia.
“Se ha tomado la decisión de comenzar con la evaluación para declarar la educación como servicio esencial”, dijo hoy el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante su conferencia de prensa habitual, sin dar mayores precisiones. El DNU 70/2023 había modificado la ley laboral argentina y había incluido a la educación como “servicio esencial”, lo que limitaba el derecho a huelga.
El artículo 97 de esa norma establece que se considerará como “servicio esencial”, entre otros, a la educación de nivel inicial, primaria y secundaria, así como los servicios de cuidado de menores y la educación especial. La medida se ha discutido en el pasado como un mecanismo para garantizar el derecho a la educación frente a la prolongación de medidas de fuerza, sobre todo en algunas provincias que han tenido conflictos docentes muy largos en los últimos años, pero también genera fuertes resistencias porque limita el derecho a huelga.
La decisión de Milei implica una restricción sobre los paros docentes: establece que, frente a un conflicto colectivo que afecte los servicios considerados esenciales, en ningún caso se podrá “negociar o imponer a las partes una cobertura menor al setenta y cinco por ciento (75%) de la prestación normal del servicio de que se tratare”. Es decir: en una escuela, por ejemplo, no podrán adherir a una medida de fuerza más de 1 de cada 4 docentes.
El descargo de María Eugenia Vidal
“Va a ser ley, se lo digo a Baradel. Vamos a lograr los consensos necesarios y no la puedan objetar judicialmente. No mencionó ni una vez la palabra educación ni chicos. Porque no le importa“, se descargó la exgobernadora bonaerense, quien sufrió 63 paros docentes durante su gestión entre 2015 y 2019.
Y agregó: “Siempre usó al gremio y a la provincia para hacer política, no para que los chicos aprendan. Estuvo callado 4 años y cuando cerraron las escuelas en pandemia, ahora después de tanto silencio vuelve a hablar”.