Otra prueba señala que a Gutiérrez lo seguían por la plata de la corrupción K

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Así se explica en un cuaderno del principal sospechoso de matar al ex secretario de Cristina Kirchner.


El plan para asesinar a Fabián Gutiérrez estaba en un cuaderno. En él se plasmó la noticia de una acusación contra el ex secretario de Cristina Kirchner vinculada a la causa de los cuadernos de las coimas. Se trataba de un procesamiento del juez Claudio Bonadio, donde señalaba que el dinero que tenía y los bienes que conformaban el patrimonio del ex secretario de Cristina Kirchner, eran producto de un ilícito, de la corrupción. El cuaderno tenía párrafos extraídos de una nota del diario Ámbito Financiero cuyo título hablaba del procesamiento. Después, un paso a paso de cómo ejecutar el plan para quitarle una porción de ese dinero a Gutiérrez. Todo está relatado en el procesamiento firmado por el juez Carlos Narvarte.

“Buscaron la impunidad en el delito de robo, dado que la víctima los habría reconocido en algún momento al lograr soltarse cuando era torturado en el interior de la vivienda, como habría sido reconocido por dos de los partícipes del hecho”, relató el magistrado que el fin de semana procesó por homicidio doblemente agravado a Facundo Zaeta, Facundo Gómez Chávez y a Pedro Monzón. El autor del crimen, sostuvo el juez, fue el joven de 19 años, y los otros dos contribuyeron a concretar el plan.

En el allanamiento a la casa de Facundo Zaeta -en cuyo patio encontraron el cuerpo de Fabián Gutiérrez el 4 de julio por la mañana- hallaron un cuaderno que fue revelador para la causa.

Fabián Gutiérrez llevaba más de 24 horas allí, según estimaron los investigadores, en un pozo de poca profundidad debajo de un árbol, con marcados signos de violencia, cortes producidos por un cuchillo. El asesinato se habría cometido en la noche del jueves: entre las 21:00 y la medianoche. Todas aquellas horas, estuvieron signadas por la tortura. ¿El motivo? Un robo con fines económicos.

En el cuaderno encontrado por el juez había anotaciones que hacían referencia al “delito que pretendían perpetrar”. En una página estaban escrito los nombres de la víctima y de dos personajes más que eran investigados junto a él en el caso de los cuadernos de las coimas, donde se desentrañó una estructura de cobro de sobornos a empresarios contratistas del Estado. Un tramo de esa causa se ocupó de los ex secretarios privados de Néstor y Cristina Kirchner. El juez Claudio Bonadio había sostenido que Daniel Muñoz y Fabián Gutiérrez por su cercanía a los ex presidentes, había sido integrantes de un circuito responsable de trasladar parte de esos fondos al sur.

En aquellos apuntes que tenía Zaeta, estaba remarcado el nombre de “la víctima y de dos personajes más que se encontraban vinculados con la causa de enriquecimiento ilícito en la que estaba involucrado Fabián Gutiérrez”. Había algo más: una cifra de dinero registrada en esas páginas, “que creería era la que esperaban encontrar en la vivienda”, sostuvo el juez Narvarte.

Cuando lo tuvo en su poder, el magistrado ordenó analizar aquel cuaderno, uno de tapa blanda “de estudio”, y pidió que se constate todo lo escrito de puño y letra por Zaeta. “La búsqueda de información sobre todas las personas que allí mencionaba”, fue la primera orden.

Facundo Zaeta había guardado allí una nota del diario Ámbito Financiero titulada: “Procesaron a ex secretario de Cristina por lavado de dinero”. Cuando los investigadores vieron aquel material, constataron que en aquellas hojas el joven de 19 años, había “copiado textualmente fragmentos de esa nota”. En aquel cuaderno que estaba en la casa de Zaeta había partes resaltadas y copiadas textualmente como: “dinero proveniente de los ilícitos perpetrados por aquella asociación ilícita que fue recibida por Daniel Muñoz y Fabián Gutiérrez”. Se trata de la organización que según la justicia federal, “comandó Cristina Kirchner”.

El juez determinó que Facundo, procesado como autor de homicidio doblemente agravado, se “habría dedicado a obtener más información de Gutiérrez, y que por ello comenzó el intercambio de mensajes demostrando interés en la víctima; elucubrando en su cabezas que Gutiérrez tendría en su poder todo ese dinero del que se hablaba en las noticias”.

La nota periodística refiere al procesamiento del juez Claudio Bonadio de noviembre de 2019. Allí se explicó que Fabián Gutiérrez como su madre y su hermana “no tenían manera de justificar el patrimonio” que poseía: 36 inmuebles, 30 vehículos, dos embarcaciones. Se les trabó un embargo de 900 millones de pesos. La semana pasada, la Cámara Federal porteña confirmó las acusaciones y pidió que la Justicia decomise todos los bienes, que fueron adquiridos con dinero ilícito.

En función de las testimoniales tomadas, de las pruebas documentales y las declaraciones de los imputados, el juez Narvarte confirmó este móvil y amplió: Zaeta y sus cómplices intentaron “acceder a la vivienda con fines de apoderarse del dinero que creían estaba en algún sitio de esa casa”.

En la resolución, el magistrado indicó que “desde la óptica de los acusados, a través de métodos de tortura buscaban que les entregue sumas de dinero que ellos estimaban que Gutiérrez guardaba en algún sitio”.

Entonces, no había dudas para el juez sobre “la expectativa del robo” en la que “todos participaron del hecho”, con el fin de sacarle dinero que ellos habían leído en las noticias que era producido de un ilícito, plata en negro. “Facundo Zaeta se acercó a Gutiérrez con el único fin de seducirlo para luego junto a Gómez y Monzón perpetrar el delito de robo. La muerte se habría producido en su domicilio. en donde se encontraba en una cita íntima con Zaeta y quien después permitió el ingreso a la vivienda de los coautores”. Horas después, tras la “tortura perpetrada”, los golpes, las preguntas sin respuestas favorables para los tres jóvenes, terminaron con la vida del ex secretario privado de Cristina Kirchner.

Con información de Lucía Salinas, en Clarín