La sangre de Cecilia mancha a Capitanich

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Gloria Romero, la madre coraje de Cecilia Strzyzowski, lo supo desde el primer instante. Su hija fue asesinada por César Sena y su familia. Hoy se confirmó que la sangre encontrada en esa casa macabra era de Cecilia. Tal vez esto ayude a que los criminales se quiebren y confiesen de una vez por todas el femicidio que salpica a Jorge Capitanich. Gloria, la madre que encabeza las marchas multitudinarias pidiendo justicia, le dijo al gobernador, con todas las letras y en forma pública, que nunca lo iba a perdonar por haber financiado esa mafia disfrazada de piqueteros guevaristas. Es que sobran las pruebas y los indicios pero falta el cadáver.

Le recuerdo que Marcela Acuña, con la cara de piedra y el corazón de hielo, acusó directamente a su hijo. Se preguntó desde la cárcel: “¿Por qué nos imputan a nosotros si fue mi hijo?

Su comentario inhumano completó la declaración ante la justicia cuando dijo que había visto un bulto en la cama, envuelto en una frazada, pero que se fue a comer un guiso de campaña electoral con su esposo, Emerenciano. ¿De qué material están hechos estos salvajes?

La sangre fue descubierta con el tradicional reactivo Luminol. Esas manchas se cotejaron con el ADN de la hermana de Cecilia y dieron más del 99,99% de compatibilidad. Esto cierra prácticamente el caso. Las pericias fueron ordenadas por el equipo de fiscales y realizadas por los profesionales del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de la provincia, en el laboratorio de Biología molecular.

Las manchas se encontraron en el suelo de una habitación y en un colchón y la parrilla de una cama que la familia Sena le regaló a una embarazada al día siguiente del crimen. Fue un claro intento de encubrimiento.

Los fiscales aseguran que César la estranguló y luego, con Gustavo Obregón, llevaron el cuerpo a la chanchería donde lo trituraron y le prendieron fuego. Después esparcieron los restos por distintos lugares de ese predio siniestro.

Hace 41 días que Cecilia fue asesinada. Las cámaras de seguridad registraron que la víctima y su ex marido ingresaron a esa casa macabra a las 9.16 hs del 2 de junio y no salió nunca más.

Gran parte de la sociedad chaqueña se puso de pié, derrotó sus propios miedos y las intimidaciones del poder político y llenó las calles con su exigencia del fin de la impunidad para que vuelva la libertad plena a la provincia. Fue una resistencia pacífica en Resistencia, la capital del Chaco. Fue un alarido contra un femicidio que conmovió al país. Gloria se puso la camiseta de la selección nacional, casi como una metáfora de que su dolor era el dolor de todos y que el horror al autoritarismo populista chaqueño, también era y es el horror de todos.

Emerenciano y Marcela Acuña son los líderes de un grupo piquetero mafioso y extorsionador, que funcionó hasta ahora como grupo de choque de Jorge Milton Capitanich.

Coqui y Emerenciano tienen una sociedad y una connivencia estrecha. Se expresó en infinidad de situaciones. Fue padrino de la boda del matrimonio,

prologó el libro biográfico sobre él que escribió ella y fomentaron juntos actividades autoritarias y prepotentes.

Con una disciplina castrista y castrense, izan la bandera de Cuba en una escuela cuyos uniformes tienen la estrella roja y la imagen del Che Guevara.

Se apropiaron de miles de hectáreas de tierra y se movilizan en autos de alta gama al que los más pobres no pueden acceder.

César está imputado por homicidio triplemente agravado por el vínculo, por el concurso premeditado de dos o más personas y por haberse realizado en un contexto de violencia de género. La pena para estos delitos es de prisión perpetua.

Sus padres también pueden ser castigados con cárcel de por vida por ser los coautores. Y los 4 detenidos restantes está acusados de encubrimiento agravado.

El acusado del asesinato no pudo ocultar los rasguños que tenía en el cuello, una lesión típica producida por alguien que se está defendiendo de un ataque.

Sus últimas búsquedas en Google fueron casi una confesión: “Mente de un asesino. Remordimiento por un asesinato. Matar con un revolver con silenciador” y se preguntó en ¿qué pasa con el alma del asesino de un ser querido y del asesinado?

Los teléfonos de Cesar y Cecilia siempre se movieron juntos hasta que ambos aparatos desaparecieron. Toda la familia cambió de golpe sus celulares.

Parece una película de terror pero todo está escrito en el expediente de la justicia. Más tenebroso imposible.

Está claro que estos criminales se sentían impunes y parte del poder violento y autoritario que ejerce Capitanich. En las últimas elecciones PASO, el oficialismo sufrió una fuerte derrota y una de las boletas llevaba las candidaturas de Emerenciano y Marcela Acuña. Sena fue pre candidato a diputado provincial y Acuña a intendente de Resistencia.

Todos los caminos llevan a Capitanich. Se quiere defender diciendo que se trató solamente de un hecho policial. Con mucha lucidez, Luciano Román, en el diario La Nación escribió que este tipo de organizaciones como las de Milagro Sala y Emerenciano Sena “han convertido a la marginalidad en un negocio y también, en una maquinaria extorsiva”. Son metodologías que se consolidaron con la complicidad del kirchnerismo y de algunos señores feudales.

La brigada de Emerenciano es una extraña mezcla de kirchnerismo guevarista y chavista que milita con un justicialista derechoso como el gobernador.

Es el grupo adoctrinador más audaz y jurásico de la Argentina.

Emerenciano Sena se manejaba como un poder autónomo dentro del poder constitucional. Un gobernador paralelo que en su momento, le prohibió la entrada al Chaco al entonces presidente Mauricio Macri. ¿Realismo mágico o decadencia populista?

El ministerio de la Nación que se ocupa de la violencia contra las mujeres no dijo una palabra ni desarrolló ninguna acción. El colectivo de mujeres llamado “Ni una menos”, copado en su cúpula por el kirchnerismo tampoco abrió la boca. Solidaridad selectiva. A los femicidas, si son del palo todo, a los enemigos ni justicia.

Jorge Capitanich en su peor momento. Manchado con la sangre de Cecilia. Tal vez las urnas hagan justicia.

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre