Incidentes, choques con la Policía y gases lacrimógenos en la marcha de Ramos Mejía

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En reclamo de mayor seguridad tras el crimen del kiosquero, vecinos marcharon hacia la comisaría pero un cordón policial doble se los impidió. Insultos al intendente Espinoza, el ministro Berni y el gobernador Kicillof.


Miles de vecinos de Ramos Mejía se movilizaron a partir de la tarde y durante gran parte de la noche para exigir seguridad luego del brutal asesinato de un kiosquero Roberto Sabo. La marcha fue desde el kiosco donde una pareja de ladrones asesinó al comerciante hasta la comisaría segunda. Los manifestantes intentaron llegar hasta las puertas de la estación policial pero un robusto cordón de seguridad se los impidió.

Hubo corridas, gas lacrimógeno y enfrentamiento con la policía en un clima caldeado y con fuertes reclamos por más seguridad. Cerca de las 22 los manifestantes empezaron a desconcentrar la zona pero se mantuvo la presencia policial para evitar desmadres en la comisaría.

Un hijo de puta me sacó a mi papá. Me quiero ir del país”, dijo uno de los hijos del kiosquero asesinado en Ramos Mejía. Además, recordó cómo era Roberto Sabo: “Todos los días venía a laburar, de domingo a domingo, hace más de 25 años”. “El kiosco fue su vida, él laburaba, era buena gente”, agregó.

Pedro, el papá de Roberto, participa de la movilización en Ramos Mejía. Entre lágrimas, afirmó: “Hay zona liberada en todos lados. Quiero Justicia, quiero que me devuelvan a mi hijo”. También contó que el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, se comunicó con él.

Mientras tanto, decenas de personas aplauden, gritan insultos contra la policía y cantan: “Espinoza botón”. Los vecinos apuntan al intendente del Municipio de La Matanza, Fernando Espinoza y a Berni. Más temprano, el ministro bonaerense consideró que el crimen del kiosquero “no es una cuestión policial” y destacó que se logró detener a los acusados por el asesinato.

La policía, mientras tanto, custodia la comisaría y armó un vallado para impedir que los vecinos lleguen hasta el lugar. Hay bronca, tensión y empujones.

Leandro Daniel Suárez, el principal acusado de asesinar al kiosquero Roberto Sabo en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, se largó a llorar y rogó que no le pidan pena perpetua por el crimen al presentarse este lunes ante la fiscalía.

“Por favor, no me pidan la prisión perpetua. Me quiero morir”, dijo Suárez en su indagatoria ante el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, según contó a la agencia oficial Télam una fuente de la investigación.

Fuente: Todo Noticias