Los diputados del oficialismo debaten sobre la posibilidad de que el nuevo gravamen afecte a quienes tengan un patrimonio desde los $150 millones, en lugar del piso de $200 millones que informó Carlos Heller dos meses atrás.
Según adelantó el kirchnerismo, el “impuesto a la riqueza” que impulsa Máximo Kirchner y Carlos Helller para afrontar gastos generados por la crisis que desató la pandemia del coronavirus, sería presentado durante el mes de junio. La iniciativa aún no pasó por Mesa de Entradas por dos cuestiones: la búsqueda de consenso y la chance concreta de ampliar la base para que paguen más personas.
El plan original era que el gravamen afectara a quienes declararon bienes al 31 de diciembre del año pasado por $200 millones. El propio Heller consideró en su momento que el aporte no era significativo en términos económicos. Sin embargo, altas fuentes del bloque admiten que se retomó la discusión interna y que parte del Frente de Todos prefiere que más gente contribuya con lo que ellos llaman un “aporte patriótico”.
El Presidente Alberto Fernández ha dicho que “la cuarentena durará lo que tenga que durar”. La decisión implica un alto costo financiero justo cuando se renegocia el pago de la deuda. Máximo mientras conversa por estos días no solo con intendentes propios sino también con legisladores de otros bloques en búsqueda de consenso.
Aunque en el oficialismo dicen que el proyecto no crea un nuevo impuesto sino un aporte extraordinario por única vez, la cámara de inicio será la de Diputados. De los 257 integrantes de la cámara baja, 119 pertenecen al Frente de Todos. Juntos por el Cambio tiene 116; el Interbloque Federal tiene 11; la izquierda, dos; el Movimiento Popular Neuquino una y Unidad y Equidad Federal, ocho. Los no oficialistas suman 138.
Desde el Palacio de Hacienda no quieren repetir la fallida experiencia del impuesto a la renta financiera, que generó una extenuante discusión a cambio de una muy escasa recaudación. En Economía entienden que la iniciativa tiene una alta carga simbólica pero un escaso efecto práctico: por el momento todos los detalles que trascendieron fueron los que dio el diputado Heller. En caso de establecerse un piso de $200 millones, lo pagarían unos 11.300 argentinos. Si tuviera como base $150 millones, serían unos 13.000 o más.
La alícuota inicia en 2% y se aplicaría en forma gradual hasta un máximo de 3,5% para quienes declararon un patrimonio superior a $3.000 millones hasta el 31 de diciembre del año pasado.