Se trata de los haberes de 18 millones de personas que el oficialismo busca establecer ‘a dedo’, a pesar de que la fórmula de movilidad jubilatoria sancionada en 2017 les hubiera proporcionado mayores ingresos.
Con la escusa de que las variables que podrían integrar una fórmula de movilidad están distorsionadas por la crisis económica que desató el coronavirus, el Gobierno envió al Congreso un proyecto de ley que posterga hasta el 31 de diciembre la suspensión de la fórmula de movilidad aprobada a fines de 2017 y de esta manera, los aumentos trimestrales –de septiembre y diciembre- volverán a ser fijados por decreto por el Poder Ejecutivo.
Los incrementos ‘a dedo’ fueron establecidos por la ley de Emergencia, aprobada el 23 de diciembre de 2019, y se aplicaron en marzo y junio, acumulando una suba de entre el 10 y el 19,9%, según los rangos. Con la fórmula anulada correspondían un 23,72% para todos los jubilados y pensionados del régimen general y demás prestaciones sociales.
Con esta estrategia, el kirchnerismo perjudicó en mayor medida a los que perciben jubilaciones y pensiones medianas y altas, profundizando la caída del 20% que se produjo en los dos primeros años (2018 y 2019) de vigencia de la fórmula suspendida.
Vale destacar que la movilidad comprende a 18 millones de beneficios, entre jubilados, pensionados, pensiones no contributivas, PUAM (Pensión Universal Adulto Mayor), AUH y Asignaciones Familiares.
En los fundamentos del proyecto se sostiene que con esta medida la Comisión formada por integrantes del Poder Ejecutivo y del Congreso que debe elaborar una nueva fórmula de movilidad dispondrán “de más tiempo” para analizar y aprobar “las pautas de actualización o movilidad de las prestaciones de los regímenes especiales”, en referencia, entre otros, a los regímenes de docentes, docentes universitarios, y Luz y Fuerza que disponen de fórmulas de movilidad propias que no quedaron suspendidas con la Ley de Emergencia.
Luego de enumerar las medidas adoptadas por el Gobierno a partir de la pandemia y la cuarentena, el texto del Ejecutivo sostiene que en el marco de “la realidad impuesta por la pandemia mundial del COVID-19, resulta absolutamente imposible ya no solamente construir una fórmula de movilidad seria, razonable y perdurable, sino tan solo prever o predecir cómo se comportarán las variables económicas en los próximos meses de modo tal de determinar, a priori, pautas serias para fundamentar técnica, económica y políticamente, los ajustes trimestrales establecidos por la ley”.
Con información de Clarín