De Lamadrid: “Cristina muestra debilidad, está acorralada y se le acaba el tiempo”

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El diputado habló del “falso” diálogo que plantea la vicepresidenta en su carta. En el aniversario de Néstor Kirchner, dijo que “fue un Robin Hood trucho que le sacaba a los más pobres para darle a los ricos”.


Álvaro de Lamadrid, diputado nacional de Juntos por el Cambio, volvió a lanzar duras críticas contra el modelo político que nació con los Kirchner en Santa Cruz y que luego siguió a nivel nacional, al cual consideró como un antónimo de la “democracia y la deliberación”.

En el 10° aniversario del fallecimiento de Néstor, el dirigente opositor habló sobre la biografía no autorizada del ex presidente. “Él era una persona que le gustaba la imposición, someter al otro, rendirlo. Se apropió de una provincia, la hizo un reino, se apropió de una mayoría circunstancial para terminar con la división de poderes, la justicia independiente, castigar a la prensa y adoctrinarla, todo con el fin de destruir la iniciativa privada de una provincia repleta de recursos. Representó un proyecto de poder absoluto que significó el fracaso de la política”.

En ese sentido, indicó que “los Kirchner a través de su paso por el poder han sido grandes maestros, porque nos mostraron nuestra peor cara como sociedad: una sociedad que durante mucho tiempo quitó la mirada del mal, que convirtió un anillo hacia la verdad y un anillo de silencio y complicidad. El silencio cuando hay que hablar es complicidad, y es una forma de degradar la verdad”.

A modo de conclusión, De Lamadrid fue categórico: “Dejaron un país destruido, más villas miserias, más pobreza. Kirchner siempre fue un Robin Hood trucho, le sacaba a los pobres para darle a los ricos más allá del discurso. Eso es imperdonable. Ese movimiento fue siempre autoritario, violento, un ejercicio omnipotente del poder. Y no buscó nunca el diálogo. Nunca buscó elementos democráticos”.

Y añadió: “Es muy importante destacar lo del falso diálogo que plantea Cristina. Muestra debilidad, que se encuentra acorralada, que se le acaba el tiempo. Ella hubiese querido que estos diez meses ya se haya aprobado la reforma judicial, que Eduardo Casal (procurador interino) esté afuera, que los jueces que la investigan fueran removidos y que los periodistas ya estén adoctrinados. Ella siente que además de tener la gente encerrada, gobernando por decreto y una justicia cerrada, no avanzaron lo que ella hubiese querido”.