En la previa de la inauguración de la Asamblea Legislativa, hubo gestos de molestia de la vice. Eduardo Valdés, después salió a bajarle el tono al momento tenso, pero…..
La transmisión oficial de la apertura de las sesiones ordinarias 2020 -que se celebró este domingo en el Congreso- captó por unos segundos un curioso cruce entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández que dejó mucha tela para cortar y sembró el misterio sobre una posible interna en el comando presidencial.
En las imágenes se observa cómo la vice le habla de forma tajante y con gestos de molestia, mientras el jefe de Estado asiente con la cabeza en silencio. Al instante ambos caminan hacia la Cámara de Diputados. No se escucha lo que dice pero según una especialista en lenguaje de señas citada por TN, la funcionaria afirmó: “Basta, se terminó, basta, hasta acá”.
Uno de los que más conoce la relación diaria entre los máximos referentes del Frente de Todos, es el diputado Eduardo Valdés, quien aseguró a los medios que vio la secuencia y que la relación entre ellos “es muy buena”. “Fernández le preguntó cómo era el protocolo de la sesión y Cristina le explicó con docencia platense. Y las docentes platenses son enérgicas. El tema era ese”, indicó.
Tras el diálogo, tanto el mandatario y la vice se dirigen al recinto de la Cámara Baja. Cristina avanza sola, adelante del Alberto, que se reúne con Sergio Massa para continuar su camino. El legislador habló con el Presidente la noche del domingo, durante una cena después de acompañarlo al partido que jugaron Vélez y Argentinos Juniors (equipo del que es fanático Fernández) en Liniers. “Nos reíamos de eso anoche”, indicó. Después, ratificó: “La relación de ellos es muy buena”.
Para Valdes, Cristina quiere que Fernández “sea el mejor presidente de la historia” y planteó que “no hay ninguna posibilidad de confrontación y enfrentamiento”. “Recuperaron el afecto preexistente, se volvieron a encontrar y nunca más se pelearán“, precisó.
Vale recordar que Fernández fue jefe de Gabinete del primer gobierno de CFK y renunció en medio del enfrentamiento del Gobierno con el campo en 2008, en plena tensión por la resolución 125 que proponía retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias. En ese entonces se distanciaron y se cuestionaron en público, pero el año pasado se reconciliaron.