La Cámpora se queda con todo

1969

En forma sigilosa y a paso redoblado, La Cámpora se está quedando con la suma del poder en la Argentina. Tienen un proyecto a mediano plazo y lo cumplen con una disciplina castrense que transforma la influencia de Cristina en hegemonía territorial y en ocupación de casi todos los cargos del estado.

Se parece a la tácita del “entrismo” de los Montoneros en los 70. Venían de diversos marxismos pero asumieron que “el pueblo trabajador era peronista” y que su espacio de militancia debía ser el partido del general. Se mimetizaron en el movimiento  y por lo bajo criticaban por reformista al “viejo” hasta que Perón los echó de la Plaza de Mayo por imberbes y estúpidos.

Tenían un proyecto de socialismo nacional por la vía de la insurrección armada y llevaron a la muerte a media generación.

El proyecto de La Cámpora, por ahora, no apela a los fusiles ni a la guerra popular prolongada. Su metodología es otra, pero el objetivo es el mismo: escriturar el peronismo a nombre de Máximo Kirchner. Ya lo lograron en la provincia de Buenos Aires que es el corazón de la masividad del voto. Aunque parezca mentira, Máximo Kirchner, nacido, criado y afiliado al Pejota de Santa Cruz, hoy es el presidente del poderoso Partido Justicialista bonaerense. No cumplía con  los requisitos legales de tiempo de afiliación ni de residencia en el distrito, pero cuando hay voluntad política y capacidad de presión (o extorsión), todo se arregla.

Todos los intendentes menos uno se rindieron ante el avance de la tropa camporista. El único que resistió fue Fernando Gray de Esteban Echeverría y veremos si se va a convertir en la vanguardia de un cambio o en el último que se va a arrodillar.

Por eso le digo que La Cámpora se está quedando con todo. Ubicó soldados de su ejército en casi todas las segundas y terceras líneas de los ministerios, embajadas y consulados. La mayoría de los consejos deliberantes bonaerenses están muy cerca de su control absoluto y están trabajando en el mismo rumbo en todas las provincias. Son una fuerza poderosa. Con alta capacidad de movilización, con recursos económicos millonarios y con un verticalismo típico de las orga revolucionarias.

No dejan un solo sector de la vida nacional sin intentar copar o conducir. Incluso van por la conducción de los movimientos sociales que es donde tienen menos inserción. Por eso se odian con el Movimiento Evita. Hoy Carlos Pagni retrata esa pelea con los piqueteros. Se puede resumir en Andrés “El Cuervo” Larroque contra Juan Grabois. Pero la batalla es para dejar de darle planes a los movimientos sociales. Dicen que eso fracasó y que hay que crear fuentes de trabajo. Eso es verdad. Pero, en realidad, quieren cortar la fuente de financiamiento de los piqueteros que finalmente, les disputan el control de la calle y los barrios humildes.

Suena exagerado, pero hay pruebas de  que también quieren manejar los clubes de fútbol y las asociaciones gremiales de trabajadores y hasta las organizaciones patronales. Hoy se conoció una denuncia de que La Cámpora se quiera encaramar en la conducción de la CAME que tiene elecciones la semana que viene. La entidad que nuclea a 600 mil pequeñas y medianas empresas que preside Gerardo Díaz Beltrán, advierte que el grupo de Máximo sumó a su proyecto a Alfredo González que es actualmente el secretario gremial. Y dicen que el operador de esta movida es el propio ministro del interior, Eduardo Wado de Pedro, un empresario muy próspero que está comprando cantidad de propiedades y terrenos en Mercedes.

Pero no hay que perder el foco de lo que está ocurriendo en el subsuelo de la actualidad informativa. La bulimia de poder de los camporistas es insaciable. Van por todo, como les recomendó Cristina. Con todos los resortes en sus manos, después será mucho más fácil decidir quién será presidente y la velocidad rumbo a un modelo chavista del que no ocultan su admiración.

Fue tragicómico lo que pasó con un posteo del Partido Justicialista que recordó el triunfo de las PASO del 2019.

En la foto de los festejos que subieron, no estaba Cristina. Herejía. Vade Retro. Sonaron todas las alarmas. No se sabe si fue un error a los que nos tiene acostumbrado Santiago Cafiero o una expresión de deseo. En la cuenta de La Cámpora de Instagram pusieron solamente “Che, se olvidaron de alguien” y en dos minutos, ya estaba Cristina en un primer plano. Pobre Santiaguito. No pega una y los camporistas le pegan siempre. Todos los días se lo quieren cargar y poner a alguien de su confianza en ese lugar.

Como si fueran un pacman que deglute espacios de poder, cada minuto, meten militantes en los lugares más estratégicos y en donde las  cajas de dinero son más suculentas.

Hay que estar atentos porque las próximas movidas son para terminar de copar la justicia y la salud, o mejor dicho las millonarias fortunas que manejan las más de 200 obras sociales de los gremios.

YPF es el juguete preferido de la corrupción de los Kirchner. Según los vientos de la época, fueron fervorosos estatizadores, privatizadores y lo que hiciera falta para llenar sus bolsillos de dólares y de militantes la estructura organizativa de la empresa. Entronizaron a Pablo González, que es  de la íntima confianza de Alicia, Cristina y Máximo Kirchner.

Para ellos, el poder debe ser total o no será nada. Eso se llama totalitarismo.

Fernanda Raverta se hizo cargo del Anses, que dispone del 40% del presupuesto. ¿Escuchó bien?  El 40 % del presupuesto, alrededor de dos billones de pesos. Si con “b” larga. Dos billones.

Lo mismo pasa con Luana Volnovich, en otra de las cajas monumentales: el PAMI. Mucho dinero y poder territorial en todo el país.

La mano derecha de Mariano Recalde cuando estuvo al frente de Aerolíneas Argentinas, ahora es el número uno de la empresa: Pablo Ceriani que ya cerró Austral.

Según reveló Carlos Pagni, en su momento, la tropa camporista asumió el manejo de todo el sistema informático del Poder Judicial. Eso incluye el tema de las elecciones. Peligro en puerta.  La designación de un fanático K como el juez Alejo Ramos Padilla como juez electoral en Buenos Aires, cierra el círculo.

Alerta, alerta que camina, toda La Cámpora por nuestra bendita argentina. Se están quedando con todo. Quien quiera oír que oiga.

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre