El fracaso de Alberto frente al virus

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Hay que pedirle el máximo de explicaciones al presidente Alberto Fernández. Hay que convocarlo al Congreso para que nuestros representantes le hagan todas las preguntas que sean necesarias. Hay demasiadas torpezas, mala praxis y sospechas de manejos tan oscuros que podrían encubrir algún tipo de corrupción. La gestión que el gobierno de los Fernández hizo de la pandemia es un verdadero desastre. Ahora estamos pagando las macabras consecuencias en cantidad de contagiados y muertos y en falta de vacunas y previsiones sanitarias.

Llegó la hora de llamar a las cosas por su nombre. Basta de eufemismos y medias verdades.

El maldito virus atacó a todo el planeta, es cierto. Pero en pocos países del mundo se produjeron los niveles de ineptitud, soberbia y fracaso que demostró Alberto Fernández, con la complicidad, desde la clandestinidad de Cristina. Lo asegura un trabajo de la agencia Bloomberg. Argentina, Polonia y Brasil son los tres países del mundo que peor actuaron en lo que va de la pandemia.

Semejante impericia con resultados horrorosos que todavía no terminan, merecen, como mínimo una explicación detallada para evitar que nos sigamos enterrando en el pantano de la sinrazón. Porque acá se están jugando vidas de argentinos. Y la respuesta del gobierno es un relato ideológico que intenta responsabilizar a la oposición y una incapacidad monumental para resolver hasta los mínimos problemas. Como en la Revolución de Mayo, el pueblo quiere saber de qué se trata. Las redes se llenaron de críticas muy duras. Diego Guelar, el ex embajador en China y los Estados Unidos, escribió un tuit donde se preguntó: “¿Si esto no es delito de lesa humanidad… que es?

Otros recordaron el concepto de “la corrupción mata”. El doctor Alejandro Fargosi fue a fondo: “La impericia y la negligencia pueden convertirse en delitos gravísimos, aún y sobre todo en pandemia”.

Por eso le digo que Alberto y Cristina tienen muchas preguntas que responder. Trataré de hacer un resumen a modo de aporte ciudadano.

  • ¿Es cierto que pudimos haber accedido a 38 millones de vacunas de la mejor calidad y tiramos a la basura esa posibilidad?
  • ¿Es consciente el presidente y su jefa política de que la gran mayoría de los argentinos podríamos estar  inmunizados a esta hora si no hubieran cometido la salvajada de no acordar con Pfizer y el Fondo Covax, como lo hicieron muchos países de la región?
  • ¿Reconocen que en estos momentos solamente el 2% de la población fue vacunada con las dos dosis correspondientes y que esa situación es una bomba de tiempo frente a la potencia y velocidad de la segunda ola?
  • ¿Se dieron cuenta que están dando señales de confusión muy angustiantes en la pandemia más grave y criminal de la historia argentina?
  • ¿Es verdad que, como denunció Joaquín Morales Solá en La Nación, el laboratorio Pfizer ofreció darnos prioridad sobre 13,3 millones de dosis en reconocimiento a los 6 mil voluntarios que colaboraron en las pruebas que se hicieron en el hospital Militar?
  • ¿Alguien puede explicar de verdad, con pruebas y testimonios creíbles, como se tomó esa decisión nefasta y quien se hará cargo de que hayamos cortado la relación con uno de los laboratorios más prestigiosos del mundo y al que la Unión Europea está a punto de comprarle 1.800 millones de dosis para aplicar el año que viene?
  • ¿Podrían ordenarle al ex ministro Ginés González García que comparezca en el Congreso para dar detalles de la ruptura de las negociaciones con Pfizer? Cuando fue consultado por el periodismo solo dijo vaguedades como “requisitos inaceptables” o que pedían “activos soberanos”.
  • ¿El resto de los países se arrodillaron ante los requisitos inaceptables que exigía Pfizer o pusieron como garantía sus embajadas como dijo insólitamente una cronista de un canal K?
  • ¿Fue un tema ideológico, como dicen algunos escribas del cristinismo? Sin que se les cayera la cara de vergüenza aseguraron que uno de los más grandes fondos buitres es dueño de Pfizer?
  • ¿O en realidad fue un negocio con la gente de Astra Zéneca y le quisieron dar prioridad a ellos que, al final, no pudieron cumplir con sus entregas?
  • ¿Podrían mostrar la transferencia o el mecanismo que utilizaron para pagarle a Astra Zéneca los 60 millones de dólares de adelanto por el 60% de las vacunas que no llegaron?
  • ¿Tienen presente que ninguna de las dos entidades más importantes del mundo en el control de medicamentos han autorizado a las vacunas Sputnik y Sinopharm? Hablo de EMA, el organismo europeo y de la FDA de los Estados Unidos. Y ojo que no estoy cuestionando la efectividad de las vacunas. Tal vez sean muy buenas. Pero el oscurantismo informativo, la censura y la autocracia de China y de Rusia me provocan inquietudes de este tipo.
  • ¿Hay alguna posibilidad de contratar una vacuna cubana que llaman Soberana, como están anunciando? ¿Y las goticas milagrosas del revolucionario Maduro? Dejeme creer que solo un chiste de humor negro de las redes sociales y algunos fanáticos que ven el cielo en el infierno castro chavista.
  • ¿Sabe que Axel Kicillof aseguró que compró un millón de vacunas a Rusia al comienzo de la pandemia y luego se las cedió al estado nacional? ¿Cuánto costaron? La provincia las pasó de mano en forma gratuita. ¿Por qué nos enteramos un año después?
  • ¿Cuál fue el motivo racional y científico para que hayamos contratado solamente 2,5 millones con el Fondo Covax cuando podríamos haber adquirido 25 millones?
  • ¿Se dan cuenta la gravedad de la catástrofe sanitaria que afrontaron con una impericia inédita? Han muerto casi 63 mil argentinos. Hoy en camas de terapia intensiva hay más de 5.100 compatriotas.  
  • Y eso que me estoy concentrando en el corazón de este drama. No quiero detenerme en esta ocasión en el rosario de frivolidades y chapucerías de Alberto y Ginés que nos dieron vergüenza ajena. Filminas con información falsa y agresiva con otros países, declaraciones acerca de que el dengue era más grave que el covid que además iba a tardar muchísimo en llegar. Ni hablar de los inmorales traficantes de vacunas, encabezados por Carlos Zannini, la bajísima cantidad de testeos y del lento y burocrático proceso de vacunación.
  • Y por último, señor Presidente: ¿Me equivoco mucho sin pienso que ustedes son pésimos administradores del estado porque nunca trabajaron fuera de la política y el lobby? ¿Y que son muy malos negociadores porque están acostumbrados a someter al otro en lugar de buscar acuerdos y consensos?
  • Para el final solo le pido señor presidente que no nos trate de Covidiotas. Este es un gobierno NS NC, no sabe, no contesta. El pueblo quiere saber porque nos vacunó a todos y, simultáneamente, no vacunó a nadie.

Editorial de Alfredo Leuco en Le doy mi Palabra por Radio Mitre.