El final del Ni una menos

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El final del Ni una menos.

La ultra izquierda trotskista y el chavismo K destruyeron el movimiento feminista llamado “Ni una menos”. Para mi esa es la noticia principal del día de la mujer. Fanatizadas por copar la conducción, le inyectaron un consignismo jurásico que redujo a cenizas esa iniciativa tal como la conocíamos. Ya no hay mujeres independientes en sus actos. Ya no hay jóvenes de otros partidos. Espantaron con su ideologitis a todas aquellas feministas valientes e inteligentes que no comulgan con posturas estalinistas que usan para atacar políticamente a los adversarios y para proteger a sus compañeros. Es cierto que logran concentraciones masivas. Pero tienen la misma magnitud que los actos de los piqueteros o del camporismo y la izquierda sin votos. Son minorías intentas, acostumbradas a los actos y los carteles pero que están muy lejos de la vida cotidiana de quienes dicen representar.

Por eso se cosen la boca con intenciones de omertá y no dicen nada de José Alperovich, el político más poderoso que ahora mismo está juzgado por violación a su sobrina. Callan frente a la repugnancia de piqueteros chaqueños que cambiaban planes por sexo. Su silencio es atronador frente al asesinato y desaparición del cuerpo de Cecilia Strzyzowski. Todo indica que la mafia de Emerenciano Sena arrojó su cadáver a los chanchos. Y las chicas de Ni una menos, miraron para otro lado porque Sena es un mafioso pero es del palo, es cumpa, es guevarista. Levantan las pancartas de Milagro Sala. Con solo leer los expedientes y las dolorosas denuncias de quienes fueron sus subordinadas, sabemos que además de delincuente y ladrona, Milagro Sala fue una feroz golpeadora de mujeres. Latigazos y cachetazos a toda hora. Ni una menos, no dijo ni una palabra. Porque presuntamente Milagro es de izquierda. Si, es fascista de izquierda como la burocracia que copó la conducción de Ni una menos.

Le doy el ejemplo más claro que los grandes diarios argentinos no comentaron.

El documento que se leyó el viernes decía, lo siguiente, entre otros delirios lunáticos. Le pido que escuche con atención, por favor: “Reafirmamos el carácter internacionalista, plurinacional, antirracista, antiimperialista, antibiologisista, transfeminista, antiespecista, anticapitalista, antigordofóbico, anticarcelario, anticapacitista, migrante, trasfronterizo, antifascista, antiedadista y transgerenacional del movimiento”.

¿Escuchó bien? Hablan un lenguaje acorde con su elitismo y presunta superioridad moral. Por eso sacan cuatro votos. Por eso sesgaron y achicaron un movimiento feminista que en sus orígenes era plural, multipartidario, multisectorial y profundamente democrático. Por eso digo que destruyeron Ni un Menos tal como la conocíamos. Ahora es un sello más del infantilismo que siempre lleva al fracaso y al precipicio.

Las más irracionales caen en la violencia, el vandalismo y la provocación. No solamente proclaman sus ideas insólitas. También atacan a los que no piensan como ellas. Así como en su momento cayeron en la herejía de vandalizar la Catedral de Buenos Aires y ofender a millones de creyentes, en Lujan anteayer hicieron lo mismo con una Iglesia Evangélica. Con aerosoles pintarrajearon el frente del edificio con consignas a favor del aborto y la educación sexual. Insultaron a todos los que profesan ese culto. No es la primera vez que lo hacen. Rompen todo. Lo que los fieles evangélicos construyen con solidaridad y fe es repudiado por las profetas del odio. Los evangélicos se destacan por su extraordinario trabajo entre los más humildes y entre los que hay caído en el flagelo de la droga. Son expertos en ayudar a los que más necesitan. Es insólito y absolutamente repudiable que estas fanáticas atropellen esos valores.

Ni hablar del tema de los países que admiran y celebran. Hablan de derechos y libertades pero apoyan dictaduras feroces como Cuba donde el machismo y la homofobia criminal son política de estado. Atacan a Israel por su derecho a defensa en Gaza y de esa manera se hacen cómplices de los terroristas de Hamas y de sus jefes de Irán. El documento kilométrico que se leyó en la plaza del Congreso no dice una palabra de las violaciones que los invasores del territorio israelí cometieron como armas de guerra. Violaron con tanta violencia que fracturaron la pelvis de muchas mujeres. Una de ellas tenía semen de 87 personas. Más salvajismo y ferocidad no se consigue. Ayer en Teherán encarcelaron a dos mujeres por el delito de bailar en la calle. Todavía está impune el asesinato de Mahsa Amini por tener el velo mal colocado.

Pero las fascistas de izquierda no tienen problema en malversar y vaciar de contenido la lucha valiosa del verdadero feminismo. Solo la utilizan de ariete contra sus enemigos y de escudo para sus amigos. Doble discurso. El Foro Argentino contra el Antisemitismo (FACA) que integramos con Pablo Novak, exigió la libertad de todas las mujeres que todavía continúan como rehenes de Hamas. Han sido violadas, torturadas y siguen en cautiverio. Como dice su consigna: “Vivas y libres las queremos. Y si no incluye a las mujeres judías, no es feminismo, es antisemitismo”.

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre