Al gobierno de Cristina y Alberto ya no le queda nada por destrozar. Han roto todo y por eso, la gran mayoría de argentinos lo definen como el peor gobierno de la historia democrática.
Han logrado convertir a nuestro sufrido país en tierra arrasada. Es tan grande la inoperancia del fanatismo ideologista que ahora están dinamitando hasta su propia coalición de gobierno. Es el Frente de Todos contra todos.
Sergio Berni es integrante de la línea fundadora del kirchnerismo. Desde Río Gallegos que viene siendo un soldado disciplinado de Nèstor y Cristina. Sin embargo no se habla con la vice presidenta y ya le pidió públicamente que se lleve al borracho porque ella lo trajo. Berni habla como si no hubiera tenido nada que ver durante estos últimos 20 años.
En declaraciones a una radio oficialista, Berni dijo que: “el país está llegando a un estado de irracionalidad e intolerancia que desembocan en estos hechos”, después de conocerse la muerte de un camionero que fue atacado tras intentar cruzar un piquete en la localidad de Daireaux.
Pero no contento con eso, como si recién llegara a la realidad, el Ministro de Seguridad aseguró que: “Me parece que la Argentina está llegando a un estado de irracionalidad, crispación e intolerancia que desembocan en estos hechos.
Y finalmente, remató su comentario editorial con un título para la historia: “Argentina ya está perdiendo el rumbo y el orden”.
Periodistas independientes y opositores sensatos lo vienen advirtiendo hace meses. Pero hay muchos kirchneristas de oración diaria, que recién lo están reconociendo ahora porque se dan cuenta que el país se está hundiendo, que el gobierno es un horror, que los argentinos que mes sufren están sufriendo más todavía y que el frente que Cristina parió para ganar las elecciones, está en plena descomposición.
Nadie puede planificar nada en esta tierra arrasada por Cristina y su banda delictiva. No hay precios de los productos y no hay productos. No hacen nada para frenar la inflación y por el contrario toman medidas para acelerar y profundizar la hecatombe económica. Lo mismo pasa con el dólar y la falta de inversiones. No hay gasoil y ni se preocupan por gestionar ese drama productivo. Se ponen del lado de los delincuentes de todo tipo. De los corruptos ladrones de estado como Cristina, Boudou, Lázaro, Uribarri y cientos más. Y del lado de los dictadores criminales que gobiernan Cuba, Venezuela, Rusia e Irán.
En esa no se equivocan. Siempre del lado de los victimarios. Los seudo mapuches son protegidos y alentados por los K. Los presos son idolatrados por los K.
Se acusan mutuamente sin que se les caiga la cara de vergüenza. La Campora contra al Movimiento Evita. El ministro de Transporte contra el Secretario de Energìa. Axel Kicillof contra Martìn Guzman. Berni contra Anìbal Fernàndez. El Cuervo Larroque contra Pèrsico. D`Elìa contra Cristina, Hebe contra Alberto y Cristina contra todos.
Estàn cortado por la misma tijera. Estàn entrenados en buscar culpables en lugar de soluciones y por eso quebraron este país y sembraron el odio y la vagancia en la población. Decìan que volvían mejores y volvieron mucho peores.
Bonafini también es de la línea fundadora del kirchnerismo. Y no se cansa de castigar a Alberto sin decir que Alberto es un espantapàjaros que inventò su amada Cristina. Ahora dijo que Alberto, siempre quiere ser el protagonista y que si va a un velorio, quiere ser el muerto.
Se tiran con todo. Con la misma saña con la que les tiran a los periodistas, jueces y opositores, ahora los misiles explotan puertas adentro.
Incluso se amenazan con romper la omertá que los mantuvo como cómplices y hablar sobre la mega corrupción de estado. Luis D’Elìa fue claro cuando contó que sentía asco en la cárcel cuando veía que Cristina tenía tres hoteles y que Daniel Muñoz compraba propiedades en Estados Unidos por 60 millones de dólares.
Ayer le conté que fue el propio Alberto el que por escrito, aseguró que Cristina fue la autora del encubrimiento màs grande del delito de coimas al estatizar Ciccone para proteger a Amado Boudou.
Como puede verse, estoy argumentando el concepto de Tierra arrasada que están dejando estos muchachos con palabras de oficialistas. Berni, Hebe Bonafini, D’Elía y Alberto por nombrar solamente a los más conocidos. Pero por abajo, en los barrios se acusan de todo. Cristina como nunca está recibiendo un feroz fuego amigo. Y esa es la forma de comprobar que cada vez tiene menos poder y que está en su peor momento aunque nunca hay que subestimar su capacidad de daño.
“Cristina tiene un quilombo con la negrada, no quiere a la negrada, ella prefiere los blanquitos de clase media de La Cámpora”, dijo Luis D´Elía en una radio del palo. La acusó de discriminar a los pobres.
Luis D’Elía no es un eslabón suelto. Hoy expresa lo que Alberto no se atreve a decir. Sus acusaciones fueron demoledoras contra quien fuera su jefa política. Se las resumo: “Cristina tiene posiciones suicidas y yo no me quiero suicidar con ella. Muchas de sus posturas están en sintonía con el macrismo. Yo no fui a la cárcel por corrupto. Fui por defender a Cristina”.
La grieta se profundiza cada vez más adentro del gobierno. Irresponsables y suicidas nos están llevando al peor de los mundos: la tierra arrasada. Y está claro que no fue magia. Fue mafia.
Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre