El referente de JxC también se sumó a la ola de críticas contra el Gobierno nacional por haber enviado a un representante a la reasunción de Daniel Ortega en Nicaragua, donde también asistió un acusado del atentado a la AMIA.
Siguen las repercusiones por la insólita presencia de la Argentina en la reasunción de Daniel Ortega en Nicaragua. El embajador de nuestro país Daniel Capitanich estuvo en la jura del dictador centroamericano y hasta se dio el lujo de compartir la ceremonia con Mohsen Rezai, un iraní buscado por la Interpol acusado de explotar la AMIA, que también fue invitado.
Tras el repudio masivo que recibieron, desde el ministerio de Relaciones Exteriores manifestaron su “más enérgica condena a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega”.
Rezai es vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán y está acusado de ser participar del ataque a la AMIA, el 18 de julio de 1994.
El canciller Santiago Cafiero remarcó que el gobierno argentino “exige una vez más al Gobierno de Irán la cooperación de manera plena con la Justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes”.
Los referentes de la oposición no perdonaron la actitud del Gobierno y dispararon munición gruesa. Uno de los más crudos fue Miguel Ángel Pichetto.
En su posteo, afirmaba: “Papelón de la Cancillería: El Embajador argentino en Nicaragua comparte el acto de asunción del dictador Ortega con el jerarca iraní Mohsen Rezai acusado de ser autor intelectual del atentado a la AMIA”.
“La Argentina persiste en el error de vincularse con terroristas y dictadores“; concluyó Pichetto.