Osvaldo Bazán: Eduardo Duhalde, el presidente Coso y el comportamiento psicótico

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La columna dominical en el El Sol. “Sin comportamiento psicótico de los dirigentes nacionales los diarios saldrían en blanco, el congreso casi no funcionaría y la justicia estaría parada”.

Osvaldo Bazán – @Osvaldobazan

Qué cosa traicionera la salud, uno no se puede confiar. Tanto ASPO y Dispo, tanto toser en el codo, tanto tecito caliente aconsejado por el P.C. (Presidente Coso) y resulta que además de la peste del virus, aparece otra epidemia que no pudo prever ni la sagacidad del Ministro de Coso, Ginés González Coso (autor de éxitos tales como “China está Lejos”, “Acá hace calor”, “Es 7 de julio, el pico viene en dos o tres días”). Es la epidemia del Comportamiento Psicótico (C.P.), una enfermedad que le agarra a los locos con carnet subidos al pony.

Duhalde predijo un golpe y despúes se arrepintió.

El de esta semana salió desde Lomas de Zamora, ese lugar mágico que se dirige a control remoto desde Puerto Madero. Rápidamente el C.P. (Comportamiento Psicótico) se desparramó por América TV, ya casi la comarca más infectada después de AMBA. Apareció Eduardo Duhalde, un inquietante y eterno integrante del déficit fiscal desde que en 1973 entró al Concejo Deliberante de Lomas de Zamora como segundo concejal y en poco tiempo y sin que nadie lo eligiese, se sentó en el sillón de intendente (una manía que desarrollaría después ya con otro sillón más importante) con la pequeña ayudita de sus amigos UOM y las 62 organizaciones (te acordás de 62 organizaciones: grupo de riesgo) que sacaron de malas maneras al intendente Pablo Turner, quien desaparecería meses después. No era saludable en los primeros ’70 ser adversario de Eduardo Duhalde. Sin ir más lejos ahí está lo que le ocurrió al concejal Héctor Lencina, cazado por la Triple A en lo que se llamó “La Masacre de Pasco”, mientras Duhalde era intendente. No, no fue en la dictadura, niño educado en la mitología CTERA, fue bajo un gobierno democrático. O mejor, un gobierno peronista, no sé si tu maestra que insiste en que las clases presenciales son la muerte, te lo contó. Sólo con mucha maldad se puede colegir que el pobre Edu tuvo alguna incidencia en que todos sus adversarios la pasaran tan mal. Durante tres horas el 21 de marzo del 75, 16 autos con cuatro peronistas de derecha cada uno salieron a cazar a peronistas de izquierda por Lomas de Zamora. Una vez que los encontraron, los subieron a un colectivo, los llevaron a la Avenida Pasco y cuando los hicieron bajar, los fusilaron. Después, dinamitaron los cuerpos. “La Masacre de Pasco” tuvo 8 muertos y a Duhalde sentado en un sillón que no le correspondía. La del golpe que lo sacó a De La Rúa dejó a 38 cadáveres en la calle y a Duhalde sentado en un sillón que no le correspondía. Así que lo de sacar a Chiche Duhalde de su obvio destino de vendedora de productos del catálogo de Tsu Cosméticos a sus compañeras de yoga para ponerla en el escenario público de la Argentina a opinar, como si su palabra fuera importante, no habría sido el peor pecado de don Eduardo, que ahora va a la tele a decir que hay un golpe de Estado en marcha y tiene como fundamento que bueno, que ya hubo muchos otros golpes de Estado. Por supuesto, cuando volvió en sí como no podía decir que le hackearon tremenda cabeza aseguró que tuvo un C.P. (comportamiento psicótico). La epidemia de C.P. está haciendo estragos, Edu. Todo lo que el gobierno declara en este país es debido a un C.P.. Sin comportamiento psicótico de los dirigentes nacionales los diarios saldrían en blanco, el congreso casi no funcionaría y la justicia estaría parada. Esteeem, bueno.

¿Qué otra cosa más que un C.P. es retar a todo el país y mandar a la Policía a perseguir a señoras que pasean perros en los bordes de las ciudades y al mismo tiempo sacarse una foto sin distancia social, sin barbijo como hizo el Presidente Coso junto a su sindicalista ejemplar y publicarla? Ahora, publicarla primero y cuando se dieron cuenta del despropósito sacarla y poner otra foto como hizo Ámbito Financiero demuestra que el C.P. llegó al periodismo, cosa que se sospechaba hace tiempo. El pobre Julio Ramos, si viera en lo que se convirtió su diario, le diría a Silvana Suárez que no fue tan papelón levantarse de la mesa de Mirtha (todas referencias de grupo de riesgo). C.P. en el periodismo es lo que hace que un Gato denigre como “cobardes” a los soldados de Malvinas sólo para ver si provoca a un impresentable carapintada y conseguir así que salga a agitar algo como un golpe que sólo figura en la mente de aquellos que quizás lo necesiten para que no se note que son los responsables del naufragio.

Comportamiento Psicótico: el Presidente Coso tuiteando a las dos de la mañana que al país le va genial con la caída del empleo, mientras compara cinco meses contra un año entero. O regalándole un perro a una señora que ha perdido el hijo, quizás por prepotencia policial. “¿Te mataron un hijo? No te preocupes, acá tenés un perrito que es casi lo mismo”; o diciendo que un ex presidente le dijo en privado que se murieran los que tuvieran que morirse sin más prueba que su palabra, que uno no sabe si es la de hoy, la de ayer o la de antes de ayer, todas contradictorias entre sí; o lo de decir “de repente aparecen problemas (por coronavirus) en el interior del país” y uno se pregunta ¿qué quiere decir “de repente” si hace 165 días que estamos encerrados saltando sobre una curva que no sólo no se aplana, se eleva como los cohetes de Menem que en dos horas nos iban a dejar en Japón?; o decir “estamos haciendo las cosas de las que hablamos en la campaña electoral” mientras vuelve a fijar con delirio mandón la rebaja en las jubilaciones (estamos grandes para decir “aumento”) y alimenta la famosa bola de leliqs. Finalmente ¿qué otra cosa más que C.P. es quejarse de la belleza de la ciudad capital del país del que es coso? Imaginar a Emmanuel Macron lamentándose: “Pucha, qué culpa me da que París sea tan hermosa” nos da una idea de cuánto ha calado el C.P. en el P.C. (Presidente Coso).

¿Comportamiento Psicótico? El ministro de Educación que dice que no se puede salvar para el sistema educativo a 15 chicos por escuela y pide asesoramiento a la Primera Dama Fabiola Cosa, licenciada en coso con título de cosa.

El Comportamiento Psicótico también atacó a la doctora Mariel Gorruto, del juzgado federal de Río Grande. Es por el caso de las hermanas Garay. Las dos chicas de Tierra del Fuego habían rebotado 10 veces en su pedido al Comité de Crisis de San Luis para poder entrar a la provincia a ver a su papá Martín, que con cáncer de pulmón agonizaba en el pueblo puntano de Quines. Sólo la difusión del caso de Solange (ese caso que conmovió a todo el país menos a los gobernantes que no le dedicaron ni una sola palabra, siempre tan poco empáticos con el sufrimiento que infligen a la población) hizo que el comité reviera su posición. Por supuesto, ya era tarde. Las chicas, más el hijo de una de ellas, salieron en auto para hacer los 3200 kms. que las separaban de su papá. Habían tardado mucho tiempo en cumplir con todo lo que San Luis le pedía. En medio del viaje se enteraron del fallecimiento de su papá, estaban en Puerto San Julián cuando recibieron la noticia y Victoria se descompensó. Así y todo decidieron seguir manejando intentando al menos llegar al sepelio al que no llegaron. Destruidas anímica y físicamente, la jueza Gorruto en Comportamiento Psicótico las obligó a hacer cuarentena de una semana en la Universidad de La Punta y no en la casa de su mamá, que era lo que ellas pedían para pasar al menos estos días horribles todos juntos. Las hermanas tienen, además, el resultado negativo del hisopado que les hicieron en Tierra del Fuego.

El C.P. viene creciendo en las provincias, con varios casos en Santa Fe: el de la Policía rosarina que le rompió el tabique a una chica y le quebraron la pierna a su novio por cometer el delito de ir a buscar la cena a un bar; el de la Policía de Santa Isabel, que golpeó hasta dejar inconsciente al ex presidente de la comuna Mario Kovacevich y detuvo a sus hijos que estaban cenando en su casa.

También se reportaron casos de C.P. en la provincia de Río Negro, por ejemplo el de Luciano Delgado, titular del ANSES de Allen quien decidió que la delegación local atendiese directamente en la Unidad Básica del PJ, total una cosa es el Estado y la misma cosa es el partido. Sin embargo, el caso más grave de C.P. de Río Negro está atacando a la gobernadora Arabela Cosa Carreras y la fiscal federal Silvia Little Cosa (“Cosita” para los amigos) que no ven delito alguno en que 130 familias entren a la zona más bella de El Bolsón, a una reserva federal, cortando árboles centenarios para tomar tierras que ya están siendo ofrecidas en Facebook; ni en las violentas agresiones sufridas por el cabañista Diego Frutos, que tuvo que refugiarse en el ACA de Lago Mascardi frente al ataque de gente que se percibe mapuche mientras que el Ministerio de Seguridad y Coso Nacional, en otro C.P. no deja actuar a las fuerzas federales ni patrullar a la Gendarmería.

En donde los analistas se han puesto de acuerdo es que hay vectores supercontagiadores, son aquellos que desparraman más rápidamente y a más cantidad de personas la enfermedad. En Argentina, el caso emblemático es el de la Presidenta Vice que deja a su paso una estela obscena de C.P. que, lamentablemente, tarda mucho en diluirse. Por eso puede decir oronda en el Senado que no hace falta explicar una ley a quienes la van a votar en contra. Por lo que se ve, tampoco haría falta explicarla a quienes la votarán a favor, total lo que importa es el número de votos, no lo que dice la ley y mucho menos cómo afectará a los ciudadanos. Otro síntoma C.P. de la Presidenta Vice es auspiciar un impuesto para grandes fortunas mientras pide cobrar millones de nuestro dinero sin pagar Ganancias o decir que la reforma por la que viene escorchando desde siempre no es “su reforma” o enojarse porque Google es muy preciso con sus descripciones.

La buena noticia es que a diferencia del COVID, cuya vacuna está en veremos, contra el Comportamiento Psicótico de los dirigentes se ha desarrollado rápidamente una vacuna. Ya hay vacuna, tratamiento y cura. Ya se aplicó tres veces, con efecto terapéutico inmediato: frenó el festival de liberalización de presos, enterró la estatización de Vicentín y puso en aprietos la reforma judicial. Los ciudadanos que en tantos lugares del país están enfrentando las tomas ilegales de tierra, son parte de la cura.

Hay una realidad y una ilusión: hoy en Argentina la vacuna está muy por delante del Comportamiento Psicótico y el país finalmente se librará de la peste. Una masa crítica de ciudadanos corre hacia el futuro mientras el Comportamiento Psicótico de dirigentes desconectados de la realidad intenta por todos los medios mantenerlos en el pasado. Esa masa crítica es la que ha entendido que hay otras posibilidades, que cada acto cuenta, que la esperanza es el valor a cuidar hoy que tanto enfermo psicótico nos quiere hacer creer que este mal es eterno y que la enfermedad vino para quedarse y que no se la puede combatir y que lo único que podés hacer es encerrarte y resignarte a morir sólo y triste. Spoiler: la muerte es inevitable; la esclavitud, no.

Esa masa crítica piensa en mañana y no cree que todo esté perdido por varias razones: primero, porque nunca estuvo tan despierta; segundo porque está testeando, siguiendo y aislando a cada gobernante con Comportamiento Psicótico; y, finalmente, porque los enfermos nunca estuvieron tan desorientados, tan tristes, solitarios y finales.

Ocuparse, no preocuparse: el Comportamiento Psicótico se combate con muchos respiradores y sin tapabocas. Al Comportamiento Psicótico, como al dengue, le ganamos entre todos. Sólo es cuestión de dar vuelta los cacharros.

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