La información dice que el próximo 18 de mayo se elegirán 30 legisladores de la Ciudad de Buenos Aires. Todo indica que los tres candidatos con más posibilidades de ganar son Silvia Lospennato, Manuel Adorni y Leandro Santoro. Pero, el análisis político anticipa una fuerte batalla entre las tres figuras más importantes de la política nacional: Javier Milei, Mauricio Macri y Cristina Kirchner. El lunes 19, los diarios y portales más importantes van a tener que elegir entre tres títulos.
Veamos cada una de las posibilidades.
No hay dudas que Manuel Adorni es el candidato que mejor representa a los hermanos Milei. Tiene un lenguaje didáctico y un alto conocimiento público producto de su puesto de vocero presidencial. Preguntas: ¿no debería pedir licencia mientras dure la campaña?
¿El votante independiente aceptará en su mayoría que La Libertad Avanza vaya tan fuerte contra el PRO? La foto con la motosierra en la sede del gobierno de la Ciudad es solo el comienzo.
¿No se interpretará como un error estratégico el confundir el enemigo que, claramente para ambos partidos es el cristinismo? ¿Pesará más la potente imagen positiva de Javier Milei o la imagen negativa de Karina, “el jefe” de las decisiones electorales? Para celebrar el domingo a la noche, los Milei necesitan merodear el 35% de los votos. Y aquí surge otra incógnita: ¿Cuántos votos conseguirá Ramiro Marra, socio fundador del mileísmo y expulsado sin dar una explicación clara?
¿Fue tan grave lo que hizo para que le sacaran roja directa? Está claro que los pocos o muchos votos de Marra serán menos votos para Adorni.
Silvia Lospennato es una diputada y oradora valiente y coherente producto de la cantera del partido de Macri. Deberá poner a prueba todas sus capacidades para hacer un delicado equilibrio entre defender la gestión de Jorge y la vigencia del liderazgo de Mauricio Macri que ya está lanzado en entrevistas y recorridas para defender el invicto que tienen desde 2007. La ciudad es la cuna donde nació el PRO y donde nunca perdieron una elección en los últimos 18 años. Su discurso y el de todos sus compañeros, está claro. Apuntar contra Karina Milei y Santiago Caputo como los enemigos del macrismo. Recordar que ellos generosamente los votaron en la segunda vuelta y apoyaron en sus bancas los proyectos más importantes del gobierno. No será fácil preservar la figura del presidente. Deben cuidar su investidura y no provocar a una parte importante del electorado que sigue ilusionada con Milei. Es difícil castigar a dos de los integrantes del triángulo de hierro sin afectar al otro. Y aquí aparece la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta, el anterior jefe de gobierno porteño, ex precandidato a presidente por el PRO.
Mauricio Macri, hizo declaraciones durísimas contra Horacio. Lo acusa de traidor, de ser funcional al kirchnerismo, de que su candidatura tiene mal olor y no el olor a pis de la ciudad y que quedó muy golpeado después de su derrota en la interna contra Patricia Bullrich. Cada voto de Larreta será un voto menos de Lospennato. Eso está claro. Larreta se juega su vida política en esto. Si consigue más del 15% de los sufragios, podrá levantar la copa de su autoestima y regresará a la carrera por el poder. Si apenas suma cerca del 5% de los votos, será un papelón y su certificado de defunción política. Veremos.
Estas divisiones entre lo que podríamos llamar el espacio de la centro derecha republicana y la derecha libertaria aumenta las posibilidades de que el cristinismo llegue en el primer puesto y se imponga en la elección. Si los comicios se dividen en tres tercios como se sospecha, con un 25 o 30%, Leandro Santoro puede lograr ese éxito que le daría un envión anímico muy fuerte al kirchnerismo.
Cristina apostará a ganar en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. Si eso ocurre, será muy difícil que vaya presa y quedará, nuevamente con chance de volver a la presidencia de la Nación. Este es el gran peligro que afronta la Argentina. Esto demuestra el grave error que cometió Karina Milei. Se almorzó la cena. Se salteó un paso. Primero, unidos el PRO y La Libertad Avanza deberían haber intentado cerrar el ciclo del kirchnerismo y luego intentar dejar a su hermano Javier, como único líder de ese espectro ideológico. Ya no hay vueltas. Será a suerte y verdad.
Santoro viene trabajando de moderado apelando a los buenos modales. Una manera astuta de ocultar su defensa a ultranza y sin fisuras de la doblemente condenada Cristina y su Cártel de Pingüinos Millonarios. No se escuchó a Santoro decir una palabra crítica sobre la corrupción más grande la historia democrática que protagonizó el matrimonio Kirchner. ¿Santoro caracteriza como democráticos a Maduro y el castrismo cubano? En su lista lleva candidatos como Mariana González, del espacio de Juan Grabois y Alejandro “Pitu” Salvatierra que romantiza orgulloso igual que su compañera de radio, el haber estado preso por el robo de tres bancos. Los que odian a Messi y al Dibu aplauden a Salvatierra y citan a Bertolt Brecht.
Pregunta chicanera: Salvatierra va por una banca o por un banco.
Aquí surge otra inquietud. ¿Con Grabois y el Pitu, podemos estar tranquilos respecto del combate al delito y la inseguridad? Santoro le abrirá las puertas nuevamente a los piquetes y permitirá que la ciudad se convierta en un baño de sangre como hizo Axel Kicillof en la provincia?
En la lista no podía faltar alguien de La Cámpora como Juan Pablo Modarelli. Y si uno busca un poquito en las redes o en los archivos aparecen los abrazos de Sergio Massa a Santoro.
Como si esto fuera poco, Santoro elogió a su amigo Alberto Fernández, el peor presidente de la democracia, a quien definió como un hippie con sentido de trascendencia.
¿En qué país vivió Santoro? ¿En qué ciudad le gustaría que vivan los porteños?
Habrá que ver cuántos votos puede perder con Juan Manuel Abal Medina o con el apadrinado de Guillermo Moreno.
Hay que marcar la coherencia y el coraje contra la corrupción de Paula Oliveto en representación del partido de Elisa Carrió y la sorpresa del director técnico Ricardo Caruso Lombardi, aquí presente. Y alertar sobre dos candidatos muy minoritarios antisemitas y fascistas de ultra izquierda como Vanina Biasi o de ultra derecha como César Biondini.
La única verdad, como siempre, la tienen los ciudadanos. Hablarán en las urnas y se abrirá una nueva etapa.
Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre