Los argentinos que valoran y defienden la República han recibido una buena noticia. Prácticamente, la totalidad de los bloques opositores, se pusieron de acuerdo en impulsar la Boleta Única de Papel. Es un hecho político que les hace mostrar racionalidad democrática, diálogo y les permite marcar agenda y recuperar la iniciativa. Para eso llamaron a una sesión especial para el jueves que viene. Cada uno cedió algo y eliminaron las diferencias menores. Buscaron consensos amplios y denominadores comunes. Van a presentar los 8 proyectos similares que tienen estado parlamentario. No va a ser fácil que logren la media sanción en el recinto. Necesitan los dos tercios de los votos presentes. Pero van a generar un fuerte desafío al oficialismo del peronismo cristinista que los obligará a fijar posición. Y quedarán en evidencia quienes apoyan el futuro luminoso y quienes apuestan al pasado oscuro. Y en una de esas, logran ganar la votación y darle más luz y transparencia a la democracia. Parece un tema menor, burocrático, pero no lo es. No es casualidad que el oficialismo se haya negado terminantemente a implementar este mecanismo de votación pese a que se utiliza en casi todos los países democráticos del mundo.
Con la Boleta Única de Papel se acaban las trampas y los tramposos. Es una sola papeleta que tiene a todos los candidatos y solamente hay que marcar con una birome al que uno elija. Así de simple y efectivo. Se terminan los miles y miles de papeles. ¿Cuál es la mejora? Es más transparente y equitativo porque los partidos más truchos, los caudillos del peronismo, sobre todo en el Conurbano, roban o esconden o directamente tiran a la basura las boletas de otros partidos. Y el que no tiene fiscales, se perjudica muchísimo. Con una sola boleta, no sirve de nada ese delito porque todos los partidos y todos los candidatos están en el mismo papel. Se terminan todas las triquiñuelas, el voto cadena, poner boletas falsas para que se anule el voto, todas esas estafas ya no se pueden hacer.
Pero también es un mecanismo más sencillo y más rápido a la hora de colocar el voto en la urna y a la hora del recuento. Y es mucho más barato. Se ahorran más de 3 mil millones de pesos al no tener que imprimir tantas boletas. Y más amigable con el medio ambiente: menos papel, menos tinta, menos transporte.
Este instrumento ya lo utilizan en Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Neuquén y Salta y funciona a la perfección. Desaparece la posibilidad de hacer fraude. Es equitativo porque pone a todas las agrupaciones en un pie de igualdad.
La Cámara Nacional Electoral recomienda utilizar este sistema.
Esta decisión de gran parte de la oposición muestra además que la política puede aportar soluciones y que no solamente es confrontación y pelea. Que también es la búsqueda de consensos.
Si se aprueba la boleta única, se podría convertir en la puerta abierta para sumar otros avances en la calidad democrática.
Por ejemplo, la Ficha Limpia que también rige en varias provincias. Para evitar que las boletas se conviertan en aguantaderos donde se escondan los procesados o condenados por la justicia. Para que las listas de candidatos no convoquen a delincuentes que busquen fueros e impunidad.
Y también sería un crecimiento institucional que se aprobara “la ley de extinción de dominio”, una forma de recuperar para todos los argentinos el dinero y los bienes que hayan robado los corruptos.
Ninguna de estos caminos asegura que se terminen los problemas más graves y concretos como la pobreza, la desocupación o la inseguridad. Pero permite que los mecanismos institucionales funcionen más rápido y mejor. La democracia es el menos malo de los sistemas. Pero los problemas de la democracia se arreglan con más democracia. Más honestidad, menos delitos. Más ciudadanos, menos autoritarios. Más Republica y menos trampas. De eso se trata.
Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre