Las tomas de tierras no cesan en el Sur

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Una comunidad autodefinida como mapuche tomó una vivienda y están armados. Se trata de la seccional El Maitenal en el parque nacional Los Alerces, en Chubut.


Una nueva usurpación de tierras fiscales, concretada en las últimas horas a cargo de un grupo autodefinido como mapuche, amenaza con elevar la tensión en el Sur del país. Esta vez, el Sindicato de Guardaparques Nacionales de la República Argentina (Sigunara) denunció la toma de la Seccional El Maitenal en el parque nacional Los Alerces, en Chubut.

“Desde el territorio recuperado a Parques Nacionales, comunicamos a la sociedad en general que hemos ocupado de forma permanente la seccional El Maitenal. Ante las intenciones de Parques de querer ubicar un nuevo Guardaparques en este lugar, manifestamos que esta vivienda se encuentra dentro del territorio de Pailako”, publicaron en las redes sociales.

La comunidad denunció que el último sábado, un helicóptero de Gendarmería “sobrevoló el lof varias veces a baja altura sobre las rukas y se pudieron observar dos personas: una filmando y otra apuntando con un arma, con la puerta abierta del helicóptero”.

“Bajo este contexto de hostigamiento tanto en lo judicial como en lo territorial, plantearon, reafirmamos nuestra convicción de permanecer en el territorio convencidos de que este es el camino hacia una práctica plena de nuestra cosmovisión. Continuaremos el legado ancestral de nuestros pu kuifikecheyem, hacia la defensa del wallmapu y de la liberación nos encaminamos. No pasarán”.

Desde el sindicato, en tanto, explicaron que la seccional tomada “se encuentra distante en línea recta casi un kilómetro al área que originalmente fuera tomada por la fuerza y, como lo advertimos hace varios meses, los intrusos están avanzando en la ocupación del parque nacional desobedeciendo la orden de no innovar dictada por la Justicia Federal”.

Miembros del sindicato recordaron que, tres meses atrás, en una recorrida de rutina, dos guardaparques sufrieron un ataque con piedras en cercanías a la seccional por parte de personas encapuchadas.

Los miembros de Sigunara cuestionaron que “a pesar de la advertencia a las autoridades, la actitud pasiva de la Administración de Parques Nacionales implica ahora la pérdida de este bien patrimonial del Estado y la pérdida de control en el territorio”.

“Exigimos la restitución del bien a través de los medios democráticos legales así como la tranquilidad para trabajar en el área sin sufrir las constantes provocaciones y agresiones que el personal de Guardaparques no ha generado ni respondido”, finalizaron en el comunicado.

“Esto es una réplica de lo que pasa en Villa Mascardi. Si no lo paran, puede terminar igual o peor”, dijeron desde el sindicato. “Lo advertimos hace mucho tiempo. Si lo de Mascardi no tiene una solución corría peligro de replicarse. Y así pasó en Los Alerces. Y puede pasar en varios parques nacionales más. Estas personas se dicen mapuches pero no lo son. Se ponen una vincha y un poncho y salen a quedarse con tierras que para nada les pertenecen”, agregaron desde el sindicato, que además mantiene un importante distanciamiento del Administrador de Parques Nacionales, Daniel Somma, quien se mantuvo al margen del tema al asegurar a algunos medios de la zona que la toma “todavía no está comprobada”.

Somma, además, desconoce la existencia del gremio porque no tiene personería jurídica. “Se convirtió en un simple testigo ocular cuando debería actuar para defender el parque”, aseguraron los representantes de los guardaparques.

La zona del nuevo conflicto, según la denuncia de los guardaparques, se llama “El Maitenal”, y está a tres kilómetros de Villa Futalaufquén, un sector central del parque. Por el caso hay una causa penal abierta en el juzgado de Esquel a cargo del juez Guido Otranto. Esa causa, dicen desde el sindicato, “tiene nombre y apellido. Se trata de Cruz Cárdenas, un exempleado de Parques Nacionales devenido mapuche. Ya fue a declarar ante el juez. Pero los ataques siguen”.

La nueva toma ocurre en el marco del reciente viaje a Río Negro de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic -sobreexpuesta en las últimas horas a raíz del asesinato de un ciudadano armenio y sus posteriores declaraciones-, y de su par de Justicia, Marcela Losardo, para continuar con la mesa de diálogo en la que el Gobierno nacional intenta encontrar una salida pacífica a la usurpación mapuche de tierras de Villa Mascardi.

Sin embargo, la comunidad Lafken Winkul Mapu no se presentó a la reunión, cambió en el transcurso de las últimas semanas a su interlocutor y, según las funcionarias, presentó por vías alternativas una propuesta que no estaba en el plan de trabajo conjunto.

A su vez, ese espacio de diálogo pacífico se había visto amenazado el 25 de noviembre, cuando Diego Frutos, un poblador de Villa Mascardi, fue atacado por una patota mapuche durante una protesta. También se intentó prender fuego la casa donde vive junto a su familia.