Las concejalas detenidas por cuestionar a Insfrán denuncian “lesiones y maltrato”

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Celeste Ruiz Díaz y Gabriela Neme tuvieron que pasar varias horas arrestadas mientras participaban de una protesta pacífica en la puerta de un centro de aislamiento. “Tengo lesiones en las muñecas, en los tobillos y en la espalda”, reveló Neme.

Tras pasar algunas horas arrestadas, Gabriela Neme y Celeste Ruiz Díaz denunciaron maltrato y lesiones durante su paso por la comisaría. Habían sido detenidas arbitrariamente por la policía de Gildo Insfrán por manifestarse en contra de los polémicos centros de aislamiento que se armaron en Formosa, donde obligan a hacer cuarentena aún a aquellos que den negativo en sus test de covid.

“Una oficial que nunca se identificó me empujó para bajarme de la camioneta. Tengo lesiones en las muñecas, en los tobillos y en la espalda. Fui revisada por un forense judicial, uno policial, mi médico de parte y un escribano. Está todo en el expediente”, contó Neme, abogada e integrante del peronismo disidente de esa provincia.

“Fue muy violento todo. Me acusan de instigación a cometer delitos y resistencia a la autoridad, cuando se ve claramente en las imágenes que yo estoy hablando normalmente con ellos y me agarran por la fuerza y me meten en la camioneta”, acusó la concejal en declaraciones al canal TN.

Neme y Ruíz Díaz fueron detenidas el jueves mientras participaban de una manifestación pacífica en la puerta de la Escuela N° 18 Fray Mamerto Esquiú, en la capital provincial, donde funciona uno de los centros dispuestos por el gobernador Insfrán para aislar a casos positivos y sospechosos de COVID-19. Ese lugar fue uno de los denunciados días atrás por las concejalas.

“Son terribles las cosas que suceden ahí adentro. Hay nueve niños en estado de hacinamiento. Bebés de dos y cuatro meses sin cobertura pediátrica”, contó Neme.

Por su parte, Ruíz Díaz también dio su versión de los hechos. “En tres oportunidades me quisieron hacer firmar los motivos por los que me iniciaron una causa, y yo les respondí que no lo iba a hacer sin presencia de mi abogada. Por suerte pudo ingresar el senador (Luis) Naidenoff con el doctor Montoya que me ofició de abogado, pero a mí me quitaron el teléfono de una forma muy agresiva y no me permitían hablar con mi abogada”,

“Fue bastante feo lo que viví en la comisaría. Con Gabriela nos tenían en salones diferentes. Yo estuve en un pasillo esposada y ahora estoy sufriendo las consecuencias en mis muñecas”, completó Ruíz Díaz.