El intendente de Lanús ponderó el liderazgo del expresidente y dijo que es “el referente ineludible” del PRO.
El intendente de Lanús de Juntos por el Cambio, Néstor Grindetti, propuso que no haya PASO dentro del PRO en caso de que el exmandatario Mauricio Macri decidiera ser candidato presidencial en las elecciones del año próximo, al considerar que “merece el segundo tiempo” debido a que es “el referente ineludible” del espacio político.
“Si Mauricio decidiera ir por el segundo tiempo, aspiro a que dentro del PRO se llegue a un acuerdo. Después, si el radicalismo desea poner un candidato ahí sí es lógico que haya interna. Desde el PRO, me parece que si Mauricio decide dar el paso merece que todos lo acompañemos para que nuestro candidato sea él”, subrayó Grindetti durante una entrevista con Noticias Argentinas.
El dirigente opositor, quien tiene la aspiración de ser precandidato a gobernador bonaerense, afirmó que Macri hizo “un trabajo reflexivo y de autocrítica muy importante que incluso está plasmado en sus libros”, motivo por el que “merece el segundo tiempo” de gestión a nivel nacional.
Grindetti comparte la opinión de los principales referentes del PRO respecto de que un eventual gobierno de Juntos por el Cambio debe “ir a fondo con todo desde el primer día, sobre todo en temas económicos”.
La entrevista
— ¿Qué análisis hace de la política argentina actual?
— La veo alejada de los problemas de la gente, muy endogámica, muy mirando para adentro y eso está produciendo un fenómeno de alejamiento de la gente a la política.
— ¿Incluye al oficialismo y la oposición?
— Sí, la política en general. Yo que lo veo así trato de ser distinto, de estar cerca de la gente. A algunos les saldrá mejor que a otros, pero somos muchos los que tratamos de hacerlo. Ahora, a la política en general la veo enfocada en los problemas generados dentro de la rosca. Los vecinos están preocupados por la inflación, la inseguridad, la educación y muchos me dicen ‘pónganse un poquito a pensar en esos problemas, dejen de rosquear entre ustedes y díganme cómo zafamos de esta'”.
— ¿Qué tan fuerte está Juntos por el Cambio a tres años de haber dejado de ser gobierno?
— Veo algo que tal vez suene contradictorio con lo que se ve en la superficie, porque a la alianza la veo fuerte. Desde el más común de los sentidos, todos sabemos que nos conviene mantenernos unidos, porque rompernos es correr un riesgo grande de no poder llegar al poder. Compartimos valores y un modelo de país a futuro y a partir de ahí lo que hay son diferencias tácticas, de caracteres y hay relaciones humanas. Estoy confiado de que va a primar el sentido común y que nos vamos a mantener todos juntos de cara al año que viene, donde cada espacio político tendrá que ver cómo resuelve su interna. En el PRO confío que la vamos a arreglar y después podrá haber una PASO entre espacios políticos. Se ve mucho peleas y contestaciones, pero en el fondo la alianza está fuerte.
— Varios dirigentes de Juntos por el Cambio afirmaron que no hay lugar para el gradualismo y hay que ir a fondo el primer día en caso de llegar al Ejecutivo nacional, ¿comparte esta idea?
— Sí, hay que ir a fondo con todo desde el primer día. Por ejemplo, tenemos que ir a buscar que no haya más planes. Tenemos que saber que las medidas tienen que empezar inmediatamente, pero tenemos que transmitirle a la gente que los efectos definitivos llegan con el tiempo para no crear falsas expectativas. Ahora, la decisión firme de ir adelante con algunas cuestiones centrales, sobre todo en temas económicos, tiene que ser desde el primer día. Tenemos que llegar con leyes preparadas y estrategias listas para no perder tiempo.
— ¿Qué temas son aquellos en los que crees que hay que ir a fondo desde el primer día?
— El caso más emblemático y del que habla todo el mundo es el de los planes sociales, donde hay que trabajar muy rápido para comenzar a eliminarlos a través de distintas medidas. Primero hay que darle dignidad a los planes, que tengan una contrapartida de trabajo efectivo. Hay que darles una alternativa de capacitación y colocaciones en el sector privado a través de una reducción fuerte de aportes patronales a quienes tomen a personas de ese origen.
— ¿En qué otras áreas se debería trabajar para alcanzar el déficit cero que se plantea desde Juntos por el Cambio?
— Hay que trabajar mucho con las empresas públicas. Yo no digo que no tienen que existir sino que tienen que ser autosustentables. No puede ser que entre todos banquemos a una cantidad relativamente pequeña como son los vuelos vía el déficit que tiene Aerolíneas Argentinas. Hay muchas formas de hacer que Aerolíneas sea eficiente. Y así con todas las empresas del Estado, algo que también se puede hacer inmediatamente.
— Otro de los planteos ronda sobre la idea de que los medios públicos generan déficit, ¿cómo cree que sería la forma correcta de gestionarlos?
— No veo mal que el Estado tenga un canal de televisión, pero lo que no puede ser es que todos los argentinos banquemos algo que debería ser equilibrado si no es autosustentable. Eso se puede hacer porque todos los canales son rentables, entonces el canal estatal también lo puede ser pero hay que gerenciarlo bien. Lo mismo hay que hacer con cada una de las empresas del Estado. En algunas se podrá hacer más rápido y en otras será de una manera más lenta. Yo no estoy en contra de las empresas públicas y no digo que haya que cerrarlas sino que hay que hacer equilibradas desde el punto de vista económico.
— En ese punto, usted plantea una diferencia respecto de aquellos dirigentes de su espacio que plantean que hay que privatizar o cerrar Aerolíneas Argentinas
— Yo digo que Aerolíneas puede ser rentable, como lo son muchas empresas aéreas del mundo. Hay que intentar eso. Esa rentabilidad la tiene que lograr con un buen gerenciamiento y acostumbrándose a competir. Lo que no puede pasar más es que el subsidio salga de las arcas del Gobierno nacional.
— ¿Cree que es necesario discutir una reforma laboral?
— Sí, definitivamente. No me refiero a una sola ley sino muchas leyes, porque es necesario trabajar para bajar los costos impositivos. Cuando uno dice reforma laboral no es bajarle el sueldo a los trabajadores, sino que es facilitar la toma de gente a través de una reducción de costos y de una seguridad jurídica para las empresas.
— ¿Comparte la visión de Patricia Bullrich respecto de involucrar a las Fuerzas Armadas en seguridad interior?
— Con la legislación adecuada y con los cuidados adecuados, donde se cometen delitos que pueden ir contra la soberanía nacional yo no lo veo mal. Dado la experiencia que hemos tenido en los terribles años ’70, obviamente que tiene que haber un andamiaje legal realmente muy importante y un control muy bueno sobre la ejecutividad de esos programas. Llegado el caso y con la debida intervención del Parlamento yo no lo veo mal.
— Usted dijo en varias oportunidades que apoya la precandidatura presidencial de Bullrich porque es quien mejor representa las ideas de Macri, ¿qué implica eso?
— Hace 40 años que estoy trabajando con Mauricio. Para mí, el líder indiscutido de este espacio es él, que es el referente ineludible. Si él decide ser candidato, yo voy a estar claramente trabajando su candidatura. Me parece el líder que está unos pasos más adelante del resto de los distintos liderazgos que fueron apareciendo en este periodo como Horacio (Rodríguez Larreta), Patricia. Mauricio está unos pasos adelante porque es un expresidente y fundador del PRO. Del resto de líderes que hay en nuestro espacio, la que mejor representa los valores es Patricia, pero yo prefiero que el candidato sea Mauricio. Esta la verdad.
— ¿Si Macri decide ser candidato tendrá que imponerse en las PASO?
— Yo pienso que no, porque creo que Mauricio merece el segundo tiempo. Él ha hecho un trabajo reflexivo y de autocrítica muy importante que incluso está plasmado en sus libros. Si él decidirá ir por el segundo tiempo, aspiro a que dentro del PRO se llegue a un acuerdo. Después, si el radicalismo desea poner un candidato ahí sí es lógico que haya interna. Desde el PRO me parece que si Mauricio decide dar el paso merece que todos lo acompañemos para que nuestro candidato sea él.
— ¿Rodríguez Larreta y Bullrich lo van a aceptar?
— Hace 20 años que estamos todos juntos y siempre nos hemos puesto de acuerdo, por lo tanto aspiro a que vuelva a ser así. Veremos cómo son las definiciones en función del peso de cada uno, habrá que ver de qué forma nos ponemos de acuerdo y en base a qué criterios.
— ¿Cree que Macri tiene ganas de ser candidato en 2023?
— Mauricio está muy ocupado en mantener la unidad interna, en preparar un plan de gobierno. Entonces, uno no puede leer algo que me parece que él tampoco lo tiene todavía del todo decidido. Yo no quiero parecer de ninguna manera, sobre todo en mis charlas personales con él, presionando para que sea candidato. Hoy la actitud y el tiempo lo está ocupando en mantenernos unidos, en ser un referente. Lo que dijo es que el año que viene se verá y no me
parece que esté escondiendo algo.
— Si el expresidente decide no presentarse como candidato, ¿Qué valores de Macri ve representados en Bullrich?
— La veo representando mucho mejor los valores que a mí me atraen del liderazgo de Mauricio. La veo mucho más cercana a la decisión encarar las cosas desde el primer momento, de ir para adelante sabiendo que algunas medidas no van a tener un resultado inmediato y que vamos a tener que explicar mucho al vecino.
— ¿Cómo se puede bajar el nivel de confrontación que se generó en Juntos por el Cambio en torno a las candidaturas?
— Se consigue con diálogo, que no quiere decir que estemos todos de acuerdo. Hay que buscar consensos a partir de las diferencias. En el PRO no hay diferencias profundas en temas estratégicos sino que pueden ser diferencias instrumentales. Todos tenemos que hacer el esfuerzo de trabajar y de ponernos de acuerdo.
— ¿Cómo toma las críticas internas al expresidente?
— La verdad es que no me gustan, sobre todo porque le agregan confusión a la gente. A veces escuchas una declaración y pareciera que fuéramos dos espacios distintos y somos una coalición. Me parece que hacer una crítica puntual sobre las personas lo único que hace es confundir.
— ¿Las candidaturas en Juntos por el Cambio deben ser puras de cada espacio o cruzadas entre el PRO y la UCR?
— Lo más transparente en términos de mensaje a la ciudadanía es que cada espacio político tenga sus candidatos. Mauricio para mí es indiscutido para el PRO, pero entiendo que los radicales quieran su candidato y entonces Mauricio tendrá que competir en una interna con los radicales.
— ¿Qué reflexión hace de las amenazas de Bullrich al jefe de Gobierno de la Ciudad, Felipe Miguel?
— Prefiero que esos cruces no existan. Son chisporroteos que hay a nivel personal entre Patricia, Horacio y Felipe Miguel. En las relaciones humanas, aún entre amigos, hay exabruptos. A veces la puteada que uno se larga no es literal sino que es una expresión de los que somos más temperamentales que otros. Es la superficie eso, no es el fondo. Las discusiones entre amigos existen, entonces cómo no van a existir en un espacio político. Creo que del episodio lo más repudiable es que se haya firmado y que alguien lo haya filtrado. El hecho en sí me parece una cosa natural que sucede en todo grupo humano.
— Usted ya dijo públicamente que quiere ser precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, pero aclaró que no va a hacer nada por dividir la alianza, ¿puede haber algún motivo por el que decida no ser precandidato?
— No, lo que digo es que no tenemos que poner en riesgo la alianza. ¿Qué hice? Me senté con los eventuales rivales que son Cristian Ritondo, Joaquín de la Torre, (Javier) Iguacel y decidimos trabajamos juntos con los equipos técnicos, tener un solo proyecto y después vamos a explicarle a la gente por qué cada uno cree que lo puede hacer mejor. Yo quiero ser precandidato y trabajo mucho para serlo. Si no me toca, voy a estar acompañando.
— ¿Va a competir en las PASO?
— Creo que los del PRO nos tenemos que poner de acuerdo y hay que ir a una PASO contra otros espacios políticos como el radicalismo y la Coalición Cívica. Todos los que queremos ser precandidatos del PRO tenemos la capacidad y las ganas como para que al final del día pongamos ponernos de acuerdo. Ahora, hoy quiero ser yo el precandidato, esta es la verdad.
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