El Gobierno y el PRO impulsan las candidaturas de Karina Milei y Mauricio Macri: ¿qué hay de cierto?

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Mientras en el espacio amarillo algunos dirigentes ven con desconfianza los movimientos del expresidente, en Casa Rosada observan con atención cómo se reconfiguran las alianzas de cara a las elecciones.


La relación entre Mauricio Macri y Karina Milei nunca estuvo exenta de tensiones. Desde el inicio del gobierno de Javier Milei, la secretaria General y el expresidente mantuvieron una relación distante marcada por desconfianzas mutuas. Según trascendió, la funcionaria representaría el mayor obstáculo para un eventual acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA). Incluso, figuras clave como Santiago Caputo, asesor cercano al mandatario, han mostrado reticencias a la idea, aunque admiten que, si el mandatario lo exige, habrá que explorar negociaciones.

El primer y único encuentro entre Macri y Karina Milei, ocurrido en Olivos el año pasado, terminó en un rotundo fracaso. Según fuentes cercanas, la reunión sirvió únicamente para reafirmar las diferencias entre ambos. Mientras Macri veía en Karina una figura inflexible, ella, por su parte, mantenía una postura firme en defensa de la autonomía libertaria. Desde entonces, las gestiones del exmandatario se concentraron en Caputo, pero los resultados tampoco fueron favorables.

En medio del incierto escenario electoral, ambos nombres resurgen como potenciales candidatos. La posibilidad de que Karina Milei o Macri encabecen listas ha sido tema de especulación en ambos espacios políticos. En el entorno libertario, Karina es reconocida como una figura con poder absoluto dentro del partido, mientras que desde el PRO, algunos sectores buscan usar el nombre de Macri como estrategia de presión. ¿Son estas propuestas genuinas o solo movimientos tácticos para reforzar posiciones en la mesa de negociación?

A pesar de los rumores, Karina Milei parece no estar interesada en lanzarse como candidata. Fuentes cercanas afirman que ella prefiere concentrarse en su rol estratégico dentro del gobierno y fortalecer la estructura de LLA a nivel nacional. Su primer y único acto público en 2024 dejó un sabor amargo, lo que refuerza su decisión de mantenerse lejos de una candidatura testimonial. Sin embargo, algunos aliados cercanos, como Martín Menem y Sebastián Pareja, insisten en destacar su capacidad para liderar, señalando que fue clave en el ascenso de su hermano a la presidencia.

Macri, por su parte, utiliza su posible postulación como una herramienta de negociación. Aunque el exmandatario rechaza la idea de ocupar una banca en el Congreso, su nombre ha sido impulsado estratégicamente, sobre todo por Jorge Macri, quien busca reforzar la hegemonía del PRO en la Ciudad de Buenos Aires frente al avance de LLA. Esta maniobra incluye acciones como la pegatina de carteles con la consigna “Mauricio 2025”, que busca instalar mediáticamente la idea de su candidatura al Senado.

En el fondo, la disputa revela las tensiones internas en ambos espacios. Mientras en el PRO algunos dirigentes ven con desconfianza los movimientos de Macri, en Casa Rosada observan con atención cómo se reconfiguran las alianzas de cara a las elecciones. La posibilidad de acuerdos parece lejana, especialmente con la marcada resistencia de Karina Milei a cualquier vínculo con el macrismo. Por ahora, ambos bandos parecen apostar más a tácticas de presión que a verdaderas propuestas de colaboración.