D’Elía acusa a Clarín de “auto atentado”

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Sin que se le cayera la cara de vergüenza, Luis D’Elía acusó al grupo Clarín de haber “pergeñado un auto atentado” en la sede del diario. El piquetero ultra cristinista y violento no aportó un solo dato, pero culpó a la víctima del ataque brutal de 9 encapuchados con 8 bombas molotov.

Podrán decir que este personaje nefasto es marginal al sistema de poder del kirchnerismo. Pero no recuerdo que ni Alberto ni Cristina hayan desmentido jamás las salvajadas que suele decir y hacer. Y en muchos casos, aparece en los actos del oficialismo y llevó a su partido a votar por los candidatos del Frente de Todos. Es un vocero de los sectores más chavistas y que mejores contactos tiene con Irán y Venezuela.

Además de responsabilizar a los empresarios del Grupo Clarín, que es otra manera de justificar el intento de incendiar el diario, D’Elía repartió críticas para varios periodistas y demostró su absoluta agresividad e ignorancia sobre el tema. Celebró que Lanata ya no haga 30 puntos de rating y quiso interpretar eso como una señal política. No sabe o no quiere saber, que el programa de Jorge es uno de los más vistos y que su nivel de audiencia es exitoso de acuerdo a las nuevas cifras de encendido. Sacó pecho porque según él, le dijo a Marcelo Bonelli en la cara que “ustedes son una pistola en la cabeza de la democracia” y atacó al genial Jorge Fernández Díaz que, de acuerdo a sus resentimientos, dice mentiras contra Cristina en radio Mitre.

Un chanta, pero un chanta peligroso que sigue tirando nafta al fuego del odio contra los periodistas y los medios que no se arrodillan ante el altar de Cristina. Ya le conté que desde que perdieron las elecciones primarias, hay una campaña de estigmatización y juicios contra periodistas en forma individual, con nombre y apellido. Apuntan a silenciar las voces independientes. Intentan meter miedo y solo hacen cosquillas. Ningún periodista que se precie de tal arruga frente a las amenazas ni deja de buscar la verdad de las cosas. Y si deja de buscar la verdad, deja de ser periodista.

Hay que recordar quién es este energúmeno llamado D’Elia. Estuvo preso en la cárcel de Ezeiza, condenado por la justicia por haber tomado en forma violenta la comisaría de la Boca. La justicia K le otorgó la libertad, como a casi todos los delincuentes oficialistas. ¿Se acuerda cuando, con un cuchillo, cortó la tobillera electrónica que tenía puesta, pese a que esa es una herramienta del estado que pagamos todos? Nadie lo sancionó, por supuesto.

Habló por teléfono con Milagro Sala y estuvieron presentes, el intendente de Ensenada, Mario Secco, el talibán cristinista que citó a Galtieri en un discurso, el juez federal Juan Ramos Padilla, padre del juez electoral y Hugo “Cachorro” Godoy de la CTA y delegado de Nicolás Maduro en Argentina.

No es un tema menor que Luis D’Elía haya salido a decir públicamente que se trató de un auto atentado en Clarín. Ayer los temas más repetidos en Twitter fueron con el hashtag “#auto atentado y #prensa basura”.

D’Elia marca un camino a la militancia más irracional. Incita a la violencia como cuando propuso a Maduro que fusilara opositores y que a Macri lo fusilaran en la plaza pública.

Su personaje produce un profundo rechazo y es piantavotos, como alguna vez le dijo Parrilitudo para no invitarlo a un acto de Cristina. Por eso ni los kirchneristas lo quieren a su lado. Carece de representatividad y la única vez que se sometió al veredicto de las urnas, sacó 15 mil votos. ¿Escuchó bien? Se llena la boca hablando en nombre del pueblo y solo consiguió 15 mil votos.

A este soldado de Cristina y de Irán,

se lo puede ver en fotos con líderes extremistas iraníes y prófugos de la Justicia como Moshen Rabbani y personajes que apuestan a la violencia como partera de la historia como Fernando Esteche (el ex comandante de Quebracho acuchillado por sus propios ex compañeros) o Roberto Perdía (el ex integrante del estado mayor de Montoneros, hoy asesor de los falsos mapuches).

Antisemita fanático, permitió que su amigo Jorge Khalil, tratara al entonces canciller Héctor Timerman de “ruso de mierda”. Y como si esto fuera poco, D’Elía alquiló a un grupito de la barra brava de All Boys para un acto a favor de Palestina y donde la consigna principal era “basta de sionismo nazi”. Se puede escuchar con nitidez la voz llorona de D’Elía decir que le tuvo que tirar unos “manguetes” a los muchachos que se portaron bien. Les dí 25 lucas, dice en un momento. ¿De dónde habrá sacado el dinero? Lo digo porque, en esa época, el propio Sergio Szpolski, el empresario que más pauta publicitaria recibió del gobierno de Cristina para que vaciara sus medios K, puso en twitter que Luis D’Elía era “un ladrón que recibía cheques de Irán”.

En su programa de radio Rebelde, hace unas horas, D’Elia además de acusar a Clarín de “pergeñar un auto atentado” celebró el record de puntos del riesgo país. “Ojalá lleguemos a un millón de puntos porque eso significará que no arreglamos con el Fondo Monetario. Lo mejor que nos puede pasar es entrar en default”. Increíble pero cierto. Porque además, ese es el verdadero pensamiento de estalinismo del ladri feudalismo cristinista. Gerardo Ferreya, el empresario que se hizo ultra millonario con los privilegios que le dio Cristina, propuso algo similar y fue más a fondo todavía. En síntesis llamó a hacer acuerdos económicos con China y Rusia y no pagar la deuda al fondo porque “nació de una decisión política imperial amañada con cipayos locales”.

Ferreyra también estuvo preso y fue uno de los que no se arrepintió en la causa sobre las coimas colosales pagadas por la obra pública, registrada en los cuadernos de Centeno. Su amigo y cómplice es el jefe de todos los abogados del estado, Carlos Zannini. Se conocieron en la cárcel durante la dictadura. Ferreyra fue integrante del terrorismo criminal del Ejército Revolucionario del Pueblo y Zannini era militante de una vertiente albanesa del maoísmo.

Un piquetero y un magnate, unidos por el kirchnerismo proponen lo mismo. Dios los cría y Cristina los amontona.

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre