Años de investigación contra la peor mafia de la historia argentina, finalmente la Justicia se arremangó e hizo lo que tenía que hacer: ratificar la condena contra la expresidenta Cristina Kirchner, quien fue sentenciada a 6 años de prisión por la causa Vialidad.
Seguramente Jorge está en el paraíso de una redacción o de un estudio de radio y televisión. Ahí navega como pez en el agua. Siempre fue un animal del periodismo. Lo ejerció con creatividad y con coraje en todos sus soportes y formatos. Dignificó este oficio maravilloso. Fue el mejor de su generación.
A esta altura, nuestro querido compañero de radio Mitre, se ha convertido en un símbolo de libertad. Lanata fue y es sinónimo de lucha contra los autoritarismos oscurantistas y censuradores como los de chavismo venezolano o los del kirchnerismo argentino que son bastante similares.
El gordo trascendió las fronteras del periodismo y se convirtió en un ícono de la rebeldía. Demostró que estaba más allá de todo y que no le tenía miedo a nada. Es largamente, el mejor periodista de todos los tiempos. Logró productos novedosos y exitosos en radio en tele y en gráfica. Algunos caceroleros gritaban “se siente, se siente/ Lanata presidente”. Nadie creyó que eso fuera posible. Sabían que es una chicana y un grito de protesta. Su nombre convocó a multitudes en los rating y en las calles.
Cuando Cristina y su cártel de los pingüinos millonarios venían degollando, Lanata incitó a que los ciudadanos le hicieran “fuck you” al pánico. Y se atrevió a jugar de igual a igual contra el monopolio de medios kirchneristas. Y no digan que se hizo el guapo desde canal 13 porque ya rompía todos los moldes desde el humilde canal 26 donde compartimos pantalla para escapar de la persecución de los K. El gordo tenía defectos, como todos. Seguramente se equivocó cien veces, como todos. Habrá cometido injusticias mientras dirigió algunos medios, como todos. Pero hoy en una bandera de libertad.
Su esfuerzo de investigación monumental, contra viento y marea, finalmente se confirmó hasta el último detalle. Como él dijo, lo escuchó recién: había bóvedas, había bolsos, eran socios y testaferros, había hoteles con pasajeros fantasmas y coimas a rolete, había efedrina y Aníbal, había Boudou y Ciccone, había Jaime y el yate … todo lo que mostró por televisión tuvo su correlato en la realidad que es la única verdad. Y los expedientes judiciales están sembrados de pruebas que su equipo aportó a las causas.