La presidenta de Madres de Plaza de Mayo exigió cambios en el gabinete luego de la derrota electoral. “A ver si laburan, porque acá laburan cuatro o cinco y los demás miran”, reclamó.
Hebe de Bonafini no se quedó callada luego del papelón del Gobierno en las PASO y salió a disparar munición pesada contra Alberto Fernández y el gabinete. “Volvió a prometer, volvió a decir, no sé si estamos para creerle o no. Él dice muchas cosas que después no cumple”, se descargó en una nota radial.
LA titular de Madres de Plaza de Mayo sostuvo que “si hubiéramos ganado estaríamos perdiendo todo. Aunque parezca mentora o un disparate lo que diga. Cuando se gana hay como una especie de exitismo en la gente que no hace que no se ocupe y preocupe lo que tiene que preocuparse”.
“Lo que dijimos tantas veces, que (Alberto Fernández) escuche a los que tiene que escuchar. Se dio cuenta de lo que le dijimos el primer día que lo vimos. Él siempre escucha a los ricos, a los poderosos, a los carniceros. Se junta con los Gordos de la CGT. Y bueno, estas son las consecuencias. Pero me parece que, dentro de todo lo graves que es, es bueno”, sentenció la dirigente social.
También dejó un fuerte reflexión acerca del rol de la oposición: “Desde que ganamos ellos hacen propaganda. Ellos tienen todo el poder de los medios, porque los medios también fomentan todo esto; lo fomentan de una manera muy repugnante. Ellos ganan con mentiras. Mentiras, mentiras, mentiras, mentiras. Y llegan a que la gente les crea. No creo que toda la gente que votó a la oposición sepa lo que son: chorros, ladrones, asesinos, enemigos del pueblo, de los pobres. Ya sabemos lo que son. Una manga de atorrantes que vivieron de nosotros, que nos empeñaron para toda la vida, y quien sabe cuándo vamos a salir”.
La referente social se mostró convencida de que este sopapo electoral pueda surtir un efecto positivo de cara a los comicios del 14 de noviembre. “Es como el virus: te dan una vacuna para que crees tu propia defensa. Ahora nos vacunaron con una aguja así de grande. A ver si laburan, porque acá laburan cuatro o cinco y los demás miran. Van a tener que salir a la calle o se van a quedar sin trabajo todos”, se quejó en una clara advertencia a los funcionarios más criticados por el kirchnerismo duro.