¿A quién se comió Manes?

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El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical tomó distancia de las críticas de Facundo Manes contra Mauricio Macri.  No lo nombraron, pero en un comunicado formal, aseguraron que ese partido “trabaja cotidianamente para fortalecer Juntos por el Cambio” y que “cualquier manifestación que se aparte de ese rumbo, no importa de dónde provenga, lesiona la esperanza que venimos construyendo”.

En otro párrafo, las máximas autoridades del radicalismo plantearon que la coalición opositora “es la única herramienta para terminar este ciclo de kirchnerismo que llevó a más inflación, más pobreza y más degradación institucional”.

El diputado radical cordobés Rodrigo de Loredo respaldó a Macri: “es un dirigente con cualidades e ideas claras de lo que Argentina necesita para su desarrollo. Su aporte es fundamental y su experiencia es necesaria. Nuestra prioridad es frenar la agenda del atraso y estancamiento que nos proponen los K”.

De Loredo es radical como Manes, pero no come vidrio. Sabe que Córdoba, a la que se propone gobernar junto a Luis Juez, es masivamente macrista o anti kirchnerista, si usted prefiere. Sus postura fue doctrinaria, pero también, en defensa propia.

Manes con su embate contra Macri, desató una fuerte tormenta que todavía continúa. ¿Qué dijo Manes? En pocas palabras:

El gobierno de Macri tuvo populismo institucional. No está muy claro que significa eso. Incluso al principio dijo, “populismo constitucional” pero tal vez fue solo un furcio.

Es una acusación extraña, porque el gobierno de Macri y puso límites al populismo en la Argentina. Se pueden criticar muchas medidas de Macri. Pero acusarlo de populista es por lo menos insólito.

Manes dijo que Macri tuvo operadores que manejaban la justicia y datos y evidencias que deja en claro que espió a gente de su propio gobierno. Esta imputación es gravísima. Primero porque son delitos y segundo porque fueron inventos del kirchnerismo.

Y finalmente, Manes planteó que “tanto el ex presidente como la vice presidenta Cristina Kirchner no nos permiten pensar en un país. Ambos representan a dos minorías”.

Esto es lo más peligroso e inquietante. No es la primera vez que Manes habla de dos extremos en donde no hay dos extremos y que coloca a la misma altura a Macri con Cristina. Como mínimo es un error de diagnóstico gigantesco. Si Manes cree que Macri es igual a Cristina debería irse a otro espacio y no precisamente en el que Macri fue cofundador con Elisa Carrió y Ernesto Sanz. Suelen decir los integrantes del Pro que “Macri cometió errores y que Cristina cometió delitos”. Esa sola es una diferencia abismal. Cristina se hizo cargo de la jefatura política cuando murió Néstor, pero también lideró la asociación ilícita que se dedicó a saquear al estado. Cristina condujo la cleptocracia que hizo mega millonaria a su familia, a sus testaferros y a una parte de sus funcionarios. En el caso de Macri no hay una sola acusación realmente fundamentada de corrupción en el ejercicio del gobierno.

Pero no hay solamente diferencias de honestidad y ética. Con Cristina establecimos relaciones carnales con los países que más violan los derechos humanos en el mundo. Putin, Raúl Castro, Nicolás Maduro y Daniel Ortega están primeros en la lista. Con Macri se fortalecieron los vínculos con los países más democráticos y desarrollados. Los que con sus inversiones podrían ayudar a dar vuelta la ecuación de la pobreza y la desocupación en la Argentina.

Cristina conspira contra la democracia republicana e intenta dominar la justicia y a los medios de comunicación. Macri respetó la división de poderes y siempre se sometió a la justicia. La única excepción, absolutamente repudiable,  es la de Pepín Rodríguez Simón que, a esta altura, debería ponerse a derecho y regresar de Uruguay.

Los intentos de Cristina de voltear a la actual Corte Suprema y de reemplazarla por una más amiga y de 15 miembros y los amagues de cambiar las reglas del juego a menos de un años de las elecciones PASO, hablan por sí mismas.

En lo económico tal vez haya distintas situaciones que por error, mal diagnóstico u omisión, el gobierno de Macri debe pagar sus costos por problemas que no pudieron resolver. Ese si es un debate aunque el kirchnerismo actual profundizó la hecatombe económica y no solucionó ninguno de los inconvenientes. Macri terminó con una locura inflacionaria del 53,8 % Hoy llegaremos al 100% anual. La pobreza y la indigencia, también son más graves ahora. Todo esto es criticable, opinable y admite matices en las posibles soluciones.

Pero nada puede igualar a Macri con Cristina.  Es una lectura política absolutamente equivocada. Tampoco se puede confundir la firmeza para denunciar la corrupción o los atropellos autoritarios con tener posturas extremas. En Juntos por el Cambio no hay posiciones extremas. Y Macri, hasta que se demuestre lo contrario, no representa como dijo Manes la posición de una minoría. Después de gobernar en momentos muy complejos, logró más de 10 millones de votos y finalizó su mandato en tiempo y forma como  ningún presidente no peronista lo había logrado en los últimos 90 años.

La Coalición Cívica prefirió no meterse en esta discusión.

Alejandro Finocchiaro escribió sobre Manes que “No tiene obligación de quedarse en Juntos por el Cambio. Para criticar a quién luchó, hay que haber luchado. Aunque sea una vez… una sola”.

Laura Alonso fue más a fondo:” Facundo, con todo respeto, infórmate. Y dejá de inventar cosas que no existen”.

Fernando Iglesias fue irónico, filoso y provocador intelectual, como siempre: “El que trajo al neurocoso que se lo lleve”.

Pero fue Darío Nieto, colaborador muy cercano a Macri y actual legislador quien le contestó a Manes en forma más desafiante: “Macri armó un partido de la nada y en 15 años ganó la Ciudad, la Nación, fue el único capaz de frenar al kirchnerismo y cambió la Argentina para siempre. Manes, a quien te comiste?

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre