Zannini presiona a los jueces para que cierran la causa del Pacto con Irán

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“Sean valientes y no cedan a las presiones”, les dijo el Procurador del Tesoro durante la segunda audiencia de las defensas para pedir la nulidad del expediente que surgió con la denuncia de Alberto Nisman. De este modo, se suma a los embates de CFK.


Carlos Zannini, el Procurador del Tesoro, tomó el guante que había dejado tendido la vicepresidenta Cristina Kirchner el pasado 16 de julio para pedir la nulidad de la causa del Memorándum con Irán. Durante la segunda audiencia de las defensas para pedir la nulidad del expediente que nació con la denuncia de Alberto Nisman, por encubrimiento a los iraníes acusados de volar la mutual judía, hizo un reclamo directo a los jueces para que cierren la causa. Tres veces les dijo: “Sean valientes”.

En su exposición, además, primero sostuvo que la causa que impulsó Nisman cuatro días antes de su muerte buscó “proscribir” a la la entonces presidenta y perjudicar a su espacio político, en el marco del proceso de “lawfare” en la región. Habló también de un “apagón institucional” en los años macristas y recordó los 107 días en los que estuvo preso por “este disparate farsesco”.

“Señores jueces, ustedes mismos se han interesado en destacar la cuestiones de orden geopolíticos que se encuentran en juego en esta causa. Espero que esas razones no les impide cumplir las normas. Yo solo les pido que sean valientes, no cedan a las presiones y apliquen la ley sin presión al ruido mediático. Hagan cumplir las leyes argentinas”, les dijo mirando a las ventanitas del zoom.

En la misma pantalla esperaba su turno el senador Oscar Parrilli, que también reclamó “no solo valentía sino dignidad”. “Los están mirando -afirmó-. Tienen la oportunidad de demostrar que no todos son la cloaca de Comodoro Py”.

Zannini, Parrilli y la ex procuradora del Tesoro Angelia Abbona se convirtieron en los protagonistas, junto a sus defensores, de la segunda parte de la audiencia convocada para esta mañana por el Tribunal Oral Federal 8 con el fin de exponer los argumentos que buscan derribar la causa conocida como “Memorándum con Irán”, el expediente que nació con la denuncia del fiscal Alberto Nisman en enero de 2015 y que un fallo de Casación, a fines de 2016, permitió reabrir.

Es precisamente ese fallo de Casación, con la intervención de los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, lo que sembró las bases de este planteo, luego de que se conocieran los encuentros que esos magistrados mantuvieron con el entonces presidente Mauricio Macri. Para las defensas, esas visitas demuestran que fue el Gobierno macrista el que hizo reabrir una investigación de manera irregular y por lo tanto sostiene que el caso debe cerrarse y no llegar a juicio oral.

En sintonía con las palabras de Cristina Kirchner, Zannini pidió la palabra más allá de la exposición que hizo minutos antes su abogado, Mariano Fragueiro Frías. Lo escuchaban los jueces María Gabriela López Iñiguez, Daniel Obligado y José Michilini, y el resto de los acusados. El viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, que ya había hablado en la audiencia anterior, también se conectó.

Tras sostener que los atentados de la AMIA, la Embajada y los 30 mil desaparecidos “constituyen un muro de impunidad” para la Argentina que el Gobierno kirchnerista buscó derribar, el ex secretario Legal y Técnico calificó la causa del Memorándum como “un disparate farsesco que sigue un libreto dictado desde afuera del Poder Judicial pero que se se concretó por actores del Poder Judicial obedientes a ese mandato”.

En ese contexto, Zannini resaltó que “actos lícitos dictados por dos poderes del Estado” como el Memorándum “se quieren presentar como parte de un complejo plan criminal, atribuyéndoles ocultas finalidades de encubrimiento” cuando “ninguno de esos hechos ocurrió” y mientras “la investigación de la causa AMIA sigue sin producir hasta la fecha después de 27 años ningún resultado visible”.

El funcionario resaltó que aquella denuncia de Nisman había sido desestimada por el juez Daniel Rafecas y convalidad por instancias superiores. Y, sin embargo, se abrió otra causa que instruyó Bonadio, con una investigación “tan incompleta que ustedes tuvieron que ordenar una instrucción suplementaria” y “tan defectuosa las indagatorias que a todos los imputados nos mostraron las mismas pruebas”.

“Lo único que explica la restauración de esta causa fenecida y su continuación es una fenomenal campaña de los medios de comunicación dominante que montaron un artificioso escenario en donde políticos y miembros de la Justicia participaron con maniobras que hoy salen a la luz”, aseguró.

Para el procurador del Tesoro, “no se trata de simples errores jurídicos o nulidades procesales” sino de “un plan de intervención en el la realidad para usar al Poder Judicial para influir sobre los resultados electorales”. Y avanzó: “Un plan para enlodar reputación, proscribir a la doctora Cristina Fernández de Kirchner y a todos el sector político que ella lidera. Eran los tiempos de las visitas del ex juez (Sergio) Moro, la proscripción de Lula en Brasil y de Rafael Correa en Ecuador”.

“Aquí en la Argentina la utilización de esta y otras causas se pergeñó con puntuales objetivos electorales comprobables. La causa dólar futuro para influir en los resultados de 2015. Esta causa del Memorándum al intervenir en las elecciones de 2017, con finalidad directa. De ahí el pedido de detención de CFK. Y la audiencia publica de Vialidad, planificada para influir en las elecciones de 2019 y gracias a Dios el pueblo hizo que fracasara” por el triunfo de Alberto Fernández, acotó.

Fue así que Zannini avanzó sobre las “las visitas a la Casa Rosada y las jornadas tenísticas que por sí solas debieran haber generado excusaciones”. En sus palabras, existía “una coordinación entre el titular del Poder Ejecutivo y los miembros del Poder Judicial.

“La coordinación con el Poder Ejecutivo consta en actas; pueden haberse visitado y jugado tenis pero hoy hay pruebas de que coordinaron la ‘resurrección’ de la causa, planificaron en qué juez continuaría y cuales serían los tribunales de alzada inmediata así como quienes iban a intervenir en Casación”, aseguró Zannini.

El funcionario destacó, no obstante, que la Corte Suprema frustró la creación del Tribunal Oral Federal 9, “una comisión especial creada ad hoc con el designio de condenar a los enemigos políticos en todas las causa que le fueran asignadas”.

En un capítulo de su alocución, Zannini habló de su imputación y los días de su detención. “Para hablar de perjuicio sufrido y agravio, en diciembre de 2016 no estaba yo siquiera denunciado ni lo estuve hasta que el juez elegido para la instrucción (Claudio Bonadio), que debiera haberse apartado, me incluyeran en el pedido de indagatoria fijada para octubre de 2017. Ningún fiscal había considerado mi participación. El juez que me procesó con preventiva por el delito de traición a la Patria y mantuvo mi detención, pese a que borrada esa calificación debía cesar mi cautiverio. Lo mismo hicieron la Cámara Federal y los miembros de Casación aquí denunciados, violando la ley procesal. Se aludía a una llamada tristemente doctrina sobre la existencia de un poder residual que se traía a colación para mantenerme detenido”, señaló.

Zannini recordó que él mismo se presentó en la delegación de Rio Gallegos cuando comenzaban en diciembre de 2017 los rumores sobre movimientos en la causa Memorándum, pero esperaron “a detenerme en la nocturnidad buscando el mayor daño simbólico posible”.

“En esa condición de ilegalidad permanecí durante 107 días. Constituyó para mí una oportunidad para la comprobación personal que las prisiones preventivas son un adelanto de la prueba porque las instituciones y el personal penitenciario no están preparado para distinguir entre prevenidos y condenados. El sistema mismo está pensado para destruir perversamente al detenido y su familia. Hemos sufrido espionaje y vejaciones personales”, afirmó.

“También comprobé que cuando los presos deben ser traslados para ejercer, entre comillas, sus derechos parte de un lugar llamado leonera. Ahí empieza la animalización de los acusados, trasladados en esas condiciones. En el subsuelo donde los señores jueces ejercen, existen calabozos infrahumanos. Se debe luchar por un lugar con las cucarachas y mendigar un vaso de agua. No parece un lugar para tratar a seres humanos sobre todo si se trata del momento en que supuestamente vienen a ejercer sus derechos”.

Información de Infobae