Luego de que la Ciudad anunciara que deja de ser obligatorio el uso de barbijo en espacios abiertos, el reconocido neurólogo dijo que “la mitad o más se van a olvidar el barbijo en la casa y no lo van a tener en el bolsillo para ponérselo cuando deban”.
La baja pronunciada en casos de COVID-19 en Argentina sumado a una variante Delta que no tuvo impacto, generan algunos interrogantes desde el punto de vista sanitario y sobre qué tan conveniente es quitarnos el barbijo en este momento. Un mes después del anuncio en la Provincia de Buenos Aires, desde este miércoles en la Ciudad dejará de ser obligatorio el uso del tapabocas al aire libre, una noticia que provocó alivio a la población pero que según algunos especialistas es una medida apresurada.
En esos términos lo consideró el médico neurólogo Conrado Estol en diálogo con El diario de Leuco por LN+. Indicó que
“En un país como el nuestro, donde hay un 54% de la población dos dos dosis de la vacuna y una gran cantidad de gente que recibió su segunda dosis de Sinopharm, Sputnik u otra hace más de 6 meses, y que por lo tanto ya calificarían para refuerzo, en un país con poco testeo, no creo que sea conveniente dar el mensaje de liberación que implica lo del barbijo“, analizó el especialista.
Y continuó: “Sabemos que en una plaza o en la calle no hay riesgo de contagio, pero la gente que sale sin barbijo cuando entren a un negocio, la mitad o más se van a olvidar el barbijo en la casa y no lo van a tener en el bolsillo para ponérselo cuando deban”.
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