Desde las empresas aseguran que la medida “genera una mayor incertidumbre ante una posible colisión de intereses”. La oposición también repudió que el gobierno sume a una “mafia corrupta y violenta”.
El malestar por la incorporación del sindicato de Camioneros al control de precios en supermercados crece y el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, también titular de la COPAL (Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios), afirmó que la acción es una “función indelegable del Estado”.
“COPAL respeta el estado de derecho. Ni nosotros podemos arrogarnos la función de controlar, ni puede incluirse a terceros con intereses particulares. El control es una función indelegable del Estado”, explicó Funes de Rioja en declaraciones periodísticas.
En la misma línea, profundizó su mirada crítica sobre el desembarco de los Moyano en el área: “Si hablamos de un Estado presente, es necesario que el Estado controle, tercerizar esa función genera una mayor incertidumbre ante una posible colisión de intereses“.
El gremio de Camioneros inspeccionará e informará a través de militantes el stock de productos y precios en los supermercados y centros de distribución. De esta manera, los podrán denunciar faltantes o irregularidades, con el fin de contribuir a bajar la inflación, que cerró 2022 con un alza del 94,8%.
Según informaron, el objetivo del programa Precios Justos es permitir acceder a una canasta de 1.900 productos con precios congelados y alrededor de 20.000 artículos de primera necesidad que se venden en las grandes cadenas.
El secretario de Comercio Interior, Matías Tombolini, defendió la decisión del gremios al programa desde su cuenta de Twitter. Allí, el funcionario sostuvo que “si está bien que las empresas acudan al Estado cuando tienen problemas, también es correcto que lo hagan los sindicatos” y continuó: “Quien plantea diferencias por su ideología que se haga cargo, nosotros necesitamos a todos para bajar la inflación y llevar alivio a la mesa de los argentinos”.
Fuerte rechazo al control de precios por parte de Camioneros
El rechazo se extiende a otros sectores de la economía primaria como el tambo. Si bien hubo anuncios paliativos a comienzo del año por la sequía y el aumento de costos, los productores -de uno de los eslabones más frágiles de la cadena productiva- no ven con buenos ojos el control de precios en el mercado interno.
También dirigentes opositores salieron a cruzar al Gobierno por la medida. La presidenta del Consejo Nacional de PRO, Patricia Bullrich, escribió en sus redes: “¿Realmente creen que se combate la inflación metiendo a los patoteros de Moyano en los supermercados? Se combate dejando de imprimir billetes y reduciendo el gasto público”.
José Luis Espert, siempre crítico del sindicalismo argentino, aseguró: “Los controles de precios son una amorfidad para bajar la inflación. Es no entender nada de como funcionan las cosas. Es de ignorante. Agregarle una mafia corrupta y violenta como los Moyano para que se cumplan, transforman el accionar del gobierno en algo escatológico”.