El intendente de La Matanza, cada vez más complicado.
El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, enfrentará un juicio oral y público por presunto abuso sexual y desobediencia judicial. La denunciante, Melody Rakauskas, quien trabajaba en la secretaría privada del municipio, lo acusó de haberla agredido en su departamento en mayo de 2021. La causa quedó formalmente elevada a juicio luego de que el juez Fernando Caunedo rechazara el pedido de sobreseimiento presentado por la defensa del dirigente peronista.
El proceso judicial también tomó en cuenta que Espinoza, durante la investigación, habría violado la orden que le prohibía acercarse a Rakauskas. Según consta en el expediente, envió a un funcionario municipal para intentar que la mujer desistiera de su denuncia. En esa instancia, además, se comunicó por teléfono con ella, lo que fue interpretado como un incumplimiento de la restricción impuesta.
La investigación estuvo a cargo de la jueza Fabiana Galetti, y su resolución fue confirmada por la Cámara del Crimen. Más adelante, sin embargo, la fiscal Mónica Cuñarro solicitó el sobreseimiento de Espinoza tras encontrar un audio en el celular de Rakauskas que, según su criterio, lo desvinculaba de los hechos. Cuñarro también cuestionó la coherencia del testimonio de la denunciante, señalando contradicciones y la ausencia de pruebas objetivas, como informes médicos o registros de llamadas de emergencia.
A pesar de esa postura, el juez Caunedo sostuvo que los argumentos de la fiscal y la defensa ya habían sido evaluados y descartados por la Cámara, que respaldó el procesamiento. En su resolución, remarcó que el tribunal rechazó la idea de que fuera la denunciante quien propició el encuentro, como intentaba instalar la defensa. También destacó el desequilibrio de poder entre ambas partes y cómo el intendente habría usado su autoridad para forzar una situación no consentida.
“La controversia se ciñe a la credibilidad del discurso de la querellante”, explicó el magistrado, subrayando que será el juicio oral el ámbito más adecuado para evaluar los relatos. Según el expediente, Rakauskas narró que Espinoza se desabrochó la camisa y le pidió masajes bajo pretextos intimidantes. “No tengas miedo, dale”, habría dicho el intendente, mientras le recordaba que “las mujeres de sus amigos tenían bigote”.
La denuncia detalla que, pese a los reiterados pedidos de la mujer para que se retirara, Espinoza se quedó en la vivienda, se desnudó parcialmente y la sujetó con fuerza, intentando avanzar en contra de su voluntad. Según su relato, él le decía: “Quedate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien”, mientras la tocaba e intentaba obligarla a practicarle sexo oral. Al no lograrlo, se habría retirado diciendo: “Bueno, lista, ya está, se terminó todo. Me voy, ya está, no te preocupes. Sos una boluda, no sabés lo que te perdés, pero bueno, allá vos”.
