Se trata del Parque Ader, ubicado en la localidad bonaerense de Villa Adelina. El sindicato de Moyano montó baños químicos y gazebos para dormir, presionan que se afilien al gremio 50 empleados de una empresa de comercio online.
El Parque Ader, ubicado en la localidad bonaerense de Villa Adelina, se encuentra sitiado por al menos 150 afiliados del gremio de Camioneros desde hace una semana. A modo de extorsión para sumar más empleados al gremio, bloquean la entrada al lugar, arrojan piedras y otros elementos, y acampan en gazebos para presionar aún más la situación.
El espacio presta servicio a 45 clientes y allí están instaladas 28 empresas de diferentes rubros como fábricas, logística y pymes. El jueves pasado un grupo de piqueteros llegó a las inmediaciones del lugar para reclamar violentamente la adhesión de una de las compañías al sindicato de camioneros.
“Ellos reclaman por una marca con oficinas acá que se dedica al comercio online y que organiza la distribución de los pedidos con camionetas particulares. En el predio tienen un depósito de almacenamiento y la administración, donde trabajan 50 personas. El día que vinieron me dijeron: ‘echalos ya’. Moyano quiere que todos estos empleados se afilien a su gremio cuando no deberían porque no salen a repartir nada con camionetas”, explicó Fernández, presidente del parque industrial, a Clarín.
Desde el inicio del conflicto, que ya fue denunciado en la comisaría de Carapachay, el 20% de las empresas que trabajan allí cerraron sus puertas por el temor de lo que sucedía afuera. Los ataques y las agresiones constantes causaron la rotura de varios vidrios -rozando a los empleados que se encontraban detrás- y el forcejeo del portón principal que tenían la intención de derribar para poder ocupar el interior de la propiedad privada.
“Ya de por sí, su reclamo fue dentro del sector privado. Ellos nos ocuparon toda la entrada. No es que protestaron en la vía pública como lo ampara la ley: era parte del predio, nos usurparon por varias horas. Lo único que no pudieron lograr es tirar la puerta para meterse en el resto de las instalaciones. Y menos mal”, relata Fernández.
Y añade: “Cada día fue peor: el lunes no me dejaron salir del lugar por cinco horas. Me privaron de la libertad, me patearon y patearon mi camioneta. Me salvó la policía. Ellos están siempre borrachos, nos tiran todas las latas de cerveza que toman. Esto además de las amenazas de muerte. La vez pasada me dijeron que una vez que se ocupen de esta compañía, van a venir por todas las otras. Así hasta dejar a mi parque industrial sin nada. Me da mucha bronca e impotencia porque nosotros sólo queremos trabajar, como siempre. Además esto ya había pasado a mitad de 2020 con Mercado Libre”.
Lo que aterra a los empresarios y empleados que trabajan en el lugar es la cantidad de tiempo que los protestantes planeen quedarse. Lejos de culminar con su semana de acampe, este miércoles instalaron baños químicos y llevaron 100 autos más. Todo en presencia de 12 oficiales de infantería, tres comisarios y la seguridad del parque que vigilan atentamente las jornadas para reducir a la inmediatez cualquier intención de acto violento.
“Que están esperando los fiscales con jurisdicción en Vicente López para desalojar y detener a estos delincuentes que están extorsionando y usurpando propiedad privada? Son delitos de acción pública y tienen la obligación de actuar”, se quejó Florencia Arietto en Twitter, abogada penalista y dirigente de la oposición.