El director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA indicó que “4 de cada 10 argentinos cobran planes sociales” y que esto ayudó no aumentar la marginalidad.
Tras conocerse la alarmante cifra del 40,9% de pobreza que afecta al país, el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) Agustín Salvia consideró que “ahora es momento de un acuerdo de cara a generar consensos para llevar adelante un pacto redistributivo distinto al que existe en la actualidad”.
En diálogo con Alfredo Leuco por Radio Mitre, el especialista aclaró que “el semestre esconde dos realidades; un primer trimestre donde la pobreza se acercó gravemente al 34.7% para saltar en el segundo, al 47.2%. Y la indigencia, de 7.4% a 13.6%. “Se explica no tanto por la inflación sino por el shock de parálisis económica y desempleo y pérdida de ingresos de más de 3 millones y medio de personas”, detalló.
Remarcó que el freno de la actividad económica en los primeros meses de la cuarentena “produjo que se agravara la pobreza y la indigencia, pero también que cayeran en la pobreza segmentos que no lo eran, trabajadores no calificados, obreros de servicios gastronómicos, personas que trabajan de oficios; esta población que no era pobre, no tuvo respaldo en materia de programas sociales”.
En ese marco, advirtió por las consecuencias negativas que trae la asistencia social, la cual consideró que “creó un piso que hizo que la situación no fuese más grave, pero no resolvió el problema”. “El principal problema es la falta de trabajo y de ingresos; hoy casi el 40% de la población tiene un programa social; esto ayudó a no aumentar la marginalidad, pero estamos ante un problema estructural sobre cómo crear empleo y bajar la pobreza que ya teníamos antes”, finalizó.
