El fiscal federal sugirió que hay un intento del Gobierno de controlar al Poder Judicial. “Me siento tranquilo. Nada debo, nada temo”, aclaró.
El fiscal federal Carlos Stornelli fue blanco de uno de los dardos que lanzó el presidente Alberto Fernández en su polémico discurso ante la Asamblea Legislativa. En un tramo aunque no lo mencionó, el presidente habló de un fiscal “procesado que seguía cumpliendo su rol en Comodoro Py”.
“En la Argentina de hoy, hay un fiscal procesado por delitos tan severos como el espionaje ilegal de ciudadanos o el de extorsión que sigue en funciones como si nada de esto lo afectara. A él no se le aplica aquella doctrina que recomendaba la detención preventiva de personas cuando su “poder residual” pudiera afectar la investigación. Es cierto. Su poder no es residual. Está vigente”, expresó el mandatario.
Consultado sobre esta declaración de Fernández, el fiscal de la causa de los Cuadernos sostuvo que “no es cierto que tenga un procesamiento por extorsión”, sugirió que el Gobierno busca controlar la Justicia y recordó la muerte del fiscal Alberto Nisman, que calificó de asesinato.
“Sí estoy procesado por una cuestión que no está firme y que tiene que ver con una supuesta investigación. Si hablamos tanto del principio de inocencia hablemos también del mío. Habría que preguntarle a Alberto si quiere meterme preso. No puedo especular sobre eso”, se defendió en Le doy mi Palabra, por Radio Mitre.
Y le recordó a Fernández que varios funcionarios de los que eligió tienen causas abiertas en la Justicia. “Tiene un montón de funcionarios procesados por delitos horribles, pero además la ley tiene mecanismos. Yo he dado las explicaciones del caso. Es una causa armada, son acusaciones menores y que requerirán mayores explicaciones”.
“Me siento tranquilo. Nada debo, nada temo. Son consecuencias por trabajar e investigar la corrupción. Miedo no, ya es una etapa superada. He pasado muchas veces por esto desde hace más de 20 años. Lo que uno no debe hacer es dejar de cumplir con su deber”.
Stornelli es investigado judicialmente por su vinculación con el falso abogado Marcelo D’Alessio, que pedía coimas a empresarios para ayudarlos con sus problemas judiciales. Pero Stornelli sigue sin reconocer la competencia del juzgado de Dolores para investigarlo y dice que se montó una operación en su contra para atacar la causa de los cuadernos.
