Nadie repudia la mega corrupción K

2010

A juzgar por los resultados electorales, nadie repudia la mega corrupción K. O mejor dicho, una gran parte de la sociedad mira para otro lado y se convierte en cómplice de una cleptocracia gigantesca. Por lo general, los gobiernos se parecen bastante a un sector mayoritario de la sociedad. No hay sociedades angelicales con gobiernos diabólicos. Siempre los que llegan al poder están hechos de las mismas miserias y grandezas que un importante segmento de la comunidad. Los gobiernos no nacen de un repollo. Son construcciones colectivas en las que las sociedades no son inocentes.

Es comprensible que temas más inquietantes estén entre las prioridades de los votantes. La hecatombe económica que multiplica la pobreza y la inflación y la inseguridad que roba y asesina como nunca en la historia argentina, están entre las preocupaciones principales. Insisto: es comprensible. Estamos hablando de cuestiones de vida o muerte o de calidad de vida y subsistencia. Pero no se puede minimizar el daño que produjo el robo más grande de la historia de los Kirchner y sus socios y cómplices.

Hablo de las montañas de dólares sucios de la corrupción que enriquecieron ilícitamente a Néstor, Cristina, Máximo, Lázaro Báez, Cristóbal y siguen las firmas. Casi todos los ministros y colaboradores del matrimonio Kirchner integran lo que llamo el “Cártel de los Pingüinos Millonarios”. Hasta los secretarios de Néstor y Cristina se convirtieron en magnates de la noche a la mañana. Daniel Muñoz y Fabián Gutiérrez, murieron nadando en fortunas inexplicables. Algunos dicen que era dinero de los Kirchner y ellos eran meros testaferros y otros dicen que ellos se quedaron con una parte de las estafas del matrimonio por aquello de que el que roba a un ladrón tiene cien años de perdón.

Muchos de estos latrocinios sin antecedentes por su magnitud ya fueron condenados por la justicia y otros están en camino repletos de pruebas, testimonios y documentación.

Pero esa voracidad por el choreo y el dinero ajeno de los Kirchner no solamente contagió a los ministros y amigos. Se transformó en una cultura de la inmoralidad. Y la inmensa mayoría de los peronistas kirchneristas sintieron que tenía piedra libre para robar a cuatro manos. Incluso muchos intendentes, concejales y militantes rasos tienen curros, coimas, y otros tipo formas de meter la mano en la lata.

Le recuerdo lo último que se descubrió. Solamente porque son vergüenzas que todavía están en los diarios.

Pero, insisto, son robos descarados a la luz del día y gran parte de la sociedad ya ni se indigna y a lo sumo postea un tuit de repudio y nada más. Nos roban porque nos dejamos robar. Nos roban porque votamos ladrones una y otra vez.

Todos sabemos cómo fue ese escandaloso robo con gusto a chocolate amargo de Julio Rigau. Por suerte y por ahora a pesar de los jueces, está preso. Tenía 48 tarjetas para cobrar los sueldos de ñoquis que ni siquiera trabajaban en la legislatura. Esta asociación ilícita viene funcionando hace años. Le sacaron millones y millones al pueblo pobre de la patria. Era un plan sistemático para mantener a vagos y parásitos del peronismo. Pero Chocolate Rigau era solo un eslabón menor de esa cadena delictiva. Su jefe es Facundo Albini que ya fue imputado y sobre quien pesa un pedido de detención. ¿Quién es Facundo Albini? Un concejal de La Plata cuyo jefe es Sergio Massa. Facundo fue reelecto en los últimos comicios y es apoderado nacional del Frente Renovador que lidera Sergio Massa. Repito: apoderado nacional, no es un perejil. Más claro imposible.

Pero eso no es todo. Lo de los programas Potenciar Trabajo te revuelve el estómago de asco. Se supone que son planes de ayuda a compatriotas excluidos e indigentes. La investigación del fiscal Guillermo Marijuán demostró que 160 mil de esas ayudas eran para gente que no la necesita y que tiene capacidad económica para viajar al exterior, por ejemplo. Si hacemos las cuentas, nos damos cuenta que a 66 mil pesos de plan para 160 mil personas que no lo necesitan es una millonada que se va por las alcantarillas de la corrupción y que no van a construir cloacas, asfalto, agua potable, escuelas y muchas más necesidades urgentes e insatisfechas. Pero lo votan igual. Hay que decir todo. Pero hay algo más grave todavía. Más de 800 de esos beneficiarios de planes se dieron la gran vida en cruceros carísimos y exclusivos. Son malandras de lesa humanidad. Utilizaron los planes destinados a los más humildes para hacer turismo navegante de alta gama. Se puede hacer un chiste de humor negro. Serán de la línea interna de Martin Insaurralde. Digo porque él también fue descubierto en un yate de lujo para ricos y famosos llamado coherentemente “Bandido”.

Bandidos son todos estos muchachos. MÁs de 29 mil se fueron en avión al exterior. Parece joda pero es para llorar. La corrupción mata y empieza por matar de hambre a los que más necesitan. Trescientos cincuenta mil viajaron al exterior en auto. El cálculo es que en cuatro años nos robaron a todos más de diez mil millones de pesos.

Lo de Insaurralde es mucho más conocido. Fue de alto impacto producto del morbo que despertaba la relación sexual que postearon con su compañera de viaje. El lujo de jeques árabes. Tome nota:

Una semana en la Villa Cascabel del Marbella Resort Club costó 24 mil euros.

El alquiler del yate, 14 mil euros. Mintieron al declarar que el barco se lo habían prestado. Ni hablar de los relojes Rolex, las carteras Louis Vuitton, de los miles de dólares y autos de alta gama y las propiedades carísimas y no declaradas que no se los ganaron trabajando.

Martin Insaurralde es jefe de gabinete de Axel Kicillof, amigo de Cristina y Máximo e intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia. Nunca más se le vio la cara de acero inoxidable. No fue ni a votar este delincuente de lesa indignidad. Sin embargo, Kicillof ganó con comodidad sus reelección y en Lomas fue electo con alrededor del 50% de los votos el delfín de Insaurralde.¿Y la corrupción? Bien gracias. No le importa a nadie.

Nadie, o muy pocos argentinos, repudiaron en las urnas y en la práctica una corrupción que ensucia a gran parte del peronismo kirchnerista y massista. Sin embargo, Sergio Massa, responsable de generar dos millones de pobres y llevar la inflación cerca del 140% tiene posibilidades concretas de ser el próximo presidente. No se quejen si no se quejan. Si la sociedad es mayoritariamente honrada y no vota delincuentes es difícil que los ladrones lleguen a la presidencia. No parece ser nuestro caso.

Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre