El periodista cargó contra el Gobierno y la Justicia por la prisión domiciliaria de Báez, quien fue echado por los vecinos del country de Pilar, donde se iba a alojar.
Entrevistado en Le doy mi Palabra por Radio Mitre, el periodista Luis Gasulla presentó su quinto libro “Érase una vez en Argentina”, donde refleja el plan de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para vengarse de sus denunciantes, someter a la justicia, perseguir al periodismo crítico y encarcelar a Mauricio Macri.
El plan de impunidad que describe el licenciado refleja lo que sucede en estos días con uno de los emblemas de la corrupción K: Lázaro Báez. El socio de los Kirchner recibió el beneficio de la prisión domiciliaria y cuando quiso ingresar a su casa del country Ayres del Pilar, vecinos del barrio privado hicieron lo imposible para impedir el paso del vehículo que los trasladaba. Así lograron que se vuelva al penal de Ezeiza hasta que se defina en qué domicilio vivirá.
“Lo de Lázaro Báez es difícil de entender, muchos argentinos se sienten que están en libertad condicional por la cuarentena y los delincuentes recuperan la libertad. La ley indica que Báez hace 4 años y medio que está preso, que le asiste el derecho, pero también la respuesta ciudadana en el country se sabía”, analizó Gasulla.
Y continuó: “Cuando se rumoreaba hace dos meses que iba a ser liberado, hubo una manifestación. Anoche hubo un problema de logística del Servicio Penitenciario Federal, falló el Ministerio de Justicia de la nación y en el entorno de Báez le vendieron el diario de Yrigoyen; estaba la ciudadanía harta de las injusticias de 8 años de una causa judicial, que todavía a pesar de todas las pruebas no declaró culpable o inocente a Báez”.
En el plano general del Gobierno, describió que “el único plan que tiene Alberto Fernández es garantizarle a Cristina el ministerio de la venganza y la impunidad. Antes de elegirlo, le piden una prueba de amor. El publica tuits que descolocan a sus viejos conocidos de Comodoro Py; porque convalidó el lawfare. Alberto Fernández se juntaba con jueces y fiscales para interiorizarse de las causas de corrupción, fue fuente del negocio de la obra pública y me hablaba de la corrupción”.
