Tras el crimen de la psicóloga en Ramos Mejía, la diputada de Juntos por el Cambio responsabilizó al Ejecutivo de haber permitido la liberación de delincuentes durante la pandemia “sin tener en cuenta antecedentes ni peligrosidad”.
Este lunes cayó bajo arresto en Castelar el motochorro que asaltó y asesinó a una psicóloga en Ramos Mejía. Había dejado la cárcel de Batán en octubre de 2020 beneficiado por las liberaciones en la pandemia del coronavirus, pese a tener dos condenas por ocho robos bajo la misma modalidad, todos a mujeres.
Se trata de Alejandro Miguel Ochoa, de 55 años. Fue capturado en el marco de un allanamiento que se llevó a cabo en Hortiguera y Lamadrid, en Castelar, partido de Morón. Al momento de ser detenido, lo encontraron con la moto que habría utilizado en el ataque contra María Rosa Daglio (56 años), quien falleció.
Daglio, que tenía cuatro hijos y dos nietos, fue asaltada en la tarde del viernes cuando caminaba por la vereda, en Belgrano al 300, Ramos Mejía. El delincuente le arrebató la cartera y la mujer cayó violentamente al suelo. Aunque en un primer momento se dijo que había sufrido un infarto, la autopsia reveló que la psicóloga falleció por una hemorragia interna.
En medio de las repercusiones que generó el hecho y el repudio social, la diputada de Juntos por el Cambio Carolina Píparo fustigó al Gobierno nacional por haber permitido la liberación de delincuentes durante la pandemia.
“Liberaron a miles de delincuentes con la excusa de la pandemia sin tener en cuenta antecedentes ni peligrosidad, sí peligrosidad: esa palabra que nadie que quiere nombrar. Logros de Zaffaroni y sus defensores políticos, asesinos en la calle y honestos encerrados #JusticiaSiempre“, se expresó la legisladora en Twitter.
Su mensaje también arrastra una carga emocional importante por la situación que atraviesa su familia. Su marido Juan Ignacio Buzali se encuentra detenido con prisión preventiva por haber atropellado a dos jóvenes que confundió con los motochorros que previamente los habían asaltado junto a Píparo tras los festejos de Año Nuevo, la madrugada del 1° de enero. Aunque las pruebas indican que no hubo intención de matar y que la pareja llamó al 911 después de lo ocurrido, Buzali sigue en la cárcel.
