El titular de la Cámara Mario Grinman se mostró preocupado ante la presencia de militantes enviados a controlar los precios. Defendió que los supermercados conserven valores con los que pagan sus costos.
Mientras el Gobierno nacional se encarga de amenazar con multas y clausuras a los negocios que no cumplan con el congelamiento de precios por tres meses, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, alertó por las consecuencias severas que provocará esta medida en el sector y hasta criticó la presencia de militantes para controlar las góndolas.
“Nos preocupa que lleguen militantes a nuestros negocios”, dijo el líder empresario sobre la intención de organizaciones sociales e intendentes afines al kirchnerismo de apoyar el freno a los aumentos con controles en supermercados y comercios. “No nos molestan los controles realizados por las autoridades competentes”, afirmó en Radio Mitre.
“La verdad que nos preocupa que lleguen militantes a nuestros negocios. No corresponde, carecen de la formación necesaria y de la objetividad necesaria para realizar controles. Puede llegar a suceder alguna situación compleja”, advirtió.
El jefe de la Cámara hizo hincapié sobre los fracasos que sufrieron en el pasado los acuerdos de precios. “Es una sensación de deja vu. La verdad es que en la Argentina de los últimos 80 años hemos vivido varias de estas siempre con los mismos resultados. Son herramientas, los congelamientos de precios que no funcionaron no sólo en la Argentina sino en ningún lugar del mundo”, dijo Grinman.
“Es como si alguien tiene fiebre y para disimularla pone el termómetro en la heladera”, ejemplificó.
Grinman aprovechó para defender a los supermercados que según el Gobierno buscan conservar un margen del 30% sobre los productos que fueron congelados. Según explicó, ese margen bruto es el necesario para cubrir todos los costos más allá del de un bien en sí.
