El dirigente violentó las rejas en el edificio de Parque Patricios. “Ganamos una miseria y todavía que nos traten mal, somos gente descartable en este país”, dijo en una protesta junto al Movimiento Jubilados.
Tras la protesta y el acampe la semana pasada en la avenida 9 de julio, el piquetero Raúl Castells reapareció este martes junto a integrantes del Movimiento Jubilados y decidieron ingresar a la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires luego de traspasar las rejas de seguridad, en medio de una protesta.
Al llegar al lugar violentaron las rejas y lograron ingresar al playón principal del edificio. “Estamos hace dos horas esperando que nos atiendan y se piensan que son una monarquía que no van a atender a nadie. Pero ¿quién se piensan que son, infelices? Hay vecinos de Retiro, La Boca, Balvanera, Lugano, de la 1-11-14, de la 21, de Ciudad Oculta”, afirmó el dirigente.
“No nos vamos a ir, no vamos a comprar pan dulce en cuotas”, manifestó Castells frente a los medios y sostuvo que “no quieren atender a los vecinos de su Ciudad”.
Al lugar llegó la Policía de la Ciudad, que rodeó el edificio para evitar mayores desmanes. “Nadie nos recibió ni respondieron nuestro petitorio por eso estamos denunciando a Rodríguez Larreta que se hace el moderado y el democrático, Gildo Insfrán un poroto al lado de este infeliz”, expresó.
“Le dijimos al Gobierno de la Ciudad que el pan dulce no es una cuestión gastronómica sino un tema de principios, nuestra generación desde que nacimos hubo en la mesa un pan dulce y una sidra”, manifestó en la puerta de las oficinas. Además, criticó: “Ganamos una miseria y todavía que nos traten mal, somos 7 millones de jubilados y pensionados, somos gente descartable en este país”.
Castells reclama la entrega de una canasta navideña como ya lo hizo la semana pasada en el Obelisco donde interrumpió el tránsito durante horas, colapsando el flujo de autos en el centro porteño y amenazando incluso con acampar en la Avenida 9 de julio pidiendo una respuesta por parte del Ministerio de Desarrollo Social.
La calle Iguazú, lindera a Uspallata, donde se encuentra el ingreso a las oficinas del gobierno, se encuentra completamente cortada al tránsito por la presencia de los manifestantes.
