La principal aliada del régimen chavista no se expresó aún en medio de las denuncias por fraude en Venezuela y la represión asesina de la dictadura de Maduro.
Nicolás Maduro se autoproclamó ganador sin mostrar datos del escrutinio oficial y se recrudece la tensión en las calles de Venezuela, mientras crece el reclamo internacional para esclarecer el resultado de las elecciones.
Paralelamente, llama la atención el silencio atroz de Cristina Kirchner, quien aún no se expresó sobre lo sucedido en el país caribeño y la represión asesina que impulsó su aliado dictador.
La dos veces presidente y última vicepresidente es la que se mantiene en silencio y modela al resto del grupo K. No hay, en los hechos, ni gobernadores, ni diputados, senadores o líderes cristinistas que hayan expresado una posición inequívoca sobre turbios acontecimientos ocurridos el domingo en Venezuela.
Lo que trascendió en conversaciones con dirigentes que piden mantener el bajo perfil, es que la posición que darán estará alineada con dos presidentes clave de América Latina: el brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, que también tienen bajo perfil y sólo transmitieron felicitaciones por la jornada cívica y demandaron que se cuenten de manera objetiva los votos.
Pero a diferencia de ellos -y de todos los demás referentes políticos y líderes de la región- la postura de Cristina Kirchner es el bajo perfil y la ausencia de una definición.
A diferencia del silencio de Cristina Kirchner, ya se expresó el ex presidente de Colombia Juan Manuel Santos, que dijo que “los resultados en Venezuela no son creíbles. No se pueden reconocer hasta que no haya total transparencia y sean avalados por observadores y analistas no comprometidos con el régimen. El mundo democrático debe manifestarse para defender la democracia”.
También el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, que no dudó en calificar lo ocurrido como “un fraude”. “Venezuela es una dictadura, de modo que no va a ser sensible a los pronunciamientos internacionales. Venezuela va a estar un poco más aislada que antes, porque a eso va a conducir esto”, agregó.
A favor, en cambio se anotó el ecuatoriano Rafael Correa: “¡Gloria al bravo pueblo! Ahora ya es oficial”, dijo al repasar los resultados del primer reporte oficial del CNE, que dio a Maduro como vencedor frente al 44 % de votos para el candidato opositor Edmundo González y un 4,6 % para los demás candidatos. “Felicitaciones al presidente Maduro y al pueblo venezolano”.
También, el boliviano Evo Morales: “Estamos muy felices por la victoria alcanzada hoy por el hermano presidente. Vencieron contra todas las adversidades externas, pero con el apoyo del pueblo venezolano que es lo verdaderamente importante. Esta es un triunfo de la paz, de la Revolución Bolivariana y de la Patria Grande. Hoy tenemos la prueba irrefutable de que Chávez vive. ¡Felicidades, hermano Nicolás! ¡Felicidades a mi querida Venezuela!”.
Y de los mandatarios en ejercicio, el chileno Gabriel Boric, que dijo: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”.
“Así no! Era un secreto a voces. Iban a “ganar” sin perjuicio de los resultados reales. El proceso hasta el día de la elección y el del escrutinio claramente estuvo viciado. No se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él”, fue la definición del uruguayo Luis Lacalle Pou.
Cuatro muertos, 46 detenidos y decenas de heridos en Venezuela
Al menos cuatro personas murieron, 46 fueron detenidas y decenas resultaron heridas durante las protestas registradas este lunes en Venezuela contra el fraude perpetrado por Nicolás Maduro, aunque el saldo podría incrementarse en medio de reportes sobre la creciente represión del régimen contra los manifestantes en diversas zonas del país.



















