Según la declaración de la escritora en la justicia, Soledad Quereilha fue quien le ofreció vacunarse contra el Covid por fuera del calendario. El gobernador bonaerense dijo que es un “ataque canallesco contra su familia y su mujer”.
El escándalo del Vacunagate estrenó un nuevo capítulo este miércoles con la declaración de Beatríz Sarlo ante la Justicia, en donde presentó una serie de mails a partir del ofrecimiento que tuvo para vacunarse “debajo de la mesa” y que tuvo a Soledad Quereilhac como protagonista. La esposa de Axel Kicillof fue la apuntada, que tras conocer las acusaciones de la escritora se despachó con un escrito.
El texto, que se dio a conocer en distintas redes sociales y medios de comunicación, apunta con la forma que ha tenido la escritora de acusar a la mujer del mandatario provincial. “Lo cierto es que, para sobreactuar su honestidad, Beatriz Sarlo no ha tenido otro recurso que cacarear mentiras en los medios“, disparó.
“Habló de propuestas ‘por debajo de la mesa’ y con ello no sólo sembró dudas sobre el proceso de vacunación en su conjunto, sino que, sobre todo -y aquí lo más imperdonable-, terminó involucrando en mentiras a Carlos Díaz, una persona de bien, respetada y querida por gran parte del campo intelectual argentino. Y de paso, también me ensució a mí, atribuyéndome actos de corrupción y nepotismo que jamás en mi vida cometí”, siguió la dirigente.
Respecto de la figura de Sarlo, continuó con su crítica y deslizó que “a la luz de su autopercepción como una persona que ‘tiene ética’, sólo cabe esperar que se rectifique”. “Mientras tanto, sigo sin decidirme entre la pena por su enorme torpeza o el desconcierto ante su mala fe“, destacó Quereilhac, que continuó con su defensa en este escandaloso caso de vacunación.
“No tengo la potestad de ofrecer vacunas a nadie. No soy funcionaria del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Yo no fui vacunada aún y estoy esperando mi turno como todo el mundo. Ni mi madre, ni mi suegra, ni ningún familiar ni amiga o amigo cercano recibió tampoco la vacuna. Todxs están esperando su turno, como corresponde. No fomentamos ni participamos de ningún privilegio ni de ningún trato ‘vip’ (siglas de una tontería innegable, además)”, contó.
“¿Por qué le ofrecería la vacuna a Beatriz Sarlo, persona con la que no tengo ningún trato ni vínculo? La acusación carece de lógica, además de no tener sustento ni basarse en pruebas”, sentenció en su defensa, en tanto que una respuesta de la escritora no se hizo esperar y llegó a través de sus declaraciones en LN+.
“Podría ser mejor si hubiera aprovechado sus cursos en la facultad de Filosofía y Letras”, chicaneó al respecto y agregó que lo único que hizo fue acercar documentos. “Lleve las pruebas, que son los mails; eso es todo. No me interrogaron más, fueron muy medidos en lo que me preguntaron”, agregó.
Continuando con su análisis sobre el texto de Quereilhac y la frase “por debajo de la mesa”, Sarlo hizo mea culpa y cerró: “Quizás hubiera tenido que explicar mejor: lo que quise decir es que no sabía quién era el funcionario que estaba armando el operativo, ni cuántas personas notables eran los favorecidos”.
