Una entrevista que refleja la realidad del país. La plata no alcanza, los precios vuelan y esto lo viven millones de jubilados. Lo más desagradable fue la respuesta de Brancatelli: “No sé… Es lo que pasa”.
Menos de una hora después de que el INDEC diera a conocer que la inflación de julio fue del 6,3 por ciento, consumidores expresaron expresaron su bronca por la suba de los precios de distintos productos de uso cotidiano, impulsada por el alza de un dólar imparable.
En este caótico marco, en Balvanera, un cronista de C5N se aproximó a un jubilado que estaba dentro de un almacén para obtener su testimonio. “¿Ha comprado carne en los últimos días?”, le preguntó.
El hombre respondió que sí, que recién lo había hecho.
Fue entonces que revisó su abrigo y le mostró al periodista una pequeña bolsa de polietileno, cerrada con un sencillo nudo con un austero churrasco dentro. “Es muy chiquitito, 600 pesos”, respondió con sorpresa el periodista, quien reveló el precio exacto: $532.
Luego, atinó a preguntarle si es jubilado, a lo que el señor asintió sin dudarlo. “Busca muchos precios, imagino ¿no?”, repreguntó el cronista. El jubilado, con la mirada baja, escuchó la pregunta. Posteriormente la levantó hacia su interlocutor y respondió: “Naturalmente”.
Pero el señor quiso dar más detalles de su situación precarizada. “Me puedo permitir un churrasco una vez por semana. Por ejemplo… ¿Te das cuenta?”.
Tras unos segundos de silencio, el periodista Diego Brancatelli se animó a decir: “Está muy bien el informe y es una realidad, chicos… Nos duele, bueno… no sé… Es lo que pasa”.
